Vivimos en una época signada por la incertidumbre. No porque hayamos perdido o se hayan opacado las brújulas ideológicas, sino porque el sistema histórico se comporta de forma compleja y multideterminada a nivel material y espiritual, saturado por signos y significantes que varían y disputan. La contradicción entre la velocidad de consumo y la de regeneración de los bienes escosistémicos, y entre el aumento acelerado del capital concentrado y una creciente porción significativa de la humanidad expulsada del sistema, han llevado a un estado fuera del equilibrio, a una zona de bifurcación histórica posible donde se juegan diversas posibilidades. Lo indeterminado es el signo de época.
La emancipación, es decir, la posible desconexión del circuito del capital a partir de un acto instituyente radical, implica un resultado contingente de nuestras acciones como individuos o colectivos, y por lo tanto la idea de apuesta parece la única alternativa disponible. No hay futuro planificable ni paradigma de progreso lineal o desarrollo a salvo de fluctuaciones más o menos caóticas. La revisión permanente de acciones y consecuencias a corto y mediano plazo es parte del estar conectados al momento de la civilización.
La estrategia
La estrategia es una dirección coherente que habilita la posibilidad del encuentro. El encuentro es una conexión, interacción, coordinación a corto o largo plazo, puntual o extensa entre la política de partidos, el Estado, la diversidad de movimientos sociales y la diversidad de construcciones y experimentos concretos y exitosos de economías transformadoras, proyectos colaborativos diversos, iniciativas ciudadanas y búsquedas espirituales y culturales, individuales y colectivas, que de manera creativa emergen como resistencia ética, como utopía y apuesta frente a las incertidumbres y el desánimo.
El encuentro, el enredo, la conexión buscará ser ni centrada ni jerárquica ni basada en clausuras identitarias, mesianismos u objetivos predeterminados. Se trata de una permanente exploración en movimiento generadora de hechos políticos, basada en el deseo de emancipación de los concurrentes a la red, y está abierta a todos los antagonismos. En este encuentro importan tanto el posible rescate y resignificación de la diversidad de memorias y legados vinculados con caminos de emancipación como la comprensión por cada protagonista del significado de la actuación del otro, lo cual implica un esfuerzo de traducción intersujeto como clave para lograr la dirección coherente de una estrategia.
La estrategia contiene como sustento:
a. La indignación y el descontento como base para la resistencia más o menos organizada.
b. La política como forma de buscar los límites posibles de la máxima democracia, sabiendo que siempre será incompleta y, como todo orden, frágil e incapaz de dar cuenta de toda la diversidad.
c. La apuesta como utopía.
d. La construcción de las alternativas concretas en el presente.
e. La construcción de nuevas formas de goce, deseo, felicidad y pasión.
f. El deseo de emancipación.
Para hacer posible la estrategia, todos los componentes de esta deberán aceptar ser atravesados por:
a. Lo indeterminado o lo no sujeto a ley histórica.
b. Las instancias que son constitutivas estructurales de todos los sujetos como seres hablantes, sexuados y mortales (pulsión de muerte, imperativo de la culpa, compulsión a la repetición y necesidad de gozar más allá de las necesidades materiales, entre otras instancias constitutivas).
c. La identificación de los mecanismos mediante los cuales el poder construye subjetividades, discursos, proscripciones, éticas, valores, culturas, códigos y conductas. El individuo neoliberal masculinizado, productivo, autovalorizable como bien de mercado, consumidor y portador de una felicidad estoica y resignada es un ejemplo. La desconexión de la persona con los otros, con su espíritu, sus legados y con el planeta son una condición de existencia de esta construcción.
La apuesta
La apuesta no es ciega. En el éxito o fracaso de diferentes apuestas se juega una mezcla entre condicionantes reales y azar. Las condicionantes reales dadas tienen un margen verosímil para ser transformadas mediante una actuación deliberada.
Existen actualmente indicios de que se han creado formas de desear, gozar y ser felices no inmersas en la lógica mercantil y sí más vinculadas con el abrazo, la compasión, la ética y la empatía radical.
Ya se trate de la lengua, la verdad, el acontecimiento, las líneas de fuga o el rescate de las ausencias, todas las búsquedas actuales de una apuesta pasan por explorar el o los escapes del circuito mercantil que actúa como mecanismo y lógica de reproducción infinita del capitalismo.
Existen actualmente indicios de que se han creado formas de desear, gozar y ser felices no inmersas en la lógica mercantil y sí más vinculadas con el abrazo, la compasión, la ética y la empatía radical. Estas emergencias son unas de las vertientes en que la apuesta puede apoyarse.
En este contexto, las economías transformadoras, la irrupción del movimiento feminista y las respuestas a la crisis de la sustentabilidad han generado agenciamientos, grupos, formas y roles sociales de contornos difusos que, aun anclados y sujetos sobre las funciones de poder, las competencias técnicas, las instituciones, los flujos de saber y mercantiles del sistema actual, están cuestionando en las prácticas y en los discursos viejos significantes (el éxito, el poderío masculino, la política, lo colaborativo) y significados (lo beneficioso del egoísmo, la competencia y el lucro como motivación, lo masculino como lo racional). Este entramado es también portador de una nueva sensibilidad en relación al valor de la vida y el ambiente, busca sentido existencial en el valor trascendente de las acciones colectivas, transforma las tonalidades espirituales, los sentimientos, las religiones, las concepciones del mundo, la escritura, la música, la pintura, la arquitectura y las ciencias.
Algunas de las nuevas motivaciones, búsqueda de sentidos y formas del goce y la felicidad son:
a. El valor de la creación por la creación en sí. La emoción de lograr la excelencia en el ámbito tecnológico, la comprensión y configuración del mundo nuevo que se está construyendo persiguiendo sueños propios y reconociendo sólo la autoridad de los iguales.
b.La pasión como motor vital trascendente. El estímulo de la mejora de reputación entre iguales.
c. La búsqueda de propósito en los emprendimientos productivos/creativos que trascienda el beneficio económico y dé sentido existencial. La búsqueda explícita de impactos sociales y ambientales en los emprendimientos de las economías. Transformadoras.
d. El valor de la creatividad.
e. La ética del compartir (economía del bien común, Linux, Wikipedia, proyectos P2P, plataformas colaborativas no extractivas, voluntariado y las causas benéficas entre las nuevas generaciones).
f. La preponderancia de la organización en red como habilitante de nuevas potencialidades democráticas y modos de gestión.
g. La ética del amor y el cuidado que pone en relevancia y en disputa: lo trascendente de lo cotidiano, de lo personal, de la imagen, de lo que es deseable, de las sujeciones de poder por parte del género masculino en el seno del hogar y de la micropolítica como terreno de disputa de sentidos. El amor actúa como vector político enmarcando en el cuidado como nuevo sentido de la organización social.
h. Las tendencias impregnadas por la ética del compartir, ya sea desafiando al Estado y a veces al sistema, como el caso de las monedas virtuales soportadas por el blockchain, constituyendo comunidades con reglas y valores propios, como las de software libre, o creando redes/empresas con fines específicos (redes de trueque, bancos de tiempo, banca ética, comunidades rurales autosuficientes, redes de agroecología, comercio justo, autogestión energética, cooperativas de plataforma).
i. El valor de las pequeñas acciones cotidianas o vitales en sintonía con la inclusión de la micropolítica a partir de los movimientos feministas y ecologistas incluye: las acciones cotidianas y locales vinculadas con el manejo del consumo y de la contaminación, la relación entre géneros y la búsqueda de alternativas personales y familiares coherentes con el cuidado ambiental y la sostenibilidad, entre otros emergentes.
La conquista de la verdadera igualdad y la libertad es el norte de la emancipación. La libertad como permanente fundación creativa individual y colectiva sólo será posible cuando nosotros, como individuos y seres sociales al mismo tiempo, como seres hablantes, sexuados y mortales, logremos que nuestras diferencias no tengan relación con la posición en el mercado, cuando no seamos equivalentes en el sentido de la mercancía sino que afloren nuestras diferencias constitutivas y singulares. Cuando la poesía sea realmente un arma cargada de futuro.
Gualberto Trelles es ingeniero químico y socio fundador del laboratorio Ecotech.