Vamos promediando la mitad del actual período de gobierno nacional y estamos ingresando en el período de análisis del proyecto de Rendición de Cuentas en el Parlamento. Es tiempo de estar alertas ante los nuevos intentos de regresión en aspectos claves en las políticas de gobierno: recortes a la educación y desconocimiento de la dura situación social que aún viven miles y miles de familias uruguayas.

Estamos muy lejos de los cinco mejores años de nuestras vidas. Al gobierno que iba a hacerse cargo, hoy le decimos que hay que llorar menos y hacer más. Hacer más para superar los duros momentos de incertidumbre nacional en materia de inseguridad, desempleo y situación económica que afecta la vida de nuestros compatriotas.

Hoy vivimos en un país más violento. Según datos recientes, hoy 83% de la población cree que la inseguridad aumentó en el último tiempo. Los homicidios han aumentado 33% en lo que va de los primeros meses de 2022, según datos del propio Ministerio del Interior. Al promediar la mitad del año ya estamos casi alcanzando la cantidad de femicidios del año anterior.

Resulta que no volvieron las carteras a ningún barrio porque la situación de la inseguridad sólo ha crecido, y la inseguridad no se combate con discursos en televisión ni frases hechas. La inseguridad se instaló en nuestras calles también para nuestros adolescentes, quienes sufren de cacheos injustificados por parte de la Policía. No, las autoridades no pueden seguir llorando, es hora de hacer más y mejor.

Pero dejemos atrás la seguridad para ver una economía que no tiene punto de mejora. La carestía de la vida hace imposible a miles de familias poder llegar a fin de mes. El salario real ha caído desde 2020 en adelante de manera ininterrumpida y eso sólo significa una cosa: menos capacidad de compra para nuestros salarios.

Como parte de un mundo paralelo y lejano a la realidad cotidiana de los hogares, se anuncia varios meses antes un aumento magro de 3% para las jubilaciones y sólo 2% para los salarios de profesores, enfermeros, policías... Las personas claves en esta pandemia. Ni que hablar que los combustibles llevan diez aumentos en lo que va de 2022. ¿De qué manera pueden subsistir los hogares ante estos fríos con este aumento tarifario? ¿Qué hacen las personas que unos años atrás habían logrado adquirir su primer auto con este aumento inusitado de los combustibles?

Hay que hacer más, porque lo que hemos perdido en Uruguay es lo que más puede doler a un país: la dignidad en la vida de las personas. Menos ingresos, menos alimentos, más gente en situación de calle. Más ollas populares. Hay que llorar menos y hacerse cargo.

Estamos muy lejos de los cinco mejores años de nuestras vidas. Al gobierno que iba a hacerse cargo, hoy le decimos que hay que llorar menos y hacer más.

Muchos se preguntarán: ¿quién es Andrés Lima para decir esto? Pues yo sí tengo experiencia en gobernar en contextos difíciles. Cuando llegamos a la Intendencia de Salto tuvimos la responsabilidad de hacer viable lo que era inviable. Llegué al gobierno departamental cuando no había ni siquiera presupuesto para pagar el papel higiénico, ni tampoco para pagar los sueldos de los funcionarios.

Hoy en ese mismo Salto tenemos una inversión prevista de más de diez millones de dólares en el sector portuario, estamos a las puertas de consolidar la Central Hortícola del Norte, un proyecto multiplicador e innovador en la región, innovamos en el desarrollo de plantas de energía fotovoltaica. Es decir, hoy Salto es un departamento innovador, en el que nos hemos hecho cargo.

Hemos invitado al oficialismo a hacernos cargo juntos de algunos problemas que no se han resuelto en la esfera del gobierno nacional. Desde nuestra gestión en el Congreso de Intendentes hemos aportado a la construcción de acuerdos de manera permanente, ya sea con los jornales solidarios o con otros proyectos sobre los que hemos buscado construir acuerdos entre todos los partidos políticos. Eso es hacerse cargo.

Esta forma de construir acción política es la que estamos construyendo desde el Encuentro Federal y Artiguista. Queremos un Frente Amplio marcando agenda. Hay un riesgo revisionista y refundacional que está latente, y es por ejemplo cuando se critica ferozmente a los sindicatos, a las organizaciones sociales, cuando se critica a las maestras, a los funcionarios de la salud, a la agenda de derechos. Hay un riesgo refundacional en lo cultural que busca entablar una grieta en la sociedad.

Lo que queremos es construir un Frente Amplio que sí se atreva a defender a los más débiles, pero que también sea constructor de acuerdos. No se trata de ser una oposición que dice “no” a todo, sino de encontrar las oportunidades para que se construyan acuerdos país.

Y desde este Encuentro Federal, la pregunta es: ¿cómo aportamos al Frente Amplio? Primero, actualizando la discusión y lo que nos quedó pendiente incluso en los años de gobierno. Hay temas que no nos son ajenos y en los que el Frente debe tener una posición clara: medioambiente, cambio climático, el desempleo que es crónico en los jóvenes, la violencia contra la mujer que sólo sigue creciendo, la inseguridad. Sí, también tenemos que hablar de inseguridad.

En la acción política hoy estamos llamados también desde el progresismo a llorar menos por las elecciones de 2019 y a hacernos cargo de los cambios que tenemos que encarar para poder volver a defender las causas populares desde el gobierno nacional. Hay que hacerse cargo.

Andrés Lima es intendente de Salto.