La matanza masiva de civiles es repulsiva y debe ser condenada en todos los términos posibles. En los últimos diez días se ha desatado una violencia terrible. Miles de hombres, mujeres y niños han sido asesinados en Israel. Miles de hombres, mujeres y niños han sido asesinados en Palestina.
La situación actual en Gaza es catastrófica. Los hospitales y clínicas que aún funcionan apenas lo hacen y están saturados. Se están quedando sin electricidad y suministros médicos. Ahora, los cirujanos del hospital Al-Shifa trabajan sin analgésicos. Como cirujano, esto es inimaginable.
Hospitales y clínicas han sido atacados. Otros reciben órdenes de evacuar –con sólo un par de horas de aviso–, con decisiones imposibles de tomar. Los pacientes –incluidos los que se encuentran en estado crítico– arriesgan sus vidas, ya sea mudándose o quedándose atrás, y en ambos casos tal vez mueran sin tratamiento.
Los bombardeos en estos momentos en Gaza son implacables. Se ha matado a personas mientras se las obligaba a moverse en busca de seguridad. Las personas están atrapadas, incapaces de escapar y sin ningún lugar seguro donde ir. Están privados de necesidades esenciales como agua, alimentos, refugios y medicinas. Esto es inimaginable. Esto es inhumano.
Las personas están atrapadas, incapaces de escapar y sin ningún lugar seguro donde ir. Están privados de necesidades esenciales como agua, alimentos, refugios y medicinas. Esto es inimaginable. Esto es inhumano.
Es necesario restaurar la humanidad básica en Gaza. Los bombardeos indiscriminados deben cesar. Debe ponerse fin al atroz nivel de castigo colectivo que actualmente se impone al pueblo de Gaza.
La población de Gaza necesita espacios protegidos y formas de llegar a ellos de forma segura y sin obstáculos. A las personas que deseen cruzar la frontera hacia Egipto se les debe permitir eso –con la opción de regresar en el futuro– y recibir asistencia adecuada y humana. La gente también necesita agua potable, electricidad fiable, acceso a alimentos y atención sanitaria.
Debe abrirse el cruce de Rafah hacia Egipto para permitir el envío de suministros médicos y esenciales a Gaza. Para que nosotros y todo el personal médico de Gaza podamos trabajar, necesitamos garantías básicas de seguridad.
A pesar de las increíbles necesidades, los bombardeos generalizados y la imposibilidad de traer suministros, nos han obligado a suspender la mayoría de nuestras actividades. Nuestros equipos dentro y fuera de Gaza están haciendo lo mejor que pueden para responder.
Como organización médica y humanitaria, queremos hacer mucho más. Hoy esto es simplemente imposible.
Christos Christou es presidente internacional de Médicos Sin Fronteras.