En ciencias sociales, elaborar una tipología consiste en distinguir, en el seno de un conjunto de unidades (individuos, grupos de individuos, hechos sociales, etcétera), grandes grupos que se pueden considerar homogéneos desde cierto punto de vista. En la historia de las ciencias sociales esta construcción tuvo importancia en las décadas de 1960 y 1970, para caracterizar diferentes realidades en una definición común que era la de la dependencia con el capitalismo central. En ese sentido ha sido una referencia la tipología de Vania Bambirra 1 y también la de Fernando Henrique Cardoso y Enzo Faletto.2

Una tipología es importante dado que, frente a una poblemática común, existen diversidades; porque esas diversidades pueden clasificarse en grupos más homogéneos; y finalmente, porque al aplicar políticas públicas para actuar sobre las problemáticas comunes, los instrumentos y, por ende, los resultados pueden ser diferentes en cada subgrupo que agrupemos.

En este caso la idea es analizar los territorios de Uruguay, expresados en departamentos, y ver en qué condiciones similares y diferentes se encuentra la calidad de vida de ciudadanas y ciudadanos. Al mismo tiempo analizaremos por separado Montevideo, dividido en sus ocho municipios.

Es claro que otros departamentos (en especial Canelones) tienen grados de heterogeneidad estructural dentro, pero los datos de la encuesta de hogares no hacen posible su representatividad. Esperamos continuar este trabajo con los datos próximos del censo.

¿Con qué variables haremos esta tipología? La definición de condiciones de vida incluye aspectos de ingresos, aspectos de inserción en el trabajo y aspectos de inserción social, en particular salud, educación y vivienda. En este trabajo analizaremos los dos primeros componentes; en el caso de ingresos, tomaremos como referencia la tasa de pobreza en materias de personas en cada departamento; en el caso del trabajo, tomaremos las tasas de personas con problemas de empleo en cada departamento, sumando desocupados, no registrados en la seguridad social y subempleados.

Los datos generales

Uruguay tuvo un proceso sustantivo de descenso tanto de las condiciones de personas con problemas de empleo, como en relación con las personas bajo la línea de pobreza. Básicamente el desempleo se redujo de 13,1% a 8,9% en los promedios anuales de 2004 a 2019; la informalidad de 40% a 25%, y por último se redujo de 39,6% a 8,8% el porcentaje de personas bajo la línea de pobreza.

Actualmente, los datos del primer semestre de 2023 indican que la tasa de desempleo es de 8,5%, la tasa de personas bajo la línea de pobreza es de 10,4%, mientras que la tasa de informalidad sobre personas ocupadas de 2022 (no está aún el dato de 2023) es de 21%.

Los datos por departamento

El cuadro 1 nos trae los datos de los problemas del trabajo por departamento, tomando en consideración, como he comentado más arriba, el desempleo, la informalidad (el no registro en la seguridad social) y el subempleo, tomando en cuenta en este último caso sólo los subempleados formales, ya que los subempleados informales están incluidos en la propia informalidad. Al final del cuadro sumamos las tasas (todas ellas como porcentaje de la población activa) y las personas. El cuadro está ordenado de mayor a menor en términos de tasas de problemas de empleo.

Foto del artículo 'La calidad de vida de la población uruguaya en función del territorio que habita'

El cuadro 2 nos trae los datos de pobreza por departamento del primer semestre, también ellos ordenados de mayor a menor por el porcentaje de pobreza.

Foto del artículo 'La calidad de vida de la población uruguaya en función del territorio que habita'

La tipología de los departamentos

Los datos presentados en los cuadros 1 y 2 nos muestran el impacto en cada departamento de la pobreza y los problemas de empleo. Es evidente que las personas no se suman, ya que en su mayoría las personas que están bajo la línea de pobreza son las mismas que tienen alguno de los problemas de empleo.

El cuadro 3 resume ambas cifras de cada departamento ordenadas por alfabeto.

Foto del artículo 'La calidad de vida de la población uruguaya en función del territorio que habita'

Por lo tanto, para hacer una tipología tomamos como criterio inicial cómo cada departamento se ubica en cada una de las dos tablas de pobreza y trabajo.

Si nos referimos a la tabla de problemas de empleo, tomamos como referencia la tasa promedio del orden del 30% y unificamos un primer grupo con tasas superiores a 40%, es decir que son departamentos en que aproximadamente la mitad de las personas tienen problemas de empleo. Luego tomamos dos tramos superiores al promedio entre 35% y 40% y entre 30% y 35%, y luego los departamentos con un nivel inferior al promedio. En el caso de las tasas de pobreza, construimos dos grupos por encima de la media (entre 15% y 22% y entre 10% y 15%) y dos grupos por debajo de la media (entre 5% y 10% y entre 0% y 5%).

A partir de estos dos agrupamientos construimos la tipología de condiciones de vida, agrupando los departamentos en cuatro grupos según se encuentren en los niveles más altos de ambas categorizaciones y desde allí hacia la menor gravedad de los problemas (ver cuadro 4).

Foto del artículo 'La calidad de vida de la población uruguaya en función del territorio que habita'

En este análisis es claro que hay factores histórico-estructurales que tienen que ver con el proceso de desarrollo heterogéneo de Uruguay, asociado a las políticas públicas, sobre todo en lo referente a los departamentos del norte: las migraciones poblacionales internas, los niveles de inversión pública y privada, entre otros factores que potencian las diferencias en contraposición al desarrollo de inversiones y capacidades en los departamentos de la costa sur.

Por otra parte, se evidencian claros factores coyunturales, como la cercanía de la frontera con Argentina, de impacto negativo, o el desarrollo de la nueva planta de UPM y los aspectos de la construcción del ferrocarril central como factores coyunturales positivos en las variables de nuestra tipología.

Esta tipología pretende, como dije al comienzo, ser un punto de partida de un análisis que vaya agregando variables y de esta forma construir lo que en la historia de las ciencias sociales hemos llamado la “heterogeneidad estructural”, que es una característica central de los países dependientes.

Una aproximación a una tipología de Montevideo

Como dije anteriormente, Montevideo (y como también dije, no sólo Montevideo) presenta diferencias de condiciones estructurales en estas variables. Por ello, para finalizar este trabajo, y con los datos de la Encuesta anual de hogares 2022, haré una primera caracterización de tipología de este departamento.

En el caso de Montevideo, las diferencias están sobre todo ligadas a los procesos de segregación residencial, con su efecto sobre el acceso a la educación y la inserción de esos habitantes en el mercado de trabajo.

El cuadro 5 nos trae los datos de problemas de empleo (en este caso es la suma de desocupación abierta e informalidad, dado que los datos de subempleo no están abiertos de esta manera).

Foto del artículo 'La calidad de vida de la población uruguaya en función del territorio que habita'

En este caso la heterogeneidad estructural de la ciudad de Montevideo se ve muy clara en estas variables laborales, tal como ha sido estudiado en varios trabajos referidos a la fragmentación y a la segregación residencial de la ciudad.

Cuando agregamos los datos de pobreza la realidad va en la misma línea, con pequeños cambios en la situación crítica del Municipio G que se reduce en relación con los temas laborales.

Por ello, integrando ambas dimensiones, llegamos al cuadro 6, que resume, al igual que en los departamentos, cuatro grupos de niveles de gravedad.

Foto del artículo 'La calidad de vida de la población uruguaya en función del territorio que habita'

Aquí también coexisten factores de larga data, de carácter más estructural, con temas más vinculados a la coyuntura. Sin duda, el proceso de segregación residencial que Uruguay comenzó a desarrollar en la década de 1990 profundizó diferencias territoriales que habían comenzado en la década de los 60 con el desarrollo de los “cantegriles”. En esa misma década del 90, la segregación se trasladó igualmente a la inclusión educativa y a la inserción en el trabajo. Dichas segregaciones estuvieron en la base de las diferenciaciones salariales que generan las desigualdades de ingreso y la relación desigual con la línea de pobreza.

A modo de síntesis

Esta tipología que he presentado pretende mostrar las heterogeneidades estructurales que existen por territorio en nuestro país. Y a partir de variables de trabajo y de ingresos combinadas, determinar situaciones diferentes que coexisten en el marco de cuestiones comunes.

En el caso de los departamentos, esta tipología muestra agrupamientos que tienen en común la ubicación geográfica (frontera, norte del país), la distancia con Montevideo, el desarrollo del sistema educativo, la inversión en infraestructura, entre otros factores.

En el caso de Montevideo, como está dicho, las diferencias están sobre todo ligadas a los procesos de segregación residencial, con su efecto sobre el acceso a la educación y la inserción de esos habitantes en el mercado de trabajo, con mayor peso de la informalidad, asociada a menores ingresos.

Daniel Olesker es senador del Partido Socialista, Frente Amplio.


  1. Vania Bambirra, El capitalismo dependiente latinoamericano, Siglo XXI, 1974. 

  2. Fernando Henrique Cardoso y Enzo Faletto, Dependencia y desarrollo en América Latina, Siglo XXI, 1969.