El sector del trigo atraviesa desde hace años procesos profundos de transformación: modernización tecnológica, reducción del número de molinos y una creciente concentración empresarial. Actualmente, varios de los molinos más relevantes (Río Uruguay, Dolores y San José) pertenecen al mismo grupo económico. Este nivel de concentración incide directamente en la negociación colectiva y en la capacidad regulatoria del mercado.

A esto se suma la presencia de una empresa de escala internacional, como Molino Cañuelas Uruguay, cuyo peso económico reconfigura las relaciones dentro del sector. Sin embargo, el contexto productivo ha sido favorable: cosechas históricas de trigo, abundancia de materia prima, diversificación de mercados y niveles de endeudamiento prácticamente nulos. Los indicadores disponibles muestran un sector estable, con potencial de inversión y sin señales de crisis estructural.

Frente a este panorama, sería esperable que las condiciones laborales acompañaran dicho crecimiento.

Expectativas y discurso empresarial

En esta ronda del Consejo de Salarios, desde el sector trabajador nos encontramos nuevamente con un discurso empresarial centrado en la idea de “receso e incertidumbre”. Claramente, en los períodos de bonanza los beneficios no se trasladaron a quienes sostienen la actividad, y esta asimetría continúa reproduciéndose.

Resulta problemático que, una vez más, el ajuste recaiga exclusivamente sobre el trabajador, incluso en contextos de expansión económica. El relato que presenta el salario como un factor de presión excesiva (y que afirma la existencia de una situación empresarial compleja) se sostiene como una narrativa unilateral que pocas veces es contrastada. Este enfoque suele apoyarse en la subestimación del conocimiento que las y los trabajadores tenemos sobre la realidad productiva y económica del sector. Negociar bajo la premisa de que los trabajadores desconocemos el funcionamiento de la industria no sólo es impreciso, sino que dificulta la generación de ámbitos de diálogo genuino.

Por otra parte, en esta ronda las pautas del Poder Ejecutivo limitaron significativamente el margen de negociación, al alinearse con el enfoque empresarial y restringir las herramientas institucionales disponibles para el sector trabajador.

Reivindicaciones centrales

Las principales demandas planteadas en esta ronda fueron:

Crecimiento real del salario. Se propuso establecer pautas que garanticen un crecimiento efectivo y no dependan exclusivamente de lineamientos generales que trasladan eventuales desvíos económicos al trabajador.

Salud mental en el trabajo. Se insistió en la necesidad de consolidar talleres de salud mental en horario de trabajo. A la salud mental entendemos que, desde el mundo de los trabajadores, debemos darle relevancia, dada la influencia del trabajo en la salud mental y como un pilar en la vida de los trabajadores. Desconocer esto es, sin dudas, un error que no debemos cometer para poder generar conciencia y un avance en materia de salud mental en la sociedad.

Presentismo justo. Se planteó revisar el criterio que penaliza automáticamente a un trabajador que se lastima en el desempeño de sus funciones. En la actualidad, incluso un accidente ocurrido el último día del mes implica la pérdida total del presentismo, situación que consideramos injusta y evitable mediante pautas más equilibradas.

Menospreciar el conocimiento del trabajador no sólo es injusto; también es ineficaz. Un sector que quiera avanzar debe construir acuerdos sobre bases de respeto mutuo, información clara y objetivos compartidos.

Nivel de conflicto y medidas tomadas

Durante esta ronda se registraron tensiones tanto del sector trabajador como del empresarial. Nuestro sindicato llevó adelante acciones de propaganda y asambleas, usuales en instancias de negociación. Ante la falta de respuestas de la empresa, se resolvió hacer un paro. La reacción empresarial incluyó la negativa de otorgar adelantos previamente solicitados, afectando directamente la economía de las familias trabajadoras, y amenazas de no renovar convenios previamente negociados, que si bien habían llegado a su vencimiento, son convenios que se renuevan constantemente y que, para las y los trabajadores, tienen un peso muy significativo.

Frente a esta medida de retirar los vales, la asamblea respondió deteniendo las actividades desde un viernes de tarde hasta el lunes siguiente a las 6.00.

A nivel sectorial, la cámara empresarial adoptó medidas adicionales, entre ellas la suspensión del beneficio histórico conocido como “descanso a pie de máquina” a determinadas personas, consolidado durante años en las plantas industriales. Este tipo de decisiones genera presiones directas sobre la economía de los hogares y tensiona innecesariamente el proceso de negociación colectiva.

Si se aspira a rondas más equilibradas, el diálogo bilateral debe partir del reconocimiento de que cada parte posee preparación y legitimidad para estar sentada en la mesa.

Conclusiones

Si bien se lograron acuerdos en algunos puntos, claramente para el sector trabajador no fueron suficientes y, sobre todo, sucede desde hace décadas que algunos sectores empresariales, como el sector del trigo, continúan optando por respuestas económicas y disciplinarias frente a la organización laboral. Sin embargo, el escenario ha cambiado: las y los trabajadores contamos con información, formación y experiencia para analizar de forma crítica las condiciones del sector y plantear reivindicaciones fundamentadas.

Sostener mecanismos de negociación basados en la presión o el desequilibrio de poder no contribuye a un sector más sólido ni a vínculos laborales saludables. La próxima etapa requiere un diálogo moderno, transparente y respetuoso, que reconozca la perspectiva de ambas partes.

Menospreciar el conocimiento del trabajador no sólo es injusto; también es ineficaz. Un sector que quiera avanzar debe construir acuerdos sobre bases de respeto mutuo, información clara y objetivos compartidos.

Martín Bayardi es trabajador del Molino Cañuelas Uruguay e integrante del sindicato de base de esa empresa, filial de la Federación de Obreros y Empleados Molineros y Afines.