La corrupción vuelve a irrumpir intempestivamente y con furor en el centro de nuestro acontecer social y del sistema político. Una de las virtudes del neoherrerismo lacallista. Angurrientos, desmesurados, soberbios y altaneros y, en estos casos, transparentes. Sus torpezas y negociados quedan todos al descubierto. Bueno, todos, lo que se dice todos, no lo sabemos.

Hay una larga lista que empezó con Lacalle I, y siguió con Lacalle II en el uso del poder, prestigio y conexiones, fundamentalmente, pero no sólo, agroganaderas, para beneficio personal.

Política clientelar con la conexión Caram/Dos Santos, o la conexión Albisu/Salto Grande, o la conexión Coronel Montagno/ASSE, la conexión Bustillo, Maciel/Marset, la conexión Irene Moreira/Manini, la conexión Astesiano/Lacalle Pou... Perdón, la última perla: el exdirector del Centro de Formación Penitenciaria del Instituto Nacional de Rehabilitación (INR) Fabián Rosano cobró un millón de pesos por horas docente que brindó, en su mayoría, en su horario como director. ¿Vieron que la Junta de Transparencia y Ética Pública (Jutep) haya tomado cartas en el asunto?

Uruguay sigue figurando en el mundo como un país levemente ondulado en materia de corrupción. Vivimos del prestigio de otrora, y estamos haciendo méritos para perderlo rápidamente. Hay una neblina que oculta la faena realizada. Leve y pacientemente faeanada. Puede demorar 25 años en descubrir un esquema Ponzi. Pero al igual que el lavado de dinero y la violencia letal, la corrupción pública y privada pega fuerte, deja un tendal de víctimas y colabora con el descreimiento en la democracia. Se ha dicho con razón: lo que vendían estas empresas financieras en el rubro ganadero era confianza. Otros son vendedores de cuchillos. Lo que se pierde no es sólo dólares. Es confianza pública. Confianza en las instituciones.

En una nota anterior me refería a casos escandalosos en el mutualismo que generan víctimas permanentes de un sistema de salud corrompido totalmente. Acá también se pierde confianza, un supuesto fundamental en la salud de cada uno de nosotros. Y plata. Porque el aumento de todos los tickets “reguladores” (parece joda el nombre) es abusivo, cuando no expulsor de usuarios que no tienen para pagarlos. Traicionando el viejo sueño social y solidario de médicos como el doctor Carlos María Fosalba. Un crimen.

Corrupción: tema prioritario en políticas públicas

Como afirmó la vicepresidenta electa, Carolina Cosse, la Jutep no puede ser una institución de reparto y cuota política. Necesitamos integrarla con personas con autonomía e independencia para actuar donde y cuando sea. ¿Se necesitan más recursos humanos y materiales? Sí. Pero más que eso se necesita, como lo ha afirmado el expresidente de la Jutep Ricardo Gil, voluntad política. Para actuar sin doble rasero, y como decían en mi barrio, al que le toca, le toca. Nuevamente: hay casos en que opera la justicia. Pero también necesitamos control y juicio ético, que corresponden a un organismo como la Jutep.

Estamos viviendo el cierre del ciclo herrerista con un cocarda de gran campeón. La gran estafa de Conexión Ganadera no es casual. Como dijo un amigo, es el ecosistema del neoherrerismo lacallista.

Amnesia uruguaya: retrógrada y anterógrada1

La enorme estafa que está padeciendo toda la sociedad con los fondos ganaderos (además de los miles de damnificados) nos retrotrae a 2002 y la estafa grandiosa de la mafia Peirano y los hermanos Rhom. Tendal de ahorristas que no pudieron recuperar sus ahorros, y algunos en la desesperación recurrieron al suicidio. Como había ocurrido también –es muy flaca la memoria de nuestra sociedad y muy pobre el seguimiento periodístico– cuando se quebró deliberadamente la tablita en noviembre del 82 con la dictadura. Hay sindicatos con memoria y economistas militantes que hacen docencia.

El economista Juan Manuel Rodríguez participó en un conversatorio denominado “Dictadura y sistema financiero: la instalación de un modelo económico”. El evento, organizado por AEBU2, daba cuenta que, tras el quiebre de la tablita en 1982, los grandes propietarios rurales y los capitales extranjeros lograron imponer sus intereses con el resultado de la extranjerización de los bancos privados en Uruguay.

El ecosistema neoherrerismo lacallista

Estamos viviendo el cierre del ciclo herrerista con una cocarda de gran campeón. La gran estafa de Conexión Ganadera no es casual. Como dijo un amigo, es el ecosistema del neoherrerismo lacallista.

El señor Pablo Carrasco, ingeniero agrónomo y superpublicista de este esquema, fue también el gurú del neoempresarismo financiero ganadero. Predicaba las virtudes del neoliberalismo, del mercado libre y las enormes ventajas del gobierno de Lacalle Pou con su lema “libertad responsable”. Es más: Conexión Ganadera aportaba al Espacio 40, Alianza País. Al espacio de Javier García y Sebastián da Silva, que predicaban “ni un paso atrás”. Este último, promotor y gestor de la conexión tramposa.

Tiene coherencia. Pablo Carrasco era militante. Crítico acérrimo, a veces salvaje, de todo lo que tuviera tufo de izquierda. Más que eso. La empresa Conexión Ganadera era compartida con Gustavo Basso, fallecido en circunstancias oscuras, y sus respectivas esposas. Todo muy de tradición, familia y propiedad. Ahora Carrasco, émulo de Al Capone (así lo dijo él), no ha dudado en cargarle el fardo al muerto, movimiento que no sólo ha enfadado a la familia del difunto, sino que inunda de vergüenza ajena e indignación a todos. Eso sí, muy católicos ambos. Hasta el punto de ofrecer participación a la iglesia católica en las diócesis de Canelones y Florida, de los réditos de estas inversiones. Esperemos que no empiece la venta de lotes en el cielo. O que, bajo el manto de cubrir a tantos inversores ingenuos, nos vendan una conexión ganadera 2. Un recurso insólito que ya sufrimos muchas veces: el Estado vía Banco República; es decir, todos nosotros paguemos la deuda que no cubren los activos de estos estafadores. Una crisis ética de proporciones. La corrupción tiene una ligazón inevitable con el lavado de dinero y con el crimen organizado. Lo dicho: es urgente colocar el combate a la corrupción como tema prioritario.

Milton Romani Gerner es licenciado en Psicología. Fue embajador ante la Organización de los Estados Americanos y secretario general de la Junta Nacional de Drogas.


  1. Amnesia retrógrada: incapacidad para recordar eventos del pasado. Amnesia anterógrada: incapacidad para formar nuevos recuerdos. 

  2. https://www.aebu.org.uy/noticias/37768