Nuestro presidente, Yamandú Orsi, ha desplegado en menos de dos semanas una agenda internacional extensa e intensa.

El 29 de junio participó en Sevilla en la Conferencia Internacional para el Desarrollo Sostenible, organizada por la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Recibido por el rey Felipe y la reina Sofía, sostuvo encuentros con el presidente de España, Pedro Sánchez, con el secretario general de la ONU, Antonio Gutérres, y con la presidenta de la Unión Europea, Ursula von der Leyen.

Su mensaje fue claro, con énfasis en que, en un “escenario global particularmente inestable, estamos convencidos de que el multilateralismo no es sólo la única opción, sino el único camino viable para construir soluciones comunes, justas y duraderas para el bienestar de nuestras poblaciones”.

Profundizó en la necesidad de la reforma de la arquitectura financiera internacional para caminar hacia los objetivos de un desarrollo sostenible. Afirmó que para ello hay que poner sobre la mesa las “dimensiones de desarrollo sostenible económico, social y ambiental”.

En la Cumbre del Mercosur en Buenos Aires manifestó que “para Uruguay el bloque regional es parte fundamental de nuestra política exterior de Estado y es nuestra principal plataforma de inserción internacional, para buscar las mejores soluciones a los innumerables desafíos que enfrentan nuestras sociedades”.

En el plano comercial, Orsi siempre entendió el Mercosur como un “paso hacia una mayor apertura al mundo” y expresó que mira con optimismo la posible suscripción, hacia finales de este año, del acuerdo de asociación con la Unión Europea, un posible hito en materia económica y comercial, pero también con un gran valor en clave geopolítica.

Se suscribió finalmente el acuerdo con el EFTA, que aporta mejor acceso a los mercados de Islandia, Liechtenstein, Noruega y Suiza.

Mantuvo una reunión con el presidente argentino, demostrando responsabilidad absoluta por el interés nacional y la enorme cantidad de temas que ambos mandatarios deben ir tratando y resolviendo en la relación bilateral.

Son notorias nuestra raíz histórica y cultural occidental y nuestras raíces en la Europa democrática y humanista, lo que resalta como reafirmación de la mejor política exterior de Estado del Uruguay democrático.

Uruguay se reencuentra con su mejor tradición política y diplomática de Estado, que pone proa al desarrollo, mirando con realismo el escenario global y reafirmando su autonomía estratégica.

En la Cumbre de los BRICS (Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica), nuestro presidente tuvo una destacada participación como invitado. En la sesión plenaria denominada “Fortalecimiento del multilateralismo, asuntos económico-financieros e inteligencia artificial” desarrolló una muy destacada exposición. Allí afirmó que cree “firmemente que contar con un sistema multilateral basado en reglas es fundamental para potenciar los vínculos económicos que contribuyen al crecimiento de todos los participantes en un entorno predecible, sobre todo en el caso de los países en desarrollo”.

Desarrolló una enfática defensa de la protección del ambiente y de la necesidad de valoración de los esfuerzos de los países que combaten el cambio climático, debiendo ser reconocidos en los instrumentos financieros que reconozcan los aportes realizados.

Finalmente, abordó el tema de la inteligencia artificial y la imprescindible y urgente regulación de su desarrollo para que sea efectivamente un instrumento para el desarrollo inclusivo y se prevengan impactos que profundicen la brecha entre las naciones. Abogó enfáticamente por una regulación multilateral equilibrada e insustituible en ese sentido.

En el marco de estas importantes instancias, el presidente Orsi mantuvo varios encuentros bilaterales que abren muchas expectativas sobre las posibilidades de incrementar y profundizar relaciones con países de enormes dimensiones, como la India y países del ASEAN (de la región del Asia-Pacífico).

Sin lugar a dudas, esta breve aunque insuficiente reseña da cuenta de un camino muy bien elaborado y excelentemente preparado por la cancillería, pero con un liderazgo muy claro del presidente, quien en pocos días desplegó una agenda muy intensa y fructífera.

Uruguay se reencuentra con su mejor tradición política y diplomática de Estado, que pone proa al desarrollo, mirando con realismo el escenario global y reafirmando su autonomía estratégica. Con rumbo seguro, prudencia y firmeza.

Carlos Pita fue embajador de Uruguay en Chile, España y Estados Unidos.