Jorge Burgell

Peñarol ganó el clásico del paro, de la Olímpica medio vacía y de la corrida de Martinuccio. Una final pobrona, con supremacías defensivas, pocas emociones y cinco expulsiones dejó a Peñarol a un empate del título de campeón uruguayo 2009-2010. El equipo de Aguirre revirtió la derrota del miércoles y vuelve a ser mano. Mañana de tarde cuando caiga la noche en Montevideo -el partido finalmente comenzará a las 16.00 y por tanto deberá terminar con luz artificial- todo estará definido. La ausencia de Urretaviscaya crea interrogantes fuertes en los aurinegros debido a que no aparece un sustituto natural para que cumpla con las funciones del jugador del Benfíca.

El nivel futbolístico del partido que igualaron Nacional y Fénix en el Parque Central el sábado de noche no quedará en el recuerdo, salvo para los capurrenses, que con el punto ganado dieron conclusión a una importante y exitosa batalla futbolística para evitar el descenso.

El domingo pasado terminó la final del Campeonato Absoluto Uruguayo de Ajedrez 2010 con el triunfo del maestro FIDE Manuel Larrea, quien obtuvo 8 puntos y medio superando las 8 unidades de dos grandes, Andrés Rodríguez y Bernardo Roselli.

En un Centenario pletórico, Peñarol venció a un magnífico Fénix, equipo que realzó la victoria resistiendo hasta el final. El aurinegro logró la conquista del Torneo Clausura tres etapas antes del final, en una campaña excepcional con 12 victorias en 12 presentaciones.

Con Mirabaje iluminado, con Jean Pierre Barrientos entrando para dar las estocadas finales, con un colectivo respaldando, el equipo de Verzeri volvió al camino triunfal justo a tiempo para disputar el quinto puesto de la tabla anual. El 3-2 final dejó a Atenas, que ayer empezó ganando, con un pie y tres cuartos en Segunda División.

Es la parte oculta de la Asociación Uruguaya de Fútbol, que se caracteriza por su masividad. Hay otras partes muy tapadas por la cara profesional, como el femifútbol, el fútbol sala y el fútbol playa que son menos multitudinarias. Hoy hacemos foco en esos aproximadamente 3.500 futbolistas que tienen entre 13 y 19 años y aspiran a subir una placentera pero dura escalera ubicada entre la habilidad deportiva, la perseverancia y el negocio futbolero.

Fue un partido de preparación, bien lo sabemos. Tuvo esa opacidad que los caracteriza, lo suponíamos. Se ganó en buena ley, con un equipo muy ordenado y compacto, con brillos como relámpagos en momentos especiales. Un gol de penal obligó a triunfar de atrás con goles de Forlán, Suárez y Cavani. Menos el golero suplente y Coates, jugaron todos los que viajaron a Suiza.

Seis partidos ganados consecutivamente luego de una seca duradera no son poca cosa para la hinchada aurinegra, protagonista de un espectáculo espléndido de tribunas abarrotadas y en vibración. Los jugadores -los propios y los ajenos- respondieron el sábado al estímulo que llegaba desde afuera, protagonizando un gran partido que terminó con un 3-2 a favor del líder único.

No fue buena la actuación de la selección uruguaya de fútbol femenino en el segundo Sudamericano sub 17. El grupo conducido por el entrenador Alímides Barindelli y el profesor Fernando Mallo cayó, en San Pablo, en sus cuatro presentaciones, siempre por más de un gol; en su orden: 3-1 frente a Colombia, 4-1 ante Venezuela, 2-0 con Argentina y 4-0 contra Chile. La falta del entrenador principal, José Luis Rodríguez, ausente porque debió someterse a una cirugía de urgencia, seguramente incidió en la baja actuación registrada.

Tacuarembó sucumbió el sábado ante el líder del Torneo Clausura en partido jugado en Montevideo para intentar una necesaria buena recaudación aunque ostentara la calidad de locatario. Tres golazos -dos del ganador y el del perdedor- más uno convertido tras polémica doble ejecución de un penal le dieron vibración al partido, que terminó 3-1 en el tanteador y 11 contra 8 en números de jugadores al hacerse expulsar tres jugadores del interior.

Cerro le presentó dura lucha y hasta pudo ganarle, sin embargo el triunfo fue aurinegro por 2 a 1. Gastón Ramírez convirtió el primer gol y fabricó el segundo, ya cerca del final. Peñarol parece acostumbrarse a resolver bien lo que antes (con Ribas, con Púa) no hacía. El copero Cerro arma su equipo para la Libertadores y esboza buen rendimiento.

Un triunfo inicial 3 a 1 ante Cerro Largo -con Mauricio Pereyra disimulando la falta de Lodeiro- hizo que Nacional siga trayendo a la rastra al resto. El partido ante los noresteños no fue un trámite, pero el resultado final fue consecuencia lógica de poderíos disímiles. Matute dio clase otra vez y lo secundó, bien despierto, Gustavo Varela.

El partido de ida del repechaje entre el quinto sudamericano y el cuarto de Centro, Norte América y el Caribe fue ganado por Uruguay 1 a 0, por lo que ahora (el miércoles a las 21.00) tanto sirve otra victoria como un empate para estar presentes en Sudáfrica. El resultado refleja lo mostrado en cancha y el tanteador pudo ser más amplio.

El partido no prometía maravillas pero dejaba espacio para esperar una lucha interesante, de dos equipos que aspiran a lo máximo y que se ubicaban segundo y tercero en la tabla de posiciones. Al final fue un partido de bajo nivel con poco para entusiasmar y una igualdad que condena a ambos a perder puntos que pueden ser decisivos en la recta final del Torneo Apertura.

No hay dudas. Hay cierta bohemia, cierto placer por hacer las cosas bien en el equipo del rosarino Salvador Capitano. Ayer no hubo lujos, pero el 3-1 final refleja la superioridad que impusieron a un juvenil equipo cerrense que dio lucha.

A los 15 minutos Racing ganaba por dos goles. Los conocedores de fútbol de la hinchada de Nacional -seguramente los mismos que reprobaban con gritos a Luis Suárez- silbaban cada aparición de Sebastián Balsas. Y entonces, el delantero centro hizo dos goles, el primero de penal, y Ferro marcó un golazo. Tres puntos clave obtuvo Nacional, que venía de perder el invicto con River en la etapa pasada.

Nacional llegó al comienzo del Torneo Apertura con tres puntos negativos por la sanción que debe cumplir debido a aquella invasión al campo de Jardines del Hipódromo por parte de decenas de sus hinchas menos pensantes. De entrada los recuperó al vencer 1-0 y con buen y muy buen juego pero sin poder llegar a la distancia tranquilizadora que le habría arrimado un segundo tanto, más allá de que fue muy superior al rival melense.