Nacional
“¿Disfrutando la vida de excedentario?”, le pregunta por teléfono a su amigo el maquinista Andrés Fernández, de 36 años, quien solía trabajar en la Administración de Ferrocarriles del Estado (AFE). Ahora no tiene trabajo, aunque sigue cobrando el sueldo cada mes. Mientras tanto, espera que la Oficina Nacional del Servicio Civil le asigne una nueva función en otro organismo. Como él, hay decenas de maquinistas que quedaron al margen del ente estatal en el marco de una reestructura de personal vinculada a la creación de Servicios Logísticos Ferroviarios, la Sociedad Anónima cuyas acciones son controladas 51% por AFE y 49% por la Corporación Nacional para el Desarrollo.