Martínez es profesor de Historia, tiene 34 años y comenzó a militar a los 14. Primero fue convencional por los jóvenes dentro del Partido Verde (PV) y luego convencional nacional. Cuando el PV pasó a formar parte de la Unión Cívica (UC), Martínez se convirtió en miembro de su órgano ejecutivo. “Entonces vino el problema. Cuando me mostré tal cual era, con una pareja de mi mismo sexo, cundió el pánico. Me dijeron que si algún día yo quería salir diputado, me consiguiera una novia de mentira. Decidí tomar por otro camino”, relató. En junio se incorporó al PC apoyando la candidatura de Daniel Lamas (Renovación y Cambio) porque se considera de “centro-izquierda”, pero no cree en la lucha de clases y actualmente milita en la agrupación de José Franzini (dentro de Propuesta Batllista).
Soy cristiano
El líder de la UC -integrada en su mayoría al PN-, Aldo Lamorte, dijo a la diaria que desconocía “con quién mantuvo esas conversaciones Martínez “a quien le tengo tanto aprecio”. “Sabíamos de esa situación, pero es personal. Nosotros lo llamamos para que volviera, pero dijo que estaba con otros temas, con el profesorado de Historia. De todas formas no hay que olvidarse que tenemos un pensamiento cristiano claro; eso significa que nunca vamos a abogar proactivamente por los homosexuales”, expresó.
Visibilizarse como colectividad fue el objetivo que Martínez se trazó en filas coloradas y tras un proceso de diálogo logró conformar un grupo cuyos integrantes, que ya son 38, “tienen en común compartir la ideología colorada y batllista”. “Esta página está abierta a todos/as los LGTB (Gays, Lesbianas, Bisexuales y Trans) que nos mostramos a la sociedad tal cual somos, sin temores, a los que todavía ‘no salieron del armario’ o están saliendo y a nuestros familiares y amigos, que nos aman y nos respetan por lo que somos como personas, y no por con quién nos acostamos o a quién amamos”. Así se presentan en su página de Facebook.
Una de las peculiaridades de la agrupación, señaló Martínez, es que también está abierta a heterosexuales y a familiares de LGTB, para que el intercambio sea más productivo. El otro elemento que los caracteriza es que el grupo en sí mismo no tiene fines electorales: “cada uno de los miembros hace política dentro de su sector, como lo viene haciendo desde hace muchos años”, explicó. Añadió que los adherentes que, como él, vienen de otros sectores partidarios son los menos; la mayoría es militante colorado desde siempre.
El fin del grupo es sensibilizar y colocar en la agenda del PC los derechos de los LGTB, “algo que le hace mucha falta”. Como inicio, presentarán a los 22 legisladores electos un documento escrito con los principales problemas de discriminación. “A la gurisada le cuesta menos asumir públicamente su orientación sexual, a uno que es grande y que se quemó con leche varias veces en el ámbito político plagado de homofobia, nos cuesta más. Hemos buscado un espacio y hemos encontrado apoyo de dirigentes y de los nuevos parlamentarios”, expresó y explicó que estaban esperando que pase el clima electoral para hacer una presentación formal en el CEN.
Para Martínez, la inclusión y la aceptación de la diversidad son parte de los ideales de José Batlle y Ordóñez, que fueron tenidos en cuenta por los actuales legisladores al apoyar las leyes de Unión Concubinaria, la Ley de Adopción, y el cambio de sexo registral. En noviembre, votó a Luis Alberto Lacalle por “disciplina partidaria” y porque era el “mal menor”, pero aclaró que entiende que el Partido Nacional (PN) es discriminatorio de la colectividad de LGTB porque “no les permite expresar sus intereses públicamente ni dentro del partido”. “Que me perdonen los nacionalistas, pero siguen hablando de los gays como una cosa rara, que no forman parte de la sociedad, que vienen a destruir la familia, amenazando con que todo el mundo se va a volver homosexual”, sentenció.
Daniel Melo secundó la lista a Diputados por Maldonado de la edila Beatriz Jaurena (Frente Amplio, PVP), pero en las pasadas elecciones integró la del diputado blanco reelecto Nelson Rodríguez (UNA). Decidió abandonar las filas blancas tras la postura del PN sobre la adopción por parte de homosexuales. “Tengo 48 años, milité desde joven en el partido, sabían desde siempre que soy gay, tengo pareja y que adopté cuatro hijos. Te sentís usado cuando trabajaste desde siempre por el PN y no defienden tus derechos por el simple hecho de que es un partido homofóbico. Luis Lacalle Pou me lo dijo clarito: ‘somos católicos apostólicos romanos”.