Larrañaga cruzó la valla que rodea la chacra con el termo bajo el brazo. Durante poco más de una hora conversó con Mujica a la sombra de los árboles en un clima “muy ameno y muy franco”, según él mismo relató. Las diferencias y calificativos poco amistosos que se dirigieron durante la campaña electoral quedaron atrás. “Las cosas que se dijeron en la campaña son cosas que se dicen entre hombres, y también fueron limadas en su momento por expresiones del propio Mujica”, afirmó el dirigente nacionalista y compañero de fórmula de Luis Alberto Lacalle. Mujica se arrepintió durante la campaña de haber llamado al nacionalista “perrito faldero”. Larrañaga reveló que ya había conversado telefónicamente con el presidente electo sobre esos temas y que fueron “superados”, ya que “hay un interés fundamental que está por encima de nuestras propias personas, que es el interés nacional”.

El líder blanco entregó al presidente electo una carpeta con las propuestas programáticas de su partido en materia de seguridad, energía, combate a la pasta base y educación, entre otros temas considerados prioritarios por su colectividad. Le propuso a Mujica postergar la entrada en vigencia de la Ley de Educación por seis meses, “a la espera de lograr entendimientos” con la oposición y las organizaciones sociales y aprobar un texto de consenso. “Mujica quedó de analizar esto porque entiende que puede ser un gesto del FA a la oposición”, aseguró Larrañaga.

El Partido Nacional aún no definió a quién designará para los grupos de trabajo interpartidarios que se encargarán, precisamente, de analizar estos temas. El senador Francisco Gallinal aseguró a la diaria que la designación es “inminente”. En tanto, en el FA hubo una reunión ayer por la tarde, encabezada por el presidente Jorge Brovetto, en la que se definieron lineamientos de trabajo y se empezaron a sugerir nombres para integrar los grupos.

Durante el encuentro en la chacra también estuvo sobre la mesa la relación entre el gobierno y la oposición.

“Mujica expresó que va a tener la mejor relación con la oposición y con el Parlamento, como genuina representación de la sociedad entera”, apuntó Larrañaga. Indicó que Mujica reiteró su voluntad de no condicionar la integración de la oposición en los entes y servicios a la posibilidad de renovar los organismos de contralor (Corte Electoral, Tribunal de lo Contencioso Administrativo y Tribunal de Cuentas) y señaló que le parece “un gesto importante”. “Coincidimos en que la participación de la oposición no es una regalía del gobierno electo sino un derecho de la oposición, que va a contribuir además a mejorar el gobierno”, manifestó.

A negociar

El Frente Amplio propondrá al Partido Nacional un acuerdo en materia de integración de entes y servicios similar al que Tabaré Vázquez propuso en 2005. En los directorios con tres miembros (por ejemplo, AFE, Banco Central y Banco Hipotecario) habrá un lugar para la oposición. En los directorios con cinco miembros (por ejemplo, ANCAP, Banco de Seguros y Antel) se cederán en general dos puestos, aunque en algunos casos especiales, como el del Banco República (BROU), lo más probable es que se haga la misma oferta que en 2005: sólo un cargo para la oposición. Esto es así porque “para tomar ciertas decisiones fundamentales de inversión se necesitan los votos de cuatro integrantes”, tal como en su momento lo argumentó Danilo Astori, cuando siendo ministro de Economía designado por Tabaré Vázquez rechazó que fueran dos los lugares para los demás partidos. Esa posición de Astori fue tomada por la oposición en su momento como el argumento para retirarse de las conversaciones y relegar su participación en esos organismos.

A pesar de que la oferta será prácticamente idéntica, el FA confía en que un quinquenio después la oposición aceptará. “Han hecho una autocrítica sobre lo que pasó y esta vez van a aceptar”, aseguró una fuente cercana a Mujica. Por ahora no está previsto que el presidente electo defina qué cargos van para cada partido, sino que lo dejará librado a que “la oposición se ponga de acuerdo”.

Pese a que Mujica no quiso condicionar esta participación a la renovación de los organismos de contralor, que permanecen con la misma integración desde 1994, la oposición está dispuesta a dar sus votos para un cambio de integrantes. Eso sí: no será proporcional a la votación de octubre, ya que tanto el Partido Nacional como el Partido Colorado pretenden tener juntos la mayoría en esos organismos.

“Estamos dispuestos a renovar”, afirmó Gallinal (Unidad Nacional), pero aclaró que “si efectivamente son organismos de contralor, darle la mayoría al gobierno quizás no sea lo más criterioso”. En tanto, la diputada nacionalista Beatriz Argimón (Alianza Nacional) dijo a la diaria que en su opinión los organismos “deben renovarse, porque están lejos de considerar el mapa político actual”. Pero también se mostró partidaria de que la oposición conserve la mayoría, para “permitir el máximo grado de contralor”.

En el mismo sentido, el diputado colorado José Amorín Batlle (Propuesta Batllista) consideró que deben renovarse pero “las minorías deben controlar”. “Ésa debe ser la lógica. Siendo el Partido Colorado gobierno, siempre fuimos minoría en los organismos de contralor. Lo natural en estos casos es que, por ejemplo, si hay nueve integrantes, tenga cuatro el FA y cinco la oposición”, opinó.

Quién sigue

Estos temas se negociarán en los próximos días. Por el FA se designarán representantes. En el caso del Partido Colorado, Fernando Amado, presidente de Vamos Uruguay, señaló a este medio que desde el FA aún no han comunicado cómo se procesará la discusión.

En el Partido Nacional, los dirigentes de Unidad Nacional plantearán la conformación de una comisión con representantes de todos los grupos blancos. “Lo lógico es que el directorio designe una comisión que lo represente en las negociaciones, con todos los sectores, y lo mismo hará el gobierno, y mantener al presidente y a la autoridad partidaria como tribunal de alzada, para facilitar el avance”, opinó Gallinal, principal referente de Correntada Wilsonista.

En cambio, Alianza Nacional prefiere que continúe siendo Larrañaga el interlocutor. Argimón destacó que su líder tiene una muy buena relación con Mujica y que ha dado muestras de que actúa en función de intereses partidarios y no sectoriales. Algo similar dijo ayer el propio Larrañaga a su salida de la chacra. “La institucionalidad partidaria está dada por el directorio del partido y por el presidente del partido, yo simplemente estoy ayudando, y mi propósito no es tener ningún tipo de aprovechamiento político”, aclaró.