La interpelación llevada adelante por el diputado nacionalista Jorge Gandini (Alianza Nacional) culminó sin consecuencias políticas, ya que, por mayoría, el Frente Amplio consideró “ampliamente satisfactorias” las explicaciones de los jerarcas del Ministerio de Salud Pública (MSP). La bancada oficialista también manifestó su “más absoluto respeto ético” al senador Eleuterio Fernández Huidobro, involucrado en las denuncias, ya que su esposa trabaja en la empresa de limpieza del Maciel, y al director del centro de salud, Daniel Parada.
En cambio, los tres partidos de oposición votaron una moción en la que declaran que la ministra “no pudo contestar ninguno de los cuestionamientos formulados”, por lo que consideraron “absolutamente insatisfactorias sus explicaciones”, tomando como “ocultamiento” la actitud de “evadir las respuestas”.
Gandini citó a la ministra Muñoz para obtener información acerca de las eventuales irregularidades ocurridas en el Hospital Maciel en la contratación de la empresa Clanider SA. Según la información divulgada, la empresa sobrefacturó por tres millones de pesos horas que no fueron trabajadas, aunque desde la dirección del centro asistencial se explicó que, una vez constatado el error, la empresa acordó devolver la diferencia.
Durante la interpelación, el diputado manifestó que en los próximos días presentará información a la justicia sobre testimonios que aseguran que la esposa de Fernández Huidobro, Alejandra de Mello, iba en la camioneta de la empresa al Hospital Maciel a buscar a funcionarios de Clanider para llevarlos a trabajar en casas de familia, en el horario en que debían cumplir su jornada en el nosocomio.
Muñoz, quien concurrió acompañada del subsecretario Miguel Fernández Galeano y del director general de Secretaría, Daniel Olesker, indicó que hay un sumario y cinco investigaciones administrativas en curso respecto de este tema, y desestimó la denuncia presentada por Gandini en sala.
“Todo lo que tenga para aportar, que lo documente”, señaló en una conferencia de prensa posterior a la interpelación, pero agregó que no tomó los dichos “con preocupación” porque está acostumbrada a “declaraciones infundadas” por parte de este legislador.
Respecto de la construcción de policlínicas en Canelones, Muñoz reconoció que hubo “dificultades en la gestión”, pero deslindó responsabilidades de los trabajadores del SUNCA: “No eran los que debían inscribir la obra en el Banco de Previsión Social”, afirmó.
La ministra aprovechó la ocasión para destacar el trabajo social que se realiza en estos convenios, en particular la alfabetización de los funcionarios de limpieza del Maciel: “Nos encontramos con más de 100 funcionarios que estaban trabajando en el hospital, de los cuales muchos no sabían leer ni escribir. Que la gente se alfabetice trabajando para mí es un orgullo, y yo lo festejo”, sostuvo, a la vez que respaldó y ratificó a Parada en su cargo, ya que él “no tenía la responsabilidad de hacer el control de las empresas de limpieza”.
La ministra consideró que en la sesión “quedó claro el manejo tendencioso, politiquero e irresponsable para desacreditar los logros del Sistema Nacional Integrado de Salud y de ASSE”, y sugirió que desde la oposición “no se quiere que progrese lo público y no se quiere que se distribuya la riqueza, se quiere volver a un modelo liberal, concentrador, excluyente, que en realidad sufrimos en la década de los noventa”. Para la jerarca, el llamado respondió expresamente al pedido de Lacalle, que durante una reunión con la agrupación parlamentaria pidió a los legisladores que “sigan machacando”. “El doctor Lacalle les dijo a sus legisladores que debían interpelar ministros, y en realidad sabíamos que hasta que concurriéramos a una interpelación no íbamos a poder trabajar tranquilos”, afirmó ayer Muñoz.
Gandini, por su parte, recalcó que la ministra “no removió de su cargo transitoriamente” a Parada, decisión que a su juicio debió hacer. “Eso es una actitud política electoral, no la interpelación, que es el mecanismo que tenemos para controlar”, consideró.