Las autoridades del INC habían resuelto el 28 de diciembre entregar la tierra a estas familias y Alur asegura que el financiamiento para la producción está garantizado. “No sé si alguien les da manija a los muchachos o si hay gente que sale a hacer turismo revolucionario. Pero esto es insólito”, evaluó el vicepresidente de Colonización, Mario Vera (MPP).

Los ocupantes pertenecen a la Unión de Trabajadores Azucareros de Artigas (UTAA), el Sindicato de Obreros de la Caña de Azúcar (SOCA), la Asociación de Pequeños Agricultores y Asalariados Rurales de Bella Unión (APAARBU), la Gremial Granjera y el Sindicato de Obreros de Calagua (Calagua). Las tierras en disputa están ubicadas sobre la ruta 3, a unos 20 kilómetros de Bella Unión, y hace dos años el presidente, Tabaré Vázquez, anunció en esa localidad norteña que el gobierno las entregaría para asalariados y pequeños plantadores de caña.

Gabriel Suárez, de la UTAA, explicó a la diaria que la medida de fuerza se coordinó durante la tarde del domingo, y aseguró que la ocupación no tiene ningún trasfondo político, como se ha sugerido desde esferas de gobierno. “Acá hay compañeros de todos los partidos, pero a nadie se le pregunta con quién está cuando se suma a la lucha por la tierra. Las únicas banderas que levantamos son las de nuestros sindicatos”, retrucó. Ayer de tarde, según relató, eran una veintena las personas que estaban en el predio cuando llegaron funcionarios regionales del INC para interiorizarse de la situación. Los ocupantes dicen que no tenían novedades sobre la resolución que tomó la dirección de ese organismo al cierre del año, pero no están dispuestos a levantar la ocupación con sólo esa certeza. “Las tierras son para 44 familias de las cinco organizaciones. Pero ellos tienen que entender que no podemos hacer nada con la tierra si no tenemos recursos para trabajarlas; eso Alur lo sabe bien, pero no responde”, argumentó. La calidad de vida del “peludo, peludo”, según Suárez, no mejoró con la puesta en marcha del ingenio sucroalcoholero y sigue “como hace 20 o 30 años”, aseguró.

“En Montevideo se ven muchas propagandas lindas, pero el peludo sigue estando diez horas tirado en el barro, como ha sido siempre. Sólo se ha visto beneficiado un grupo muy pequeño de la sociedad”, opinó. El directivo de la UTAA confía en que desde la presidencia Mujica “podrá dar una mano” para solucionar la problemática de la tierra en el norte del país, porque tiene una “visión de fondo parecida a la nuestra”. “Él conoce muy bien la situación de la zona, lástima que como ministro de Ganadería apareció muy poco por acá. Sería bueno que ahora le llegue este mensaje nuestro”, sugirió.

La Asociación de Plantadores de Caña de Azúcar, que nuclea a las patronales del sector, discrepa con la postura de los sindicatos. “Se están metiendo en un problema innecesariamente, pero esto se veía venir. Todo muy lindo con el proyecto sucroalcoholero, pero el productor de caña está muy mal. El campo está deshecho y los trabajadores dependen mucho del productor”, dijo a la diaria Jelil Brysk, directivo de esa gremial. A pesar de ese diagnóstico, los plantadores miran con expectativa la llegada al Ministerio de Ganadería de un viejo conocido, el productor Tabaré Aguerre, socio de esa institución.

Aguerre es más conocido por su actividad en la Asociación de Cultivadores de Arroz, pero también se dedica a la ganadería y la caña de azúcar, y siguió de cerca el conflicto que los plantadores de Bella Unión tuvieron con Alur a mediados del año pasado. “Él tiene muy claro lo que pasa con nuestros productores y eso nos da confianza para que cambien las cosas”, afirmó Brysk.

No te ocupes

En el gobierno siguen sin tener claro cuál es el reclamo de los sindicatos que están en la colonia Raúl Sendic, la tercera medida con esas características que se toma en esta administración (el 15 de enero de 2007 ocuparon la colonia España, y doce meses después el grupo de lecheros Mandiyú hizo lo mismo en la colonia Eduardo Acevedo).

El ministro de Ganadería, Andrés Berterreche, dijo a la diaria que esperaba un “diálogo previo” con los trabajadores pero eso no sucedió “en ningún momento”. “La medida nos tomó por sorpresa. Pero pienso, desde mi experiencia gremial, que no se pueden tomar medidas sin agotar todas las instancias de negociación”, apuntó. El jerarca considera que muchas de las demandas de los ocupantes han sido atendidas y el diálogo entre los actores involucrados “venía siendo fluido”. “Siempre estamos para atender el teléfono, por eso esto genera sorpresa”, agregó.

El presidente de Alur, Leonardo de León, asegura no comprender la reivindicación de los ocupantes. “Es un reclamo que no tiene sentido. Ocuparon tierras que ya son de ellos porque el INC se las adjudicó la semana pasada y el financiamiento de Alur lo van a empezar a tener, a partir de ahora, como todos los demás productores, para maquinaria, herramienta y contratación de personal. Realmente no entendemos nada”, enfatizó.

El vicepresidente del INC tiene una sensación parecida aunque va un poco más allá. Vera relató que la estancia se compró y “siempre estuvo claro” que era para “peludos y pequeños productores, como determinó el presidente Vázquez”. El 22 de diciembre el gerente general del INC se reunió con los gremios para terminar de consensuar el acuerdo y seis días después el organismo ratificó la adjudicación a las 44 familias “que ellos mismos eligieron”.

“Y ahora nos encontramos con esto, que es increíble. Salimos de reuniones con el mejor diálogo y termina en una ocupación. Es insólito”, remató.