A las cinco de la tarde el Secretariado Ejecutivo del PIT-CNT se reunió para evaluar la jornada. “Este paro fue contra las clases dominantes y la oligarquía criolla. Estamos peleando por una mejor distribución de la riqueza, y si el gobierno colabora para eso será mejor para todos”, resumió Jorge Taborda, vocero del cónclave y dirigente del Movimiento de Participación Popular.

Taborda opinó que los empresarios “nunca ganaron tanto dinero” como desde 2005 hasta ahora, aunque se siguen quejando “de llenos” y el “ataque a la formación de sindicatos sigue siendo muy fuerte”.

“Hubo una gran respuesta en todo el país, pero no homogénea. Los sectores con mayores dificultades para acatar la medida fueron aquellos en los que la relación entre el obrero y el empleador es más cercana y las presiones, más frecuentes”, manifestó el delegado del gremio de funcionarios de la Universidad (AFFUR).

Los sindicalistas reaccionaron molestos con Lucía Topolansky, quien de mañana, en declaraciones a El Espectador, se refirió a la interna del gremio de los públicos (COFE). “Ha sido muy claro su presidente, Pablo Cabrera, pero otro dirigente, Joselo López, dijo que el paro era político”, criticó la senadora del Espacio 609. “No me gustó para nada esa declaración. Las internas las dirime la gente en los lugares que corresponde. En mi sindicato [la FUM] lo dirimieron hace 15 días con 9.100 votos y en la interna de COFE lo dirimirán en su congreso. Pero no me parece bien que desde los actores políticos haya injerencia en la acción sindical”, manifestó a la diaria Fernando Pereira, coordinador del PIT-CNT.

Lejos de la sede de la calle Jackson, la dirección de COFE hacía su evaluación. López decía que en el sector público el acatamiento fue de “prácticamente 100%”, agregó que los ministerios “estuvieron todos cerrados” y destacó un corte de ruta efectuado en Salto. “Los gobernantes y los parlamentarios han trabajado como si fuera un día normal, en otras épocas no hacían eso”, ironizó. La Tendencia Clasista y Combativa, en tanto, se concentró en la esquina de General Flores y Avenida de las Leyes, cerca de la carpa instalada por el sindicato de los públicos (COFE). “La dirección del PIT-CNT resolvió no movilizarse porque a la mayoría le pesa su condición de frenteamplista y no quiere complicar al gobierno”, evaluó Sergio Pereira, del sindicato del taxi.

El coordinador de la central explicó que la Mesa Representativa evaluó que en un paro de 24 horas es difícil convocar a una movilización por aspectos logísticos y de transporte. “Es una decisión, quisimos priorizar el paro en lugar de un acto”, dijo Pereira.

El gobierno siguió con atención los resultados de la medida, aunque se mantuvo firme con las actividades programadas. Anoche, el director nacional de Trabajo, Luis Romero, vaticinó que la ronda de Consejos de Salarios “seguirá con normalidad” a nivel privado, aunque planteó “ciertas dudas” respecto a cómo continuará la negociación con los públicos. “Siempre es importante favorecer a la gente más allá de las reivindicaciones salarias puntuales. Nunca hay que perder de vista las causas sociales, que también son parte de la actividad sindical”, dijo el ex sindicalista de Funsa.

El jerarca opinó que el acatamiento, principalmente en la industria, “fue muy alto”, sobre todo por la “disciplina” que caracteriza al movimiento obrero. Romero no escondió su malestar ante declaraciones de sindicalistas de esta semana. “Decir que el gobierno intenta destruir las estructuras sindicales es una apreciación demasiado fuerte. Cortar tan grueso nunca colabora en nada”, resumió.

Siga el baile

La movilización convocada por la Asociación de Funcionarios del SODRE (Afusodre) ayer frente al Auditorio Adela Reta no impidió que la Gala de Ballet se concretara con normalidad. Desde la tarde, las calles que rodean la sala estaban valladas y custodiadas por policías e integrantes de la Guardia Metropolitana. El secretario general de Afusodre, Raúl Saavedra, relató que los dirigentes se sorprendieron con el despliegue policial y recalcó que la actitud era “pacífica”. Muchos entregaban volantes a quienes traspasaban las vallas mostrando su entrada e intentaban explicarles las razones de su conflicto; algunos tomaban el volante y otros se negaban con un simple “No, gracias”. Desde las 18.30 un grupo de militantes de Asamblea Popular y otros grupos opositores al gobierno acusaban de “traidores” a los efectivos policiales, y varios imitaban carneros al grito de “bee-bee”. La movilización convocó a unas 150 personas. La proclama de Afusodre reivindicaba que la función se realizaba con 53 pasantes de UTU sin contrato y con 20 becarios contratados como unipersonales, y los dirigentes acusaban al gobierno de querer “quebrar un paro del PIT-CNT”. El secretario general de la Confederación de Organizaciones de Funcionarios del Estado, Joselo López, consideró “increíble” que se haya mantenido la gala pese a la propuesta de los trabajadores de cambiar la función para el 11. El presidente del Consejo Directivo del SODRE, Fernando Butazzoni, respondió que no se podía cambiar la fecha: “Por primera vez en muchos años el SODRE tiene un cronograma establecido de un año para adelante, no parece lógico hacer modificaciones que van a afectar todo el funcionamiento”, dijo, y explicó que el lunes 11 es el único día libre de los bailarines, que regresaron de una gira de tres semanas por el interior. “No es un capricho”, agregó, y recalcó que en la tarde se agotaron las diez mil entradas para las cinco funciones y las dos mil previstas para la de ayer. El ministro de Educación y Cultura, Ricardo Ehrlich, explicó a la diaria que “hubo diálogo hasta último momento” con los trabajadores y reconoció que le hubiera gustado llegar a un mejor acuerdo: “[Esta situación] nos cuestiona, en un país donde tenemos principios muy firmes en lo que tiene que ver con la vida sindical”, dijo. Pero recalcó que en torno al Ballet se generó “un fenómeno extraordinario en el país: la propuesta artística, el esfuerzo de los muchachos y lo que significa Julio Bocca crearon un hecho tremendamente interesante”. A las 20.00 el público estaba dentro de la sala y a las 20.10 la movilización ya se había retirado y las vallas, levantado. Los bailarines comenzaron la función y, pese a que los técnicos adhirieron al paro general, el audio en el auditorio no faltó; lo manejó el director del Ballet.