“No hago una valoración negativa de la gestión de Lorier, en lo más mínimo, pero la rotación siempre es buena. Es importante impulsar aires nuevos para el PCU y no tengo dudas de que Juan, que ha demostrado en el movimiento sindical que tiene una enorme capacidad política, podría ser un gran secretario general”, dijo a la diaria la dirigente Lille Caruso, integrante del Comité Central.
Este ámbito tiene previsto reunirse antes de que termine octubre, con el propósito de aprobar una nómina de candidatos para integrar la próxima dirección, y esa plancha se someterá luego a votación de los congresales. Allí se sabrá quiénes son los dirigentes con mayores chances de acceder a la secretaría general, una designación que saldará la nueva dirección central.
En el congreso de 2006 el más votado fue Castillo, con 503 votos, seguido por Jorge Bermúdez con 470, y en tercer lugar quedó Lorier, con 466 sufragios; pero después el dirigente portuario retiró su candidatura a la secretaría en el Comité Central, que finalmente votó mayoritariamente al legislador oriundo de Florida. En aquella discusión, una de las impulsoras de Castillo en la interna partidaria fue la secretaria general saliente, la ex ministra de Desarrollo Social Marina Arismendi.
“Tenemos muchos compañeros en la dirección que están en condiciones de asumir la secretaría, entre ellos Juan, claramente”, opinó Caruso, que preside la Comisión de Derechos Humanos del PCU. Ayer de tarde, el coordinador del PIT-CNT todavía no estaba al tanto de estas ideas que han comenzado a circular en la interna. “No tengo conocimiento de ninguna propuesta”, se limitó a responder Castillo, que en las elecciones fue candidato a diputado por la lista 1001 en Canelones. Otra idea que han manejado algunos dirigentes comunistas, según pudo saber la diaria, consiste en retomar la modalidad de una secretaría general “compartida”, como la que integraron hace algunos años Arismendi, Carlos Tutzó y Pedro Balbi.
Otros dirigentes prefieren saldar otras cuentas. El sindicalista Jorge Bermúdez, de la Federación Uruguaya de la Salud, opina que antes de resolver quiénes integrarán la dirección resulta fundamental tomar definiciones en materia de “orientación política”. “Los caminos están bien marcados: o nos integramos desde adentro con ánimo de incidir en el gobierno del FA, que es el único proyecto de cambio real, o nos paramos en la vereda de enfrente a tirar piedras. Personalmente, no tengo intenciones de acumular con quienes plantean que un gobierno que reinstaló la negociación colectiva es neoliberal. Eso es una tontería mayúscula”, sentenció Bermúdez, que en 2006 respaldó a Castillo para la secretaría general y que no está dispuesto a continuar en el Comité Central del PCU, según adelantó.