Después del fracaso para designar nuevas autoridades en el congreso de diciembre de 2007, se han lanzado al ruedo diferentes propuestas de candidatos, como la ex senadora Margarita Percovich; la ex ministra de Desarrollo Social Marina Arismendi; el ex subsecretario de Salud Pública Miguel Fernández Galeano y, de nuevo, la politóloga Constanza Moreira. A la lista podría sumarse Tabaré Vázquez, con el ingrediente de que hasta los más entusiastas dudan de que el ex mandatario quiera volver a ocupar la presidencia del FA.
“Sería ideal que Tabaré vuelva a la presidencia del FA, pero no creo que agarre con tanto conflicto interno. Conozco, por experiencia, lo que significa estar en la presidencia del FA, uno lo mira desde afuera y parece todo precioso, pero no es tan así”, dijo a la diaria Lily Lerena de Seregni, quien aclara, por las dudas, que esas tensiones a las que se refiere existen desde 1971 y ya forman parte de la identidad de la fuerza de gobierno. Lily continuó con su línea de razonamiento al sostener: “Un futuro gobierno de Tabaré sería fantástico; entonces, si bien es cierto que mientras tanto podría aportar desde la presidencia del FA, también podríamos perder muchísimo”.
Mauricio Rosencof parece más convencido en alcanzar su propósito. “Tenemos a Diego Forlán en el banco. No es posible que los frentistas nos demos el lujo de permitir que un compañero entrañable como Tabaré esté tirando el lengue para el pejerrey en la escollera Sarandí. Es un desperdicio”, dijo en diálogo con la diaria el ex guerrillero tupamaro, quien la semana pasada planteó este razonamiento en entrevista con Caras y Caretas y que opina que la designación de Vázquez como sucesor de Brovetto sería una forma de “vigorizar a la fuerza política”, que empezaría a tener “mayor capacidad de interlocución” con el gobierno. “Tabaré tiene una excelente relación con Pepe, y desde la presidencia del FA tenía mucho para aportar al gobierno”, agregó.
La ex subsecretaria del Ministerio de Relaciones Exteriores Belela Herrera coincide en que esta postulación no generaría resistencias en la interna del FA, aunque le parece “muy difícil” que Vázquez la acepte.
En febrero, la senadora Lucía Topolansky había dicho que la presidencia del FA “podría ser una responsabilidad” para el ex mandatario. “O si no quiere algo tan concreto, tendría que ser algo parecido [...] Los grupos políticos necesitan liderazgos y Tabaré es el líder indiscutido del FA; entonces, sería bueno que ejerciera ese liderazgo a pleno”, reflexionó en entrevista con la diaria. Siete meses después, en Radio Uruguay, la senadora más votada del FA avanzó todavía más y le pidió un pronunciamiento para las elecciones de 2014, aunque tampoco obtuvo respuestas.