Ni yo ni nadie
El presidente de la Junta Nacional de la Salud (Junasa), Luis Gallo, adelantó a la diaria que mañana las autoridades del Ministerio de Salud Pública (MSP) se pronunciarán sobre los planteos efectuados en las últimas horas por el arzobispo de Montevideo, Nicolás Cotugno, en su calidad de presidente honorario de la mutualista Círculo Católico. A través de un comunicado emitido por la Iglesia Católica, anunció que está evaluando impugnar el decreto que reglamenta la ley 18.426 de Defensa del Derecho a la Salud Sexual y Reproductiva, en referencia a dos literales. Éstos establecen que los servicios sanitarios deben incluir el “asesoramiento y adopción de medidas de protección de las mujeres frente al aborto provocado en condiciones de riesgo” y “atención de la interrupción del embarazo”. Cotugno reclama que a la mutualista le corresponde “velar para que la institución ajuste sus actos a los principios evangélicos y a los documentos del Magisterio de la Iglesia” y que el decreto reglamentario “estaría diciendo que el Estado puede obligar a las instituciones que han sido fundadas sobre valores radicalmente respetuosos de la vida humana a que traicionen esos mismos valores, sin importar el sentir de sus fundadores, directivos y asociados”.
Anticipar si habrá voluntad para que prospere la despenalización parece una tarea inabordable. En primer lugar, porque es impredecible saber cómo estará conformado el Parlamento a la hora de la votación, teniendo en cuenta la experiencia de la pasada legislatura, en la que se alternaban titulares y suplentes, según su postura frente a la despenalización. En segundo lugar, ninguna de las bancadas partidarias discutió el tema ni tomó postura, y muchos de los legisladores consultados por la diaria prefirieron no opinar hasta que eso suceda. No obstante, el oficialismo tiene los votos para aprobar la iniciativa y un mandato explícito del V Congreso Extraordinario Zelmar Michelini de hacerlo.
El documento establece que uno de “los grandes ejes programáticos” vinculados al derecho a la salud integral será las “políticas tendientes a recuperar el terreno sobre lo avanzado en materia legal en el campo de los derechos sexuales y reproductivos, incluyendo la despenalización del aborto”. Aunque hay legisladores en contra, fuentes consultadas por la diaria explicaron que los impulsores apelarán al cumplimiento de esta resolución. El senador Ramón Fonticiella (Alianza Progresista), por ejemplo, adelantó que no está de acuerdo, pero advirtió: “No sé si estaré en mi banca en el momento en que se vote”.
Seguir la tradición
En filas blancas parece estar claro que rechazarán en bloque cualquier iniciativa que disponga la despenalización, aunque aún no lo discutieron. “Es una postura histórica, humana. Yo no los voy a votar”, afirmó la diputada nacionalista Verónica Alonso (Correntada Wilsonista). Su par de Alianza Nacional Gerardo Amarilla también fue contundente: “Absolutamente en contra”. “Estoy a favor del derecho a la vida, que no admite que se relativice de ninguna forma, y en eso el Partido Nacional tiene una postura bastante sólida, es un tema de principios”, explicó.
El Partido Colorado, en cambio, “va a estar dividido”, reconoció en diálogo con la diaria el senador Tabaré Viera (Propuesta Batllista). Todos los consultados por este medio se manifestaron en contra, aunque el diputado Fernando Amado (Vamos Uruguay) en su momento se expresó a favor. Viera, apelando al derecho a la vida y a los “valores morales”, afirmó que no levantará la mano a favor. “Es una de las cosas que debería ser resuelta a través de un plebiscito”, deslizó.
Los diputados de Vamos Uruguay Juan Manuel Garino y Graciela Matiaude fueron en el mismo sentido. “Hay un derecho que prima sobre otro: está el derecho a la vida y en segundo lugar viene el derecho de la mujer sobre su propio físico. Se piensa que aprobando la despenalización se están creando derechos para la mujer, pero la integridad física cede ante la perspectiva de un nuevo ser humano. Y para cuando su vida está en peligro, ya está previsto en el Código Civil”, alegó Garino. “Es un tema cultural, tenemos que saber utilizar en tiempo y en forma las herramientas para no concebir un embarazo no deseado”, resaltó Matiaude.