El secretario general del PCU, Eduardo Lorier, considera que la “mayor contribución” que pueden hacer los comunistas al segundo gobierno del FA pasa por garantizar el “cumplimiento del programa”. En ese sentido, reclamó la creación de una comisión que estudie la viabilidad del frigorífico nacional, la consolidación de un ente marítimo del Estado y la convocatoria a “una convención nacional constituyente”.
“Si en nuestro país algunas medidas de cuño keynesiano son posibles y convenientes para paliar la crisis, impulsémoslas. Pero eso sin compartir sus fines de largo plazo, como la defensa imposible del capitalismo”, aclaró. Lorier alertó sobre un “gigantesco operativo” de la oposición para dividir la interna frenteamplista -“hay cantos de sirena para algunos y descalificaciones para otros”-, y por una “apropiación indebida” del programa del FA por parte de la derecha.
Los comunistas, según Lorier, están dispuestos a apoyar un presupuesto que esté “a la altura de las necesidades del pueblo”, un asunto que también abordó Gerardo Núñez, secretario general de la UJC. “Lo decimos fuerte y alto. No compartimos el mensaje presupuestal en materia educativa y vamos a pelear para que se refleje todo lo aprobado en el Congreso de Educación Julio Castro”, enfatizó Núñez, molesto con los artículos que “lesionan la autonomía” de las instituciones educativas. La juventud comunista, según aclaró, no se organiza para “administrar el capitalismo”, ya que ninguna “transformación real” es posible en el marco de este sistema. Núñez arremetió contra los “números fríos” cuando se habla de políticas de empleo juvenil, y reivindicó la última Marcha por la Diversidad Sexual. “Cortar con la homofobia servirá para ser más libres, plenos y humanos”, dijo.
Más allá de los discursos -incluyendo las delegaciones extranjeras y a Jorge Brovetto, que transmitió un saludo de Tabaré Vázquez-, la jornada estuvo cargada de homenajes. Hubo menciones para Vladimir Lenin, José Martí, Rosa Luxemburgo, Fidel Castro, Rodney Arismendi, los comunistas uruguayos que murieron en la revolución sandinista, la primera senadora mujer de América Latina, la minuana Julia Arévalo, y figuras de la cultura nacional como Alfredo Zitarrosa, Eduardo Darnauchans, Ricardo de León y Atahualpa del Cioppo, entre otros. El Partido Socialista le entregó una placa a Vittorio Cassartelli, delegado comunista en la Mesa Política del FA y en otros ámbitos de la estructura, que fue junto con Pedro Aldrovandi, de 91 años, uno de los “históricos” que tuvo más reconocimientos. Entre los asistentes pudo verse a Reinaldo Gargano y Eduardo Fernández (PS), Julio Marenales y Luis Polakof (MPP), Carlos Baráibar (AU), Rafael Michelini (NE), los ministros Ana Vignoli, Eduardo Brenta y Daniel Olesker y los intendentes Marcos Carámbula y Ana Olivera. Quizás la ausencia más notoria fue la de la comunista y ex ministra de Desarrollo Social Marina Arismendi.