El episodio puede resultar gráfico de la situación que se está viviendo. El gobierno invitó la semana pasada a las cámaras empresariales y al PIT-CNT para discutir la Ley de Negociación Colectiva y las observaciones efectuadas por parte de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

El viernes, las cámaras de Comercio e Industria respondieron que, debido a la amplitud de la temática y por estar desarrollándose la negociación colectiva, preferían reunirse sólo con el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS) y postergar el encuentro con los sindicatos hasta diciembre.

El Poder Ejecutivo, que insiste en convocar la tripartita para antes del 10 de noviembre, se mostró sorprendido por la postura empresarial. “Nos parece sorprendente que nos respondan con nuestro argumento, cuando está finalizada la ronda de Consejos de Salarios”, dijo a la diaria el ministro Eduardo Brenta, antes de enfatizar que sólo con los empresarios “no vamos a discutir nada”.

En materia de negociación colectiva, el director de Trabajo, Luis Romero, evaluó que las cámaras empresariales “están muy duras” y se lamentó de que en Uruguay todavía se sigan “desconociendo” algunas libertades sindicales. “Eso hace que la gente explote por algún lado y en ocasiones lo haga mal. A veces parece que el mundo se desbarranca, pero en realidad no es así. Hay sindicatos nuevos que no tienen experiencia en la negociación”, opinó el ex sindicalista de Funsa.

Cal y arena

Por su parte, el coordinador del PIT-CNT, Juan Castillo, atribuye los niveles actuales de conflictividad a tres temas: la convocatoria a los Consejos de Salarios, la discusión parlamentaria de la Ley de Presupuesto y la propuesta gubernamental de reforma del Estado. “Ningún gobierno es igual a otro, pero en cuanto a las relaciones con el MTSS no tenemos nada para criticar, tanto ahora con Brenta como antes con [Eduardo] Bonomi”, opinó.

El presidente de la Cámara de Industrias del Uruguay (CIU), Diego Balestra, considera que la conflictividad actual es mayor en comparación con la que hubo durante el primer año de la administración de Tabaré Vázquez. “Probablemente haya una valoración equivocada de los sindicatos acerca de cuál es la realidad del país y qué es lo que se puede negociar y pedir. Hay una posición de ahora y ya, sin tener en cuenta la situación de algunas empresas”, se quejó el empresario, molesto por una “agresividad” en las declaraciones, “como hace tiempo que no se veía”. “El caso de [Richard] Read es el más notorio”, afirmó. En opinión de Balestra, el presidente José Mujica está haciendo “esfuerzos muy grandes” para evitar problemas por negociaciones salariales.

“Ante planteos de empresas extranjeras, [Mujica] advirtió que si las inversiones se van será complicado para el país. Que el presidente haya salido a mediar es una diferencia, no tengo presente que Vázquez haya salido a mediar por un problema laboral”, comparó. Uno de los conflictos más complejos que se han registrado en los últimos días fue el de la bebida. Ayer al mediodía la Federación de Obreros y Empleados de la Bebida y la patronal acordaron retirar del convenio colectivo la cláusula que había originado el conflicto.

“Totalmente ganadores, todo lo que nos molestaba se fue. Fue por muerte súbita, preferimos subir al [ring en el] primer round y pegar fuerte, porque el rival era grande”, dijo Read a la diaria, seguramente en referencia a la ocupación de la planta de Coca-Cola durante 20 horas. En la otra punta del dial, Balestra entendió que se terminó acordando lo que presentaron los empresarios de la bebida. “Los empresarios que estuvieron en la reunión me dijeron que se firmó la primera propuesta. Nada se cambió por el tema de la ocupación”, aclaró el titular de la CIU.