El Frente Amplio (FA) deberá analizar “con mucho detenimiento” si a Uruguay le conviene aprobar, al menos tal como está redactado, el proyecto que intenta regular la Participación Pública Privada (PPP), cuyo análisis comenzará en breve la Cámara de Diputados. El presidente del Partido Socialista (PS), Reinaldo Gargano, dijo ayer a la diaria que, en su opinión, la iniciativa del Poder Ejecutivo avanza “más allá” de los compromisos programáticos asumidos por el FA en esta materia.

“Hay cosas que el Poder Ejecutivo entiende que deben desarrollarse en asociación con privados, pero con este esquema que se propone será una decisión que le cabe exclusivamente, sin tener en cuenta lo que diga el Poder Legislativo”, sentenció Gargano. El ex canciller planteó que en este debate es importante defender “el patrimonio nacional” y la capacidad del Estado de “mantener el control”, tanto en capital como en gestión, en “áreas estratégicas”. “Al borrador le faltan aspectos para tener garantías de que eso seguirá siendo así”, consideró Gargano.

Ayer el referente socialista abordó críticamente el proyecto durante la reunión semanal del Comité Ejecutivo del PS, que ya había comenzado a estudiar el proyecto el lunes 15 de noviembre. La posición final del sector la tomará un Comité Central, y en el debate interno han participado activamente cuadros de gobierno directamente involucrados, como el ministro de Industria, Roberto Kreimerman; el director general de secretaría del Ministerio de Economía, Pedro Apesteguía; el vicepresidente de AFE, Juan Silveira, y el referente de la Mesa Sindical Coordinadora de Entes, Óscar López.

El ex ministro de Relaciones Exteriores ha planteado reparos ante el proyecto de PPP en los dos últimos encuentros del Comité Ejecutivo. En estos cónclaves ha señalado que si el Estado cede posiciones en la gestión de “infraestructura estratégica” correría riesgo “el rumbo del país”; que el planteo le otorga “demasiadas potestades” a Presidencia de la República y el Ministerio de Economía y Finanzas y que al FA “le faltó discusión interna” antes de enviar el proyecto al Parlamento.