En una reunión realizada ayer en la sede de AEBU, la banca oficial ratificó además en forma unánime la solicitud de expulsión del sindicato del presidente del Banco República, Fernando Calloia, en sintonía con lo resuelto el jueves pasado por una asamblea, y destacaron la “convicción democrática” del gobierno al no decretar la esencialidad, una posibilidad con la que se especuló durante el fin de semana.

“Una medida así habría sido algo demasiado grave y probablemente nos obligara a terminar en la OIT [Organización Internacional de Trabajo], que sólo contempla esa salida para los casos de seguridad y salud. Afortunadamente optaron por no volver a las tristes épocas de Pacheco Areco”, resumió Carlos Márquez, presidente del Consejo Oficial y dirigente de la lista 17, mayoritaria en esa rama. Las medidas de fuerza han sido aprobadas por esa corriente gremial (integrada por militantes del MPP, PCU y PVP) en alianza con la representación de la 810, en la que participan dirigentes de la Corriente de Izquierda y de otros grupos izquierdistas que no integran el Frente Amplio (FA).

En contrapartida, las propuestas de conflicto han sido votadas negativamente por los delegados de la lista 98, mayoría en la banca privada y en la que militan sindicalistas de Articulación. AEBU, uno de los sindicatos más poderosos del país, tiene elecciones en abril del año próximo, y muchos interpretan que estas tensiones internas podrían ser un preámbulo de esa competencia. “Puede sonar paradójico, pero en la 98 estamos siendo más mujiquistas que los compañeros de la 17”, argumentó un dirigente de la tendencia moderada de AEBU.

Los banco un rato más

Ayer Mujica pidió en el Consejo de Ministros darle más tiempo a la banca oficial para que “reflexione sobre lo que está pasando” y también para que el FA “entienda lo que está pasando”. La Mesa Política de la coalición de izquierda recibió ayer a Calloia y resolvió realizar un seguimiento de la situación directamente a través de la presidencia del FA. En el encuentro, Calloia interpretó que el conflicto bancario puede deberse a la interna sindical en AEBU.

El gobierno ve con preocupación “algunas metodologías que no guardan proporción con los reclamos”, indicaron fuentes del gabinete. El Ministerio de Trabajo aguarda la actitud que adoptará el sindicato hoy, especialmente respecto al clearing, para definir si habilita el diálogo.

El tema está instalado en el Poder Ejecutivo desde hace varios días. Ayer, tras la reunión del Consejo de Ministros, el secretario de Presidencia, Alberto Breccia, informó que el gobierno decidió no decretar la esencialidad de los servicios para “no aumentar la temperatura del conflicto”. “Esperamos señales de los trabajadores”, dijo el jerarca, que también cuestionó a AEBU por tomar como “rehén” a la población y llamó a la “reflexión” de los empleados bancarios, ya que, desde su punto de vista, “no se encuentra una gravedad que justifique las medidas adoptadas”. A la salida de la Comisión de Presupuesto del Senado, el ministro de Economía y Finanzas, Fernando Lorenzo, sentenció algo parecido. “El conflicto bancario no tiene sentido”, fue su mensaje.

Los vaivenes en la interna sindical reflejaron ayer otro episodio, después de que el coordinador general del PIT-CNT, el comunista Juan Castillo, intentara generar un espacio de negociación durante el fin de semana. Esa iniciativa no fue bien vista por el presidente de AEBU, Gustavo Pérez (Articulación), molesto porque Castillo llevaba a cabo acciones que “el sindicato desconoce”. “El sector oficial ni siquiera solicitó gestiones al Consejo Central del sindicato, por lo que tiendo a pensar que menos se las puede solicitar al PIT-CNT”, dijo en declaraciones a El Espectador.

Consultado por la diaria, Castillo explicó que el fin de semana realizó contactos con el ministro de Trabajo y con algunos integrantes de AEBU “a modo personal, colectivizados después con los demás coordinadores”, en referencia a Fernando Pereira (Articulación) y Edgardo Oyenart (PVP). Para Márquez, un ex vertientista que ahora milita en el PCU, hay que recordar que desde Articulación “también han salido a cuestionar el conflicto, sin ser actores directamente involucrados”. “Lo mismo pasa en este caso, cuando un compañero como Castillo, que no ha perdido la conciencia de clase, intenta mediar en el conflicto, así que no entiendo la molestia”, aludió.