El diplomático estuvo ayer en nuestro país para participar en el foro “Democracia y cambio progresista: reflexiones a propósito del fallido golpe de Estado en Ecuador”. Minutos antes comentó a este medio que tanto Lula como Vázquez le darían a la Unasar la “proyección internacional” que el bloque necesita “en este momento”, luego de haberse “consolidado políticamente”.

“Las relaciones internacionales eran muy burocráticas, los presidentes no salían de los países. El secretario general tiene que tener dinamismo, fundamental hacia adentro y hacia afuera”, opinó. Puso como ejemplo la capacidad de respuesta de los mandatarios tras la rebelión policial del 30 de setiembre en Ecuador. “Para vincularse con el mundo se precisa un perfil muy alto, como el de Kirchner. Para tener ese dinamismo no basta con ser dinámico, se debe tener la capacidad de que te acepten y para eso tiene que ser un personaje muy reconocido política y popularmente, que sepa moverse en todos los ámbitos”, continuó.

En ese perfil, según Lucas, encuadran Vázquez y el presidente brasileño. Si no se formalizan sus candidaturas, la persona indicada “tiene que tener una trayectoria dentro de América Latina”. “Lo importante es que quien asuma lo haga con todas las capacidades. Tiene que ponerse al hombro la secretaría general porque hay que construirla”, concluyó.

Casualidades

“[El gobierno] debe intentar convencer y persuadir a la mayoría, agotar todos los recursos posibles y no caer en el camino fácil del desplante de poder. Tiene que ser firme en lo fundamental, no en lo accesorio, ser firme tampoco es ser obcecado”, afirmó ayer Mujica en su audición en M24, en referencia a las negociaciones con los sindicatos.

El vicecanciller se nacionalizó ecuatoriano en 2008, pero es uruguayo y tiene una vinculación histórica con el MLN-T. Consultado sobre las capacidades de Mujica para desentramar conflictos sindicales, expresó: “Sé la capacidad de diálogo que tiene porque lo conozco desde hace muchos años. Me parece muy extraño que no quieran dialogar con él o que digan que no dialoga. Por lo tanto, si alguien no busca el diálogo, tiene alguna intencionalidad”. Para Lucas, es “mucha casualidad” que se den “tantos conflictos al mismo tiempo” y, según advirtió, hay que “saber separar” entre aquellos que defienden “determinados derechos” y lo que sucede “en algunos sectores” en los que hay “gente moviéndose para desestabilizar el gobierno”. “Aquí no se va a dar un golpe de Estado, pero desestabilizar también significa presionar para que pueda ceder a determinadas cosas. Así se trabaja para la desestabilización, no necesariamente es para tomar un gobierno”, consideró.