Fraudes y estafas en la Armada. Pilotos de la Fuerza Aérea que utilizan una paramétrica de horas de vuelo "alternativa" en las misiones de paz. Una sanción al comandante en jefe del Ejército, Jorge Rosales, por opinar sobre el proyecto interpretativo de la Ley de Caducidad. El procesamiento del general del Ejército en actividad Miguel Dalmao por el homicidio de Nibia Sabalsagaray en dictadura, más una reducción en 0,2% del presupuesto del Ministerio de Defensa Nacional (MDN) -pasó de representar el 4,6% del gasto total del Estado en el período 2005-2010 al 4,4% en el próximo quinquenio- que para ex comandantes en jefe del Ejército significará el fin de las Fuerzas Armadas (FFAA), son factores que contribuyen a que, después de un inicio auspicioso, las relaciones de los uniformados con el gobierno parecen haberse distorsionado.
Según Javier García (Partido Nacional), integrante de la Comisión de Defensa de Diputados, el presidente José Mujica tuvo "buenas intenciones" que se reflejaron en el discurso de asunción ante la Asamblea General y luego en el de Santa Bernardina, Durazno, cuando advirtió que "una parte fundamental del presupuesto -de ese momento- termina agotado en magros salarios y los medios materiales poco se renuevan, haciendo difícil cualquier operativa mínima de adiestramiento". Pero, según García, la intención del presidente se vio "frustrada", y puso como ejemplo el recorte presupuestal al MDN, lo cual habría instalado "una desconfianza recíproca", en tanto que tampoco hay "una visión estratégica en los temas de defensa".
José Amy (Partido Colorado), presidente de la comisión, coincide en que "hubo un desencanto y en los motivos que lo causaron. Además consideró que el gobierno a veces no respetó "el orden de derechas" al encargar responsabilidades de mando a oficiales con menor antigüedad o grado, rompiendo una tradición institucional, sostenida al retorno de la democracia por los partidos tradicionales. Tabaré Vázquez, al inaugurar los gobiernos del Frente Amplio, tomó una decisión similar a poco de asumir, marcando que las decisiones son políticas.
Desde algunos sectores de las instituciones se afirma que hay una revancha histórica, desde algunos sectores blancos y colorados también, al tiempo que desde algunos del partido de gobierno y especialistas se considera que este tipo de decisiones forman parte de un fin: devolver el mando militar a los civiles. Consultado, el subsecretario de la cartera, Gabriel Castellá, fue escueto y definió las relaciones entre el Ejecutivo y las Fuerzas Armadas como "correctas" y dijo que "siempre se fue de frente" a la hora de marcar el paso.
Autonomía de hecho
Para Julián González Guyer -director del Programa de Investigación sobre Seguridad Regional, FFAA Política y Sociedad del Instituto de Ciencias Políticas de la Universidad de la República- el descontento militar no tiene tanto que ver con los recursos presupuestales, sino con “la reacción frente a un panorama de cambios que los militares no controlan ni saben bien cuáles van a ser”, en referencia, también, a la Ley Marco de Defensa sancionada en febrero de 2010, y que lo tuvo como uno de los asesores en el marco del debate en la administración pasada y al momento de ser redactada.
La norma activada en la era Vázquez -fue una de las últimas leyes que aprobó su bancada- creó el Consejo de Defensa Nacional (integrado por el presidente y los ministros de Defensa, Interior, Economía y Relaciones Exteriores), que determinará las políticas en la materia, aunque hasta el momento no ha sesionado. El 7 de octubre, el ministro Luis Rosadilla se comprometió a que en noviembre de 2011 daría a conocer un proyecto que definirá “qué tipo de FFAA tiene que tener Uruguay”.
Al respecto, el coronel retirado Guillermo Cedrez, presidente del Centro Militar, confesó a la diaria que “tiembla” cada vez que se le menciona esta posibilidad. En tanto, González advirtió que la ley marco permitirá establecer “directivas” sobre la Defensa Nacional, que incluyen pero no se agotan en la actividad militar. Eso, según sostuvo, es algo que “nunca se ha hecho”, y agregó que el sistema político “siempre tuvo la tendencia a darle autonomía a las FFAA” para autogestionarse. Para el especialista, el MDN debe tomar las riendas en varias materias que hasta ahora han sido de “exclusiva” potestad militar.
González sentenció que el MDN es “una simple organización de carácter administrativo, sin capacidad de hacer, controlar o evaluar políticas”, mientras que las FFAA “son instituciones muy potentes para la elaboración de éstas”, cuando deberían ser el brazo ejecutor, aunque hasta ahora han sido el cerebro, convirtiéndose en “autónomas de hecho y no de derecho”.