El diario El País de Madrid publicó ayer cinco cables de la embajada de Estados Unidos en Uruguay filtrados por Wikileaks y otra información complementaria que surge de los 445 telegramas enviados por la sede diplomática. Hay referencias al Movimiento de Liberación Nacional (MLN) y su visión del pasado reciente, la renuncia de Guillermo Chifflet a su banca por la misión Unitas, la campaña por la anulación de la Ley de Caducidad, el debate televisivo entre Rafael Michelini y Pedro Bordaberry, la “retórica” antiestadounidense del PIT-CNT, los pedidos del gobierno de Tabaré Vázquez para desclasificar los documentos relativos al envenenamiento de Cecilia Fontana de Heber y el “deseo” del presidente José Mujica de mantener una buena relación con Estados Unidos (al vicepresidente Danilo Astori le reconocen que la promueve “desde hace tiempo”).
La embajada norteamericana trató de impedir en 2007 una operación entre el gobierno y la empresa estadounidense General Electric para la entrega de materiales para el tratamiento del cáncer, y concluye que la participación del “infame” tupamaro Henry Engler en esas negociaciones fue una “provocación”. Aseguran que Engler ordenó la ejecución de Dan Mitrione y presumiblemente “le entregó armas” al español Antonio Mas Mas. Sostienen que Mas Mas, un estudiante de medicina, fue el responsable de “castrar” a Mitrione y curiosamente afirman que “estaría muerto” (en realidad, Mas Mas falleció en 2003 en Mallorca).
Otro telegrama sostiene que Vázquez pidió, en abril de 2008 y por intermedio del entonces canciller, Gonzalo Fernández, que Estados Unidos desclasifique archivos sobre el caso de Cecilia Fontaina de Heber por “presiones” del Partido Nacional Mencionan, además, que el debate en Zona urbana en octubre de 2006 entre Rafael Michelini y Pedro Bordaberry y las portadas de los periódicos un día después reflejan que los uruguayos viven con “intensidad emocional” el período de la dictadura. La embajada habla también del pacto entre colorados y comunistas -conocido como “CO-CO”- durante el gobierno de Julio María Sanguinetti, y que el PCU sigue teniendo “influencia significativa” en los sindicatos y la educación superior. Del “poderoso” PIT-CNT destacan su “ferviente retórica” antiestadounidense y vaticinan que el MPP sera “ingobernable” por las pujas entre “ineptos radicales”.