La fiscal Mirtha Guianze le solicitará hoy al juez Sergio Torres que cite a Néstor Peralta para que declare en calidad de testigo en la causa que investiga la muerte de Horacio Ramos, ocurrida en junio de 1981, tras nueve años de prisión. Peralta afirmó el jueves en Radio Uruguay que estuvo con él “pocos minutos antes” de su fallecimiento. Esta versión, ratificada a la diaria (ver nota adjunta), es diferente de la del expediente, ya que allí se dice que el deceso de Ramos se produjo tras estar varios días en una celda de aislamiento.
“Había estado pocos minutos antes conmigo, charlando. Estaba repartiendo alguna cosa en el celdario. Él estaba muy contento, muy alegre, y al poco rato lo habían sancionado, lo habían mandado al calabozo -‘la isla’ le llamábamos nosotros-. Había aparecido de una manera rara, ahorcado”, dijo Peralta. La versión de los militares era que había sido un suicidio. El cuerpo fue entregado a sus familiares pero con la prohibición de someterlo a una autopsia.
Los ex presos que declararon como testigos y Peralta coinciden en que Ramos fue enviado al “calabozo” luego de que distribuyera cubiertos celda por celda y en que su muerte fue comunicada por los altoparlantes. También concuerdan en que la versión de los militares era falsa. “No creíamos en esos suicidios, pero en todo caso hubiera sido un asesinato, porque eran suicidios provocados”, aclaró Peralta.
Lo decía en el marco de una descripción del psicólogo Marcelino Dolcey Brito Puig, que el jueves fue “escrachado” en su domicilio. En mayo, cuando declaró en esta causa, Brito negó esta acusación aunque reconoció que trabajó en el Penal de Libertad desde 1972, nueve años. Por este caso, excluido de la Ley de Caducidad en junio de 2006, declaró como indagado el dictador Gregorio Álvarez, quien no recordó nada. Uno de los testigos fue Jorge Vázquez, ex militante del OPR-33. El subsecretario del Ministerio del Interior destacó la “profunda convicción cristiana” de Ramos -al explicar por qué no tendría motivos para suicidarse- aunque reconoció que los reclusos sufrieron “ciclos de mucha presión psicológica”. Ramos militaba en AEBU e integraba el MLN.