La administración que asumirá el lunes, encabezada por José Mujica, ya inició conversaciones informales con el gobierno argentino procurando definir la agenda de una mesa de negociación que aborde los principales obstáculos en la relación bilateral.

Sobre la mesa estará el bloqueo del puente internacional Fray Bentos-Puerto Unzué y el funcionamiento de Botnia, pero también el dragado del canal Martín García y el proyecto de interconexión eléctrica que espera la aprobación del Fondo de Convergencia Estructural del Mercosur (Focem). Luis Almagro, canciller desde la semana próxima, dialogó con la diaria sobre estos temas y negó que la candidatura del ex presidente argentino Néstor Kirchner a la secretaría general de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) sea moneda de cambio en las negociaciones.

-Usted ha dicho que se va a analizar desde cero la candidatura de Kirchner a la Unasur. ¿Esto constituye un cambio respecto a la posición del gobierno de Tabaré Vázquez de vetar a Kirchner para ese cargo?

-Hay gente que interpretó mis palabras un poco más allá de lo que ellas daban. Si yo digo “analizar las candidaturas desde cero”, implica analizarlas con datos de la realidad. Yo tengo que ver los candidatos, qué características presentan y cómo ha sido la posición del país respecto a esos candidatos, y en función de eso decidir. Yo no quiero expresarme respecto al veto que en su momento interpusiera Uruguay al ex presidente Kirchner porque no estoy manejando un nombre.

-¿Uruguay va a proponer otro nombre?

-No.

-¿Puede llegar a no interponer su veto?

-Es que si analizamos la candidatura de Kirchner, vamos a tener algunos datos de la realidad. Y uno de los datos de la realidad es que Uruguay en su momento vetó la candidatura, y que no es un tema de gobierno sino un tema bastante instalado a nivel de opinión pública en Uruguay, entonces nosotros tenemos que manejar esas variables con objetividad.

-¿Este tema va a estar en las negociaciones con Argentina?

-No, es que no podemos juntar este tema con ningún otro. De manera muy simplista, se dice que Uruguay cambia la candidatura esta por el levantamiento de los puentes. Eso es algo que no se puede negociar así, es de muy poca experiencia decir eso. Uruguay tendría una carta que jugaría ahí, y se termina una vez que la tira. Y nada garantiza que tres meses después los puentes se vuelvan a cortar. ¿Y qué hacemos? Eso es algo que no es cambiable por ninguna otra cosa.

-Usted dijo que la relocalización de Botnia no está sobre la mesa.

-No es muy práctico relocalizar la planta, levantar una inversión de mil millones de dólares y llevarla a otro lado.

-En ese marco, ¿en qué puede llegar a ceder Uruguay? Porque los asambleístas de Gualeguaychú piden la relocalización y no parecen dispuestos a aceptar otra propuesta.

-Lo que está planteando es una negociación muy sui generis, porque eso sería negociar directamente con los asambleístas, no sé sobre qué base. No estaríamos negociando desde el punto de vista institucional, o sea, el gobierno de Uruguay con el gobierno de Argentina. Tendríamos que ir a conversar con ellos para convencerlos de que es mejor que se levante [el corte de] el puente porque va a ser beneficioso para el turismo de ambas partes, porque podemos desarrollar proyectos productivos en conjunto. Pero no tendría un marco institucional esa negociación, es algo que más bien pertenece a la sociedad civil de ambos lados. Nosotros tenemos que ver también que hay algunos temas técnicos que no están resueltos en este punto, y que no tienen una característica de negociación de Poder Ejecutivo a Poder Ejecutivo.

Por ejemplo, no tenemos todavía ningún juez en Argentina que dicte un acto por el cual ordene levantar los piquetes en el puente, y ése es un tema insoslayable.

También hay que esperar el fallo de La Haya, qué soluciones jurídicas da, porque el mismo tiene un carácter vinculante para las partes.