A dos semanas de asumir la presidencia, José Mujica se dirigió a los oficiales de las Fuerzas Armadas (FFAA) para invitarlos a encontrar “causas comunes como nación”, para a través de procesos superadores juntar pasados distintos y alcanzar la “unidad nacional”. Habló de FFAA postergadas, pobres en lo económico pero también distantes de “su pueblo”, y las convocó a participar en la lucha contra la pobreza.
Luego de una reunión con los tres comandantes en jefe de las FFAA, Mujica se encontró pasado el mediodía frente a 350 altos mandos en la Brigada Aérea Nº 2 de Santa Bernardina, Durazno. El presidente comenzó asumiendo que “la mayoría de los soldados rasos de mi patria navegan en la pobreza”, y si bien señaló que “no puede haber FFAA ricas en un país pobre”, dijo que antes del próximo presupuesto “se impone ayudar concretamente” a las tres fuerzas.
Leyendo su discurso, Mujica planteó “la necesidad de alcanzar la unidad nacional”, y que eso sólo es posible si se practica “un inmenso respeto a lo diverso. Porque en toda sociedad hay diferencias de todo tipo que permanentemente nos antagonizan por todas las esquinas”, y además, en este caso reconoció que existen los “obstáculos de la historia”.
“Por eso estoy aquí, me hago cargo de una causa común”, dijo. “Desde 1985 sentimos gente que -con razón o sin ella- reclama que hay que dar vuelta la página y, al mismo tiempo, gente de nuestro pueblo, tan válida como la otra, que grita por justicia -también con razón o sin ella-. Unos y otros son parte de nuestro pueblo. No soy juez, soy presidente, constato”, señaló más adelante.
Reiteró que las FFAA de hoy “no deben cargar con ninguna mochila del pasado ante su pueblo”, pero que además de decirlo “hay que hacerlo evidente a los sentimientos de la gente”. Para eso “no hay otro camino posible más que la lenta persuasión por la vía de los hechos. Hay que no cansarse nunca de servir noblemente a nuestro pueblo, para que éste nos termine haciendo parte afectiva de su yo”, y no simplemente respete a las FFAA “por distancia, por ajenidad, hasta por temor”.
Tras citar conflictos como la Guerra Civil Española y el apartheid en Sudáfrica, Mujica dijo que para superarlos no hay otro camino que “encontrar causas comunes como nación que nos identifiquen en construcciones comunes, participar en procesos superadores, juntando pasados distintos a los que no se les impone ni renuncia ni olvidos”, y adelantó que esa causa sería “la lucha contra la pobreza y miseria por todo lo que encierra de justicia social, pero por todo lo que propone de unidad nacional”.
Sobre la segunda “gran rama gruesa”, Mujica consideró que “no precisa mucha explicación” que desde el gobierno “convoquemos a tres o cuatro soldados para tener una carpita que cuiden los tablones y los bloques cuando tratemos de reparar heridas sociales en algún asentamiento”. Puso como otros ejemplos la posibilidad de que las FFAA capaciten en oficios, participen en acciones por el cambio climático o la reconstrucción del ferrocarril, no como “mano de obra esclava”. “La unidad nacional no puede darse el lujo de dejar al costado del camino de este envite, fuerzas y cosas tan valiosas en materia de generar compromiso y energía”, culminó.