Estibando opinión

“El mercado ha hablado”, remató el gerente general de la portuaria Montecon SA, Juan Olascoaga, en la Bolsa de Valores al culminar la subasta. El empresario destacó “el mensaje que este nuevo gobierno transmite en cuanto al respeto a las reglas del juego y a la transparencia jurídica”. A su entender, “no está para nada cuestionada la necesidad de una segunda terminal”, algo que “sigue siendo imprescindible” y “para la cual hay muchos interesados”, pero dejó claro que “el proyecto subastado y su modelo de negocios merece una revisión para hacerlo viable en segunda instancia”. Olascoaga aseguró que Montecon “sigue estando interesado en el proyecto” porque entiende que la segunda terminal “es necesaria para el país”, y adelantó que en la medida en que encuentren un “proyecto viable” serán “firmes candidatos a ofertar”, algo que, quedó claro, no ocurrió en esta instancia, ya que “hay puntos que mejorar” en el formato de convocatoria. Joris Thys, presidente de Katoen Natie -dueña del 80% de Terminal Cuenca del Plata, la operadora de la única terminal especializada de contenedores del puerto-, dijo no tener comentarios sobre lo ocurrido ayer, aunque admitió que esperaba este resultado. “Vamos a darnos tiempo para tomar una posición”, dijo, y resaltó que todavía queda una instancia de conciliación con el Estado previa a un eventual arbitraje internacional, respecto de la supuesta lesión a sus inversiones que una nueva terminal le causaría. A su vez, el gerente de relaciones institucionales de Katoen Natie, Fernando Correa, recordó que su empresa siempre sostuvo que “dos inversiones de tamaño como la segunda terminal y TCP no serían rentables”. Por su parte, el Sindicato Único Portuario y Ramas Afines (SUPRA) marcó su posición ayer en la Bolsa de Valores haciendo circular un comunicado: “La duda y la incertidumbre acompañaba el remate de la segunda terminal de contenedores”, como previendo lo que pasaría minutos después. También instaba a “reflexionar” en torno a cómo se debe consolidar el “Sistema Nacional de Puertos” y dejaba claro que su postura era contraria al proyecto porque entienden que “consolida el proyecto privatizador impulsado por gobiernos anteriores”. Además, el documento destacaba que durante la última administración se dejó a los trabajadores “afuera de este debate”. En tiendas políticas, el diputado nacionalista Jaime Trobo (Herrerismo) se manifestó sorprendido por el fracaso de la convocatoria y recordó que “el gobierno había dicho que iba a prorrogar la subasta y sin embargo decidió llevarla adelante”. Para el legislador, lo ocurrido ayer demuestra que “esta ley, sacada a las patadas, no generó buenas condiciones para la inversión”, y además sostuvo que la situación no era la mejor, dada la posibilidad de un litigio contra Katoen Natie, y los obstáculos en las condiciones de la ley, como la habilitación a que empresas navieras pudieran presentarse y la exigencia de un canon “muy alto” para quien obtuviera la licitación. A su vez, calificó lo ocurrido como “una pedrada en el camino que el gobierno tendrá que tener en cuenta”. Por su parte, el diputado colorado Gustavo Espinosa (Propuesta Batllista) opinó que el gobierno debe “redefinir la propuesta, de forma muy paciente, para que no ocurra otra situación similar”, al tiempo que consideró, a título personal y no de su partido, que está de acuerdo con la instalación de una segunda terminal de contenedores.

En vano fueron los intentos del hombre que, martillo de metal en mano, intentó seducir a los presentes: el énfasis estuvo puesto en que se trataba de “emprendimiento para el Uruguay” y en que, como si hiciera falta, lo que se remataba era una “terminal especializada de contenedores”. Pero, claro, desde el vamos, a las 10.00, la subasta arrancó mal.

Menos de 20 personas ocuparon los asientos que rodeaban al rematador. Ningún representante de peso del Ministerio de Transporte y Obras Públicas estaba en la Bolsa de Valores, epicentro de la jornada. Sí estaba el presidente de la ANP, Gastón Silbermann, cuyo rostro, a la tercera oferta sin que nadie levantara la mano, permitía vaticinar cuál sería el desenlace. El golpe de martillo del subastador sentenció el fracaso del llamado, y no por casualidad apenas sonado el estruendo se escuchó entre murmullos un “qué papelón”.

Inmediatamente, los periodistas, que representaban más de un tercio de los presentes, fueron a buscar a la cara más conocida: “El gobierno y la ANP siguen convencidos de la necesidad de una nueva terminal especializada de contenedores, previendo el movimiento regional de éstos en los próximos años”, dijo Silbermann, que, conocedor del tema, había preparado una respuesta inmediata.

Al ser consultado por los oferentes que el titular del MTOP, Enrique Pintado, había dicho que tenían interés (ver la diaria del 9/03/10), Silbermann fue escueto: “Los había, pero no han concretado su oferta”. Para el jerarca, los siguientes pasos serán hacer una revisión del porqué de los resultados, un análisis de los elementos que intervienen en el llamado y luego sacar las conclusiones, entre las que podría aparecer la necesidad de cambiar las condiciones en las que se movería el futuro operador de la segunda terminal.

El presidente de la ANP dijo que esta subasta fue “un paso más en el camino a la segunda terminal de contenedores”, y descartó que este objetivo haya fracasado: “No es un fracaso, sino que el fracaso es de esta instancia”, relativizó.

Aca ta

Desde las 10.05, tras la casi súplica número 36 antes de cerrar la oferta, Pintado comenzó a ser el más buscado, pero recién se conoció su primera impresión sobre las 14.00, cuando terminó de almorzar en ADM, donde el presidente del Banco Central, Mario Bergara, abrió el ciclo 2010 de este tradicional evento empresarial. Fue breve. Informó que creará un grupo de trabajo integrado por técnicos de la ANP, de su ministerio y de Economía, que se encargará de evaluar los pasos a seguir. También ratificó la voluntad de la actual administración de insistir en una nueva terminal, aunque no adelantó si existirán cambios con respecto a las condiciones que se ofrecen a los interesados. “No nos queremos imponer tiempos, el más breve que se pueda, pero también el que agote todas las posibilidades de análisis sereno y profundo”, expresó.

Su antecesor, y uno de los principales promotores de la segunda terminal, Víctor Rossi, se explayó un poco más en las razones para que la subasta no prosperara al ser consultado por la diaria: “Es indudable que la situación internacional ha tenido una retracción que se reflejó en la actividad del puerto en los últimos meses”, y adelantó que considera que “Uruguay va a tener necesidad de nuevos espacios para ofrecer a la demanda en un lapso de cinco o seis años y para eso hay que estar preparados, lo que implicará una terminal cuya construcción lleva entre cinco y seis años”. Además, sostuvo que hubo “modificaciones entre lo que el Parlamento aprobó y lo que nosotros enviamos”.

Esto también fue esgrimido como una de las explicaciones por el ex presidente de la ANP, Fernando Puntigliano, quien, sin embargo, dijo “asumir la responsabilidad”. “Yo inicié la discusión que fue llevada adelante por el directorio en su conjunto y pienso que hay tres cosas que no se lograron hacer: una es haber elegido el camino adecuado, aunque de todas maneras el que se eligió permitió generar un consenso político; el segundo es no haber podido convencer a los parlamentarios de que la ley inicial era posiblemente mejor que la que salió, pero eso es parte del proceso parlamentario; y la tercera, no haber logrado convencer a los parlamentarios de que hay ventanas de oportunidad que se dan pero no se mantienen. Eso estaba pasando en 2007 y 2008, cuando realmente había muchos oferentes interesados, y muchos con mucha profundidad en los datos”, sostuvo.

A su vez, Puntigliano desestimó realizar otra nueva subasta en los próximos tres meses, ya que “ésta no estaría prevista en los presupuestos de las empresas”. “La preparación de una oferta de una subasta requiere mucho tiempo de preparación y las empresas que lo descartaron dejaron de trabajar en eso”, indicó.

La comisión anunciada por Pintado, que tendrá sobre la mesa aspectos para analizar como los sugeridos por Puntigliano, también incluirá a los diputados y senadores que se desempeñan en las comisiones de Transporte de cada una de las cámaras. El secretario de Estado pedirá ser recibido en los próximos días en esos ámbitos para poner en marcha el trabajo.

“Todo lo que se vaya a hacer lo vamos a hacer colectivamente”, declaró Pintado, al ser consultado sobre si cabe la posibilidad de enviar al Parlamento un proyecto de ley que modifique las condiciones de la concesión.