Pese a la interrupción veraniega, los suscriptores han mantenido su comunicación con este defensor de los lectores. En muchos casos siguen quejándose de problemas de distribución que, justo es decirlo, parecen estar disminuyendo (o tal vez se trate de que la mayoría haya finalmente concluido que es bastante más efectivo dirigirse directamente al canal de “Atención al cliente”: [email protected]).

También gotean mensajes sobre errores ortográficos, semánticos o de sintaxis, en algunos casos también por incomprensión de algún título tal vez demasiado creativo. Además, varios temas interesantes siguen siendo planteados con espíritu constructivo, intentando enriquecer mi tarea y mejorar el producto periodístico. Veamos un par de ellos.

Demasiado Deporte

María Martha Delgado retomó un asunto sobre el que ya había recibido varias quejas. Algunos lectores consideran que la diaria dedica demasiado espacio al deporte. En particular, a María Martha le molestan las tapas -que considera excesivas- dedicadas al fútbol. “Ya es un abuso que los lunes el diario dedique cuatro páginas y media de las 16 al fútbol; y los restantes días, no menos de dos o más páginas. Pero además, en la última semana [la segunda de febrero] las tapas vienen siendo reiteradamente sobre temas y fotos futbolísticos (diría que día por medio). Incluso al día siguiente del desfile de Llamadas, la tapa era una foto y un título sobre un partido de fútbol!!!”.

A continuación, la lectora argumenta por qué cree que el fútbol no debería tener tanto peso en la publicación y pide: “Recapaciten y tomen en cuenta que un gran porcentaje de suscripciones de la diaria corresponden a mujeres, a familias e incluso a hombres que no somos enfermas/os del fútbol”.

La semana a la que hace referencia la lectora incluyó tapas deportivas (o futbolísticas) el viernes 12 (victoria de Nacional por Copa Libertadores), el miércoles 10 (victoria de Cerro por Copa Libertadores), el lunes 8 (Peñarol gana por Campeonato Uruguayo) y viernes 5 de febrero (Racing gana por la Libertadores). Es cierto, parece excesivo. Pero también es cierto que antes de eso no hay tapa alguna sobre deporte (o fútbol) hasta el 11 de diciembre. Durante buena parte de ese lapso el balompié estuvo de receso.

Por lo general, las noticias y este tipo de decisiones editoriales, como las portadas, carecen de regularidad o reglas demasiado estrictas y conllevan una dosis evidente de arbitrariedad. En este caso, parece claro que coincidió la tapa deportiva relativamente habitual de los lunes, con tres partidos de estreno (y victorias internacionales, cosa poco común, por tanto noticiable) de tres equipos uruguayos por la Copa Libertadores.

Como habrán notado los lectores, las tapas de la diaria no necesariamente apuntan a transmitir lo que el periódico considera más importante de la jornada anterior, como suele ser habitual en la prensa. En el caso de este matutino, las tapas pueden depender de otras variables, como la calidad de la foto, la creatividad de una idea que conjugue foto y texto o, como da la impresión que ocurrió en este caso, un cierto afán de equidad hacia todos los equipos uruguayos que debutaban en un torneo internacional. Es cierto que a muchos lectores les es indiferente y hasta les molesta la información deportiva, pero también es cierto que el fútbol es parte de la cultura uruguaya imposible de ignorar.

Psicogeografía

La lectora María Gutiérrez criticó el texto de la sección “Psicogeografía” titulado “Quinta dimensión”, que el 2 de febrero intentó transmitir impresiones sobre el barrio Bella Italia. Para empezar, la lectora hace notar que el autor, Leandro Delgado, describe en esa nota calles y zonas que pertenecen en realidad a tres barrios (Jardines del Hipódromo, Bella Italia y Maroñas). Gutiérrez expresa, además, indignación por lo que considera una “crítica ácida”, que según ella sólo refleja una cara equivocada y negativa del barrio al que ella evidentemente ama. La lectora describe su barrio con detalle y menciona elementos que a su entender debió describir el autor de la nota, un texto que ella considera despectivo y discriminatorio.

Descuento que la intención el autor no fue ésa, pero alcanza con que una persona lo haya percibido de tal manera para considerar que pudo haber cometido un error. En este caso, además, se nota un cierto desconocimiento del lugar del recorrido “psicogeográfico”, que contrasta con artículos anteriores del mismo autor en los que parecía dominar mucho más la zona descripta.