El secretario de la Presidencia Alberto Breccia, los senadores Eleuterio Fernández Huidobro y Rodolfo Nin Novoa, y el ex intendente que va por la reelección, Juan Giachetto, son algunas de las figuras del Frente Amplio (FA) que le han ratificado la amistad forjada en tardes de la cámara alta y en el departamento, para ponerse a las órdenes o transmitirle solidaridad. Los atendió el propio procesado por mal manejo de la cosa pública en su casa, en la que se encuentra privado de libertad desde el 15 de marzo, un mes después de haber perdido los fueros que durante tres años evitaron que fuera juzgado.
Entre llamadas y visitas, Amaro goza de un régimen de internación que no le impide, a diferencia del resto de sus coprocesados u otros presos uruguayos, recibir visitas cualquier día de la semana y sin condicionamientos de horarios, o atender y realizar llamadas telefónicas a granel, dos de las cuestiones que más añoran los reclusos. Lo que sí no puede hacer es salir de la casa, y según la información confirmada por el entorno del propio Amaro a la diaria, la condición se cumple sólo por la buena disposición del político, ya que tampoco cuenta con custodia policial.
Al dictar el auto de procesamiento por fraude y abuso de funciones, el juez Carlos García dispuso el control periódico en la casa del ex senador, para asegurarse de que no sea violada la prohibición de salir de su morada-cárcel, aunque hasta el momento esto no se habría llevado a cabo. Allegados al preso confirmaron que no existe vigilancia. Testigos de esto son, entre otros referentes de la izquierda, Breccia -que le transmitió al ex colega del Senado su amistad, además de ponerse a sus órdenes-, Huidobro, Nin y Giachetto, que también le expresaron su respaldo.
También lo hizo el diputado y candidato a intendente de Florida por el Frente Amplio, Álvaro Vega, quien incluso propuso un desagravio público: “Al ex senador Juan Justo Amaro el departamento de Florida debería rendirle homenaje a su trayectoria, a una vida trabajando al lado de las instituciones, a eso me afilio y adhiero, me manifiesto muy dolido por una total y reverenda injusticia”, había dicho al Portal 180 horas después de que procesaran a “su ídolo”.
El 14 de julio de 2007 el FA votó que Amaro perdiera la imnunidad y enfrentara las imputaciones por su accionar en OSE, en el marco de una causa que ya había dejado tras las rejas a sus ex colegas de directorio. Pero la voluntad oficialista no alcanzó para suspenderle los fueros, ya que ni blancos ni colorados acompañaron el pedido de la justicia. En aquel entonces el juez García había anticipado que esperaría las elecciones para determinar si el senador era reelecto, y que en caso contrario lo mandaría llamar en calidad de indagado.
Lo mismo había ocurrido en Diputados con el ex director de OSE y diputado blanco Alberto Casas, pero a diferencia de Justo, él sí fue reelecto y mantuvo los fueros, aunque sus colegas deberán analizarlo de nuevo, ya que el juez entendió que ante un nuevo período legislativo es pertinente el replanteo. En el caso del ex senador de la Lista 15 el magistrado llegó a la convicción suficiente de que el ex director de OSE había incurrido en los delitos que se le tipificaron, relacionados al manejo discrecional de recursos financieros, materiales y humanos, amén de, entre otros pecados administrativos, pagos irregulares de viáticos. Un ejemplo de lo que Amaro hizo por su Florida lo dio el semanario Alternativa de Florida en 2007, cuando publicó con pruebas que entre 2003 y marzo de 2005 se pagaron por viáticos 557.757 pesos en la oficina de OSE en Canelones capital, 430.783 pesos en Durazno, 214.184 pesos en Trinidad, 281.256 pesos en Paysandú y 563.158 en Salto, mientras que en Florida el monto fue de 1.858.436 pesos.
Además de frenteamplistas, un gran elenco de políticos blancos y colorados se han solidarizado con Amaro. El diputado Pablo Abdala, los senadores Carlos Moreira y Ope Pasquet sólo son algunos de los “cientos” de políticos que día a día, según cuentan en la casa del preso, lo llaman para criticar a la justicia y apoyarlo. Amaro no apeló el fallo para no demorar más el veredicto final: condena o absolución.