En los últimos tiempos, varios lectores han llamado la atención ante algunas desatenciones y carencias que hacen caer la calidad de la diaria.
Un mensaje de Gustavo Armagno critica el tratamiento de una noticia el 24 de marzo. En el marco de un artículo sobre el lanzamiento de una publicación encabezada por el senador Eleuterio Fernández Huidobro, se ve una foto en la que este político aparece al lado del empresario Berch Rupenian. Sin embargo, la nota jamás explica qué hace Rupenian allí. Simplemente se limita a recordar que es “el ex director de las radios concierto FM, Independencia, Punta y Concierto Punta [...] procesado por defraudación tributaria y a quien el gobierno de Tabaré Vázquez revocó los permisos de explotación”. El lector considera que se trata de un ensañamiento con Rupenian y que la referencia carece de valor informativo.
Discrepo en este último punto. El dato es relevante. El pasado de Rupenian era en este caso informativamente necesario, teniendo en cuenta que se trataba del lanzamiento de un medio de comunicación conducido por uno de los principales aliados del presidente José Mujica. Recordemos que está en manos del Poder Ejecutivo la asignación de ondas de radio.
Sin embargo, coincido con Armagno en que el autor de la nota perdió la oportunidad de informar por qué Rupenian apareció al lado de Fernández Huidobro. Perdió la oportunidad de preguntarle al propio empresario radial qué hacía allí, o de contar a qué se dedica en la actualidad. Es decir, de agregar información nueva y de contexto que sirviera para evaluar y entender mejor la noticia. La foto y las referencias al pasado del empresario por sí solas, sin más información, no explican nada. Como dice el lector, si no hubiera valido la pena agregar ese dato, “tampoco valía la pena ni la foto ni la referencia” al comunicador radial.
Algún día comprenderás. El lector Rafael Laureiro hace un minucioso comentario sobre la crítica cinematográfica publicada el 11 de marzo, con respecto a la película del director israelí Amos Gitai, titulada en español “Algún día comprenderás” (Plus tard, tu comprendras). Laureiro señala lo que considera siete errores de comprensión sobre la película. Más allá de que algunos de esos errores se comprueban al ver el film y en otros casos se trata más bien de diferencias de interpretación que pueden darse ante toda obra de arte, lo que más preocupa es la opacidad de lenguaje que destaca el lector y demuestra la nota en algunos pasajes. Frases como “Amos Gitai tira por la borda todo su ensayo, escotomizando el misterio”, “ceder ante el facilismo emocional de la fantasmagoría de la imagen” o “una grácil habilidad retroflectiva que sólo adquieren mujeres maduras” son difíciles de entender para cualquiera. La crítica cinematográfica no tiene por qué ser complicada.
En palabras del filósofo Karl Popper: “Este estilo, el estilo de grandes, oscuras, pretenciosas e incomprensibles palabras, ese modo de escribir no deberá admirarse más, incluso nunca más debería ser tolerado por los intelectuales” (Popper, Karl, Sociedad abierta, universo abierto, 1984, p. 143).
Cifras. Álvaro García señala varios errores numéricos, la mayoría de ellos debido a falta de corroboración o atención a las cifras. En la diaria del 19 de marzo, en la página 7, una nota indica: “De 10.000 edificios inspeccionados en la capital, 22.000 presentaron daños y 3.000 fueron calificados de inhabitables”. Tiene razón el suscriptor: no dan los números. Hay más edificios con daños que inspeccionados.
Tres días después, en la página 5 se indicó que en 2005 se importaron “200 toneladas de atrazina y en 2007 (últimos datos) ingresaron 650 toneladas; un incremento de casi 600% en cinco años”. El cálculo está mal hecho. Para empezar, entre 200 y 650 toneladas el aumento fue de 225%. Pero, además, plantea un aumento en cinco años que no queda claro de dónde parte.
Conclusión. A cuatro años del nacimiento de la diaria, este defensor de los lectores pretende hacer un llamado de atención para que la publicación no pierda excelencia, rigor, profundidad ni claridad periodística. Además de los puntos planteados, varios lectores han llamado la atención sobre lo que consideran que parece ser un cierto aletargamiento periodístico. Mediante mensajes que no es posible detallar en este breve espacio, algunos mencionan lo que creen que es superficialidad en el tratamiento de ciertos temas; en otros casos, critican la ausencia de datos para entender algunas noticias, dando por sentado que el lector conoce cosas que a veces desconoce; también se cuestiona que ciertas informaciones carezcan de la debida corroboración o que se construyan a partir de una sola versión de un hecho.