En noviembre anunció que en el balotaje votaría a José Mujica y no a Luis Alberto Lacalle tal como el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del Partido Colorado (PC) había recomendado. Desde entonces, la edila quincista Glenda Rondán viene pidiendo licencia a la Comisión Electoral del partido tanto en la convención departamental como en la nacional, que se reúne el sábado para decidir sobre la situación del dirigente maragato Francisco Zunino, cuya agrupación decidió, de cara a mayo, apoyar a un candidato nacionalista.
Pero ayer de tarde presentó su carta de renuncia: “No puedo seguir teniendo licencias prolongadas porque en mi fuero íntimo no quiero volver. No tengo qué compartir y si no tengo qué compartir estoy cometiendo un acto de egoísmo brutal al no dejar mi lugar a otros compañeros. No me siento cómoda dentro de las convenciones y creo que mucha gente tampoco se siente cómoda conmigo; entonces, cortemos por lo sano. Yo no soy una mujer de medias tintas”, explicó en diálogo con la diaria la ex diputada por la Lista 15. Y añadió: “Quiero dejar una cosa bien clara: mi hija [Alejandra Romeo] no entra porque yo renuncie, ya es titular de la convencional”.
La “razón de fondo” tiene que ver con “la nueva forma de liderazgo” que tiene el PC. “La respeto porque es lo que eligió la gente pero no me gusta y no tengo obligación de permanecer. Es un liderazgo autoritario, que no consulta, que dice que ‘fulano de tal tiene que ser el candidato’ -mi mayor de los respetos para Ney [Castillo]-. ¿Dónde se vio un partido que consulte sólo a las mayorías? ¿Cuándo Batlle y Ordóñez no consultó a las minorías? Yo no quiero estar en un partido donde la mayoría aplasta a la minoría y donde una persona, que es el secretario general [Pedro Bordaberry], cree que puede hacer lo que quiere porque tiene esa mayoría”, proclamó.
No comunicó la decisión a Bordaberry. “Ni siquiera me atiende. Pedro Bordaberry hablará con dios, con los ángeles, no sé con quién, con el Olimpo”, ironizó. Consultado por la diaria, el secretario general y senador por Vamos Uruguay se limitó a indicar: “No opino nada”. Rondán sí lo habló con el líder de Propuesta Batllista y senador José Amorín. “Es un hombre muy respetuoso de las decisiones de las personas y yo tengo en él uno de mis mejores amigos. Depende de la batalla que Amorín dé en el partido lo que podrá rescatar. El futuro del partido para que deje de ser conservador está apoyado en Amorín”, sostuvo.
Sobre su futuro, Rondán indicó: “Sigo siendo batllista y no voy a dejar de militar. Y voy a militar donde yo sienta que deba militar de forma independiente del PC”. “Cuando digo que no descarto militar en otro partido no va a ser en el Partido Nacional [PN] porque si hay un partido bien diferente al PC es el PN. No creo en las familias ideológicas como partidos fundacionales, creo en las familias ideológicas desde el punto de vista ideológico: los conservadores con los conservadores y los progresistas con los progresistas. El PC es conservador, pero no quiere decir que no haya gente progresista. Sería una atrevida si no lo reconociera”, dijo. No descarta “de ninguna manera militar en el Frente Amplio”, pero, aclara, la decisión de renunciar a las convenciones no implica su incorporación inmediata a esa fuerza política. “Hoy estoy dando este paso. No renuncié al partido, pero tengo mis tiempos”, aclaró.