Cosas puntuales

En 40 días comenzará un plan de modernización y reestructuración del Ejército con apoyo del gobierno. Acerca de si en este marco se está pensando en una reforma de los planes de educación Rosales indicó que “puede pasar por un ajuste” pero no por una “reforma”. Consultado específicamente por los militares que participaron activamente en la dictadura y actualmente educan a las futuras generaciones, indicó: “Sobre eso yo prefiero eximirme de hacer comentarios”. “Nuestro estudio, nuestra idea, nuestra propuesta es mucho más amplia y va más allá de analizar esas cosas puntuales. Va en analizar lo macro, analizar programas, en cuál es la vigencia de esos programas y no específicamente en un instructor en particular, aunque quizá los instructores sean objeto de análisis”.

La ceremonia por el 199º aniversario del Ejército Nacional comenzó sobre las 17.00 horas con el segundo tiempo del clásico, del que no dejaron de estar pendientes el público, periodistas y uniformados. Incluso se escuchó un “¡Viva Nacional!” tras la entonación del himno, que dio apertura al acto. El 1 a 1 llegó en la mitad de la intervención del comandante en jefe Jorge Rosales, y en ese instante la celebración aurinegra proveniente del Estadio Centenario predominó sobre su discurso, que era pronunciado en el estadio del Comando General del Ejército.

Hasta allí llegó Mujica, acompañado por los ministros de Defensa, Luis Rosadilla, de Ganadería, Tabaré Aguerre, y de la presidenta de la Cámara de Representantes, Ivonne Passada. El presidente del directorio del Partido Nacional, Luis Alberto Lacalle, era el único ex presidente que se hizo presente, no concurrieron -como se esperaba- Jorge Batlle, Julio María Sanguinetti ni Tabaré Vázquez, aunque sí lo hicieron los ex ministros de Defensa de este último, Azucena Berruti y José Bayardi.

A don José

Durante su oratoria, que duró casi 20 minutos, Rosales se refirió directamente al “claro mensaje de búsqueda de la unidad nacional” que el presidente “dirigió al personal de la Armada”. Y recordando el encuentro que con él mantuvo el viernes pasado, expresó: “Señor presidente, hago propia esta oportunidad para reiterarle, ahora públicamente, que ante sus expresiones y su intento de búsqueda de entendimientos y de unión nacional los soldados de la patria dicen presente”.

No obstante, el comandante en jefe advirtió que “para avanzar en la unidad nacional es necesario que militares y civiles puedan mirarse a los ojos con franqueza y con lealtad en la diversidad y en el respeto mutuo, porque sin él no puede crecer el aprecio”. También envió un mensaje a los subalternos al referirse a las “responsabilidades individuales”.

“Imprescindible para construir el futuro del Ejército es que quienes hoy ostentamos el mando superior de la institución asumamos la responsabilidad intransferible de asegurarles a nuestros subalternos que únicamente deberán cargar con el peso de las responsabilidades individuales, producto de sus acciones u omisiones”. Sobre estas palabras aclaró en conferencia de prensa que su intención “es reiterarle a nuestro personal el compromiso, la dedicación y el encuadre personal y legal que todos y cada uno de nosotros tenemos para el cumplimiento de las leyes”. “No tiene mucho más significado que ése”, concluyó.

Espinas

Para Rosales, la “reconciliación nacional no es más que seguir la conducción marcada por el señor presidente. Un comandante tiene que hacer todo lo que esté a su alcance para cumplir ese lineamiento político”. “En esta línea, y haciendo un esfuerzo por esa unión nacional, está enmarcada” la primera invitación al PIT-CNT para concurrir al acto. Rosales evadió las preguntas de los periodistas acerca de si la negativa a hacerlo dificulta la “unidad nacional”. Respondió que se hizo “una invitación muy amplia” incluyendo a “actores públicos de indudable trascendencia”.

El dirigente Juan Castillo, integrante del secretariado ejecutivo, relató a la diaria que el convite le llegó el viernes y que estaba dirigido en forma personal. “Nos cae muy mal que el fin de semana se haga pública [la invitación] y que los compañeros se hayan enterado por los titulares de prensa. Eso no ayudó a generar el mejor clima”, afirmó. Tras una “profunda discusión política”, el secretariado resolvió ayer no autorizar a Castillo a ir a la ceremonia y enviarle una carta al comandante en jefe “sin cometer el mismo error que ellos de hacer pública la comunicación”. La resolución de la central incluyó tres puntos. El primero de ellos fue “saludar el gesto político” de que las FFAA “reconozcan al PIT-CNT como actor social”. En segundo lugar, Castillo señaló que “no están dadas las condiciones en virtud de una serie de elementos”, principalmente por lo ocurrido el 14 de abril -en el marco del acto por el Día de los Caídos-, cuando “se reivindicaron los atropellos de la dictadura y se afirmó que las causas permanecen vivas”.

la diaria consultó a Rosales acerca de si se siente identificado con esos conceptos: “No estuve presente en el Centro Militar, su presidente tiene una gran autonomía, es un oficial general en retiro, por lo tanto yo me excuso de hacer comentarios”. “Es muy fácil mostrar ajenidad cuando dicen cosas como ésas. Lo más valiente es asumir si se comparten o no”, sentenció Castillo, quien, por otra parte, indicó que el PIT-CNT “quiere dar una señal política” hacia la Marcha del Silencio que se realizará mañana y hacia su propuesta “Sin la verdad y sin la justicia no hay reconciliación”. “Es una opinión -como tantas que hay- de un sector de nuestra sociedad. Felizmente, en esta sociedad tenemos libertad de expresión”, opinó Rosales en relación a la consigna.