Jerarcas de gobierno, entre ellos el presidente del INAC, Luis Alfredo Fratti, consideran que el instrumento de un frigorífico nacional ya fracasó en el pasado y que no sería competitivo, como consecuencia del desarrollo que ha tenido la industria frigorífica en los últimos años. El vicepresidente Danilo Astori también ha expresado su punto de vista con meridiana claridad. “No creo que estén dadas las condiciones para que el Estado se instale como productor de carnes”, dijo la semana pasada en entrevista con la diaria.

La Federación de Obreros de la Industria de la Carne (Foica) parece dispuesta a dar la pelea ante estas apreciaciones desde el Poder Ejecutivo. “Es evidente que no hay receptividad en el gobierno, pero el problema mayor son las contradicciones que eso implica, porque esto no sólo fue aprobado en el II Congreso del Pueblo y en el último Congreso del PIT-CNT, sino que es un compromiso del programa que los llevó al gobierno”, reflexionó Gustavo Noblía, presidente de la Foica.

El sindicalista pronostica que ésta será una “pelea política más que sindical”, teme que el gobierno “se lave las manos” en relación con los compromisos asumidos y alerta que la continuidad de las políticas actuales en el sector “profundizarán la extranjerización de la cadena cárnica”. “Parecería que este tema es cosa de unos locos sueltos, pero es algo que está documentado y aprobado por los congresales del FA”, insistió Noblía, militante del PCU. La Foica, según afirmó, está “convencida” de que la creación por ley de un ente testigo servirá para contolar los precios del mercado, y agregó que se han mantenido reuniones con ex trabajadores del Frigonal para recibir insumos. En la misma línea, el titular de la Comisión de Desarrollo Productivo (CDP) del PIT-CNT, Heber Figuerola, coincidió en que un país esencialmente ganadero no debería tener “precios tan elevados” de los cortes de carne a los que accede la población. Propuso instalar una comisión parlamentaria que analice la viabilidad del Frigonal y opinó que de esa manera se contrarrestaría la “invasión” de capitales brasileños en la industria frigorífica.

“Hay una extranjerización preocupante y por eso hay que debatir en términos de soberanía. Porque con voluntad política todo es posible, el problema es que ahora ni siquiera hay señales para empezar a hablar del tema, clave para saber qué tipo de transformación del Estado queremos”, aseveró Figuerola. Un documento aprobado en 2009, después de un encuentro de la CDP, apuntaba a la creación de un Frigonal de carácter multimodal, dedicado al procesamiento de carne vacuna, porcina, avícola, ovina e ictícola, que aporte luego cuero y lana como materias primas para las industrias de curtiduría, vestimenta, calzado y marroquinería. Planteaba además que la financiación para estas cadenas productivas podría generarse mediante plantas frigoríficas con deudas añejas en el BROU, detracciones a las exportaciones de carnes, impuestos progresivos a la tierra y la emisión de deuda pública para uruguayos residentes, entre otras medidas.

Compleja realidad

El programa del FA para el período 2010-2015 proponía “estudiar el desarrollo” de un Frigonal que permita al Estado cumplir un “rol activo” en la generación de empleo, cree una fuente de ingreso público y abarate el precio de la carne para consumo interno. A pesar de cierta cautela introductoria, en el sentido de que sólo se planteaba comenzar a desarrollar un análisis dentro del oficialismo, la frase siguiente del fragmento dedicado al tema era bastante más contundente. “El Frigonal estatal tendrá como destino de lo producido el mercado interno. En la producción se involucrará especialmente a los pequeños productores rurales, brindando el asesoramiento de los técnicos de MGAP. La coordinación de los expendios del producto y la ejecución de la propuesta en las zonas periféricas es fundamental, tratando de instalar sucursales en todo el país”, puede leerse en la página 58 del programa.

Para el presidente del INAC, el del Frigonal es un “camino ya recorrido que fracasó”, y no sería conveniente para el país retomarlo. “Hay otras experiencias similares recientes que así lo indican. Por ejemplo, los mataderos que pertenecen a las intendencias han tenido serias dificultades para mantenerse y no consiguen la meta de abaratar los precios para la gente”, marcó Fratti, en referencia a las privatizaciones de establecimientos con esas características en Salto y Lavalleja.

El jerarca, identificado con el Espacio 609, piensa que es necesario “adaptar a la realidad” lo establecido en el programa del FA, porque la acción de gobierno “ha demostrado ser más compleja”. “Lo irrenunciable son los compromisos grandes como la disminución de la pobreza y la importancia de la educación. Pero es innegable que el desarrollo de la industria frigorífica fagocitó la capacidad del Estado de ser competitivo en el negocio de la carne”, concluyó.