-¿En qué medida atribuye la recuperación de Salto al respaldo que Pedro Bordaberry le dio a su candidatura?

  • Mi compromiso y el programa de Vamos Salto siempre apuntó a ganar la intendencia. Fue un gran honor llegar al Senado, pero al otro día comenzamos a trabajar para recuperar el departamento. En cinco años, el partido tuvo un crecimiento de más de 100%. Terminé siendo el candidato más votado de la historia, y por primera vez Salto va a tener un gobierno distinto al nacional, cinco mujeres que van a la Junta -una de 22 años-, casi todos los ediles de Vamos Uruguay [VU] son nuevos, 2.480 candidatos en 20 listas, 14 candidatos a los municipios y una mujer alcaldesa. Está claro que hay una visión política cuyo camino lo marca Pedro, nos hizo ver de otra manera lo que es esta actividad. La recuperación de Salto es un gran triunfo de VU porque es su primera intendencia. En dos años, VU obtuvo 14 diputados, tres senadores, está en casi todas las juntas y tiene una intendencia. ¿No le parece que se deben hacer las cosas muy bien en este sector tan jovencito y ya con tantas responsabilidades?

-El martes escribió en su Facebook: “Hicimos todo el esfuerzo por una transición en busca de lo mejor para Salto, no podemos permitir algunas cosas, por lo tanto nos vemos el 8 de julio”. Esta mañana [por ayer] en medios locales, el prosecretario de la intendencia, Alejandro Domostoj, comunicaba la decisión de “establecer una pausa en la transición” hasta que usted “clarifique” sus dichos, mientras Fonticiella hacía un planteo en el Senado. ¿Cómo evalúa la situación?

-El lunes fui a hablar con el intendente Carlos Gabrielli. Le dije: “Venimos trabajando bien en la transición, pero hay cosas que tenemos que solucionar”. Con respecto a las 573 adecuaciones, faltando un mes para terminar la gestión, pedimos que no la miren en general, que empecemos a mirarla en forma individual porque se van. Pedimos que no sigan ingresando funcionarios y que no toquen más su carga horaria. De las personas que él decidió que no entraran ni por concurso ni por sorteo, algunas en tres años serán grado 11 y grado 8 cuando hay funcionarios que pasan toda la vida para intentar llegar a esos grados. La evaluación de Turismo es mala y el director es el hijo de Fonticiella. Pedí por favor que no viaje más, acaba de volver de Paraguay y se nos viene junio y julio -que es para nosotros como enero para el este- y no tenemos garantías de nada porque no participa en la transición. Le pedí al intendente esas cosas. Viene la prensa, me pregunta y contesto que si no hacen estas cosas, no hay transición. Fíjese, ayer me informan de la intendencia que para ellos está terminada la transición y el ex intendente viene a decir acá [en el Senado] lo importante que es la transición. ¿No le parece que es un poco contradictorio? Está bien, me tratan bien, me pasan información, pero alguien tiene que frenar estas cosas. Pedí buena voluntad. Si no la tienen y me piden que clarifique, sigo firme: nos vemos el 8 de julio.

-¿Cómo recibió la negativa del FA a ingresar a su gabinete?

-Llego de manos libres para elegir a las mejores personas y por lo tanto pude ofrecerles participación a los otros partidos. Me hubiera gustado que estén todos, pero ya el FA me dijo que no. Si no me quieren ayudar porque -según lo que decían hoy [por ayer]- van a estar en la oposición, bueno, yo quiero otro Salto, otro Uruguay, en donde todos quieran ayudar para que salgan las cosas.

-¿Esto puede convertirse en un antecedente al momento de establecer relaciones de gobierno con el FA? ¿Estará al frente en cuatro de los seis municipios?

-No es el FA, es el señor Fonticiella. Fonticiella necesita buscar que esto sea FA y Partido Colorado [PC], pero esto es Fonticiella y Germán Coutinho. No tenía ni que involucrar a su colectividad política y él sabe por qué, pero no le aporta nada. Flaco favor le sigue haciendo a la gente que no lo eligió. Por lo tanto, que venga, se instale en el Senado y no vuelva a incluir el tema de Salto porque la tarea de él ya no la tiene que hacer en Salto. Esto no va a influir en el trabajo con los alcaldes, si ellos tienen el mismo objetivo que nosotros, que es que Salto salga adelante.

-¿Cómo se están dando las conversaciones con los otros partidos?

-El Partido Independiente va a tener tareas interesantes, una de ellas es la coordinación con los alcaldes de los otros partidos. Está contestando, pero todo indica que me va a ayudar. Con el Partido Nacional [PN] tengo que hacer algún que otro trámite, como ir a la mesa departamental, pero todo indicaría que también me van a ayudar. Y Asamblea Popular tengo entendido que anda con ganas de ayudarnos. Va a ser un gabinete mucho más austero que éste, más ejecutivo y sin ningún pariente. Me parece que voy mucho más en línea con el presidente [José] Mujica. El FA está yendo a contramano de lo que es la política del presidente. Esto es un país solo. En Salto gobernaron los colorados, los blancos y los frentistas y vuelve el PC. ¿Y si nos juntamos? ¿Y si solucionamos los problemas de la gente? ¿O la cantidad de cosas que quedan por hacer en Salto tienen derecha o izquierda?

-¿Cómo se va dar la gobernabilidad? ¿Qué libertad de acción tendrán los dirigentes de otros partidos para gestionar?

-Hay un programa de gobierno que es el que ganó. Que me ayuden a hacerlo. Que los ciudadanos vean que estamos todos con la camiseta de Salto. ¿Por qué siempre yo gobierno, vos oposición, yo digo que sí, vos decís que no, vos decís que está bien, yo digo que está mal? Y van pasando los partidos y los colores… ¿Por qué no cambiamos un poco la cabeza? Y hacemos algo distinto. Cambiemos la política. Renovémosla. Cambiemos la cabeza. La gente está cansada.

-En noviembre, antes del balotaje, reconoció que había conversaciones con los blancos para llevar un candidato único y que no era falta de “voluntad política” sino de “impedimentos técnicos”. ¿Cómo lo analiza a la distancia?

-No entiendo por qué hay balotaje nacional y no hay balotaje departamental. Yo creo que habría que empezar a idear un mecanismo puntual, dar más libertad a la gente para que se exprese de la manera que quiera y que los intendentes lleguen con el mayor apoyo posible.

-Al contrario de lo que sostuvieron los líderes partidarios el 9 de mayo, incluyendo a Bordaberry, ¿esto no complejiza más el proceso electoral?

-Yo siento que si la política vuelve a recuperar el prestigio, vuelve a tener debates, no volvemos a saturar y empezamos a manejar más formas de participación y más posibilidades de elegir, se fortalece la democracia.

-A nivel nacional la dirigencia va en el sentido de que los colorados se desmarquen de los blancos. ¿Es posible hacerlo con el PN en el gobierno?

-No me preocupa desmarcarme de los blancos. No sé cuál es mi futuro político y no creo que tenga demasiado tiempo para aportarle a mi partido. Es verdad que es la gran herramienta, pero ahora yo tengo que ver por los que me votaron y por los que no me votaron; tengo una responsabilidad. Por lo tanto, voy a seguir sosteniendo lo que mi partido me dice, pero tengo que desprenderme un poco. Si no, todavía no asumí y ya voy a estar pensando en la reelección. No podemos pasar a hablar de las elecciones y de cómo me preparo si me perfilo, si me despego. No podemos. ¿Qué mejor que un blanco salteño hable con los 12 intendentes blancos y me represente a mí?, que casi no los conozco.