Luego de su asunción como canciller la semana pasada, Timerman eligió Uruguay como primer país a visitar. El presidente José Mujica le devolvió la deferencia y compartió con él un almuerzo en la sede del Ministerio de Relaciones Exteriores, junto al vicepresidente Danilo Astori. “Le ha dado un marco de amistad como el que queremos que tengan y deben tener las relaciones entre nuestros países”, destacó después Timerman en conferencia de prensa. En el mismo tono fue el intercambio de opiniones sobre el monitoreo conjunto del río Uruguay.
Las dos partes acordaron que en esta instancia no se involucrará a Brasil. José Felicio, embajador del país norteño en Uruguay, dijo la semana pasada que Brasil estaba dispuesto a sumarse al monitoreo pero que aún no había recibido una invitación formal.
Almagro confirmó ayer que en esta instancia la propuesta se ceñirá “concretamente a lo que establecen el fallo de la Corte [Internacional de Justicia de La Haya] y el Estatuto del Río Uruguay”, y apuntó que “obviamente en ninguna de estas instancias se da participación a una parte brasileña”. Esto no excluye la voluntad de que Brasil se incorpore a este tipo de controles en una etapa posterior, pero eso es algo que deberán resolver los presidentes de Argentina y Uruguay, aclaró por su parte Timerman.
Otro elemento de la propuesta argentina es la participación de técnicos en el monitoreo, que sería coordinado por la Comisión Administradora del Río Uruguay (CARU). “Vamos a monitorear todo el río Uruguay, de acuerdo a los más altos estándares de control ambiental que hay en el mundo y con una comisión de científicos involucrados en el continuo monitoreo de ambas riberas, de Argentina y Uruguay, de todos los establecimientos industriales que tengan algún tipo de conexión con el río”, puntualizó Timerman en una rueda de prensa improvisada en la embajada de Argentina. Agregó que será un monitoreo “abierto y en tiempo real, para que la ciudadanía de ambos países esté enterada de qué sucede con el medio ambiente en el río”.
El canciller argentino precisó que su gobierno elaboró a modo de propuesta una lista de científicos de ambos países “a la altura de los mejores técnicos del mundo”, pero añadió que está abierto a incorporar otros nombres, incluso de científicos de otras nacionalidades. El ingreso a la planta de Botnia se da como un hecho, y Argentina accede como contrapartida a habilitar el ingreso a plantas industriales en su ribera del río.
Dieron el sí
La Asamblea de Gualeguaychú puso un plazo de sesenta días desde el levantamiento del corte de ruta en Arroyo Verde (hasta mediados de agosto) para que ambos países se pusieran de acuerdo sobre el monitoreo del río Uruguay y en especial de la planta de celulosa de UPM (ex Botnia). Almagro aseguró ayer que el gobierno uruguayo no tiene ese plazo “en la cabeza”, pero al argentino le interesa especialmente que su propuesta tenga la anuencia de los activistas gualeguaychuenses, y a tales efectos el gobernador de Entre Ríos, Sergio Urribarri, se reunió ayer con los asambleístas y les presentó la propuesta que Timerman remitió a Almagro.
“Si se concreta, estaría dentro de lo que pensábamos. Pero hay que esperar la contestación de Uruguay”, señaló Rivollier. De todos modos, acotó que la conformidad es en términos generales y que también hay que prestar atención a “la letra chica” del acuerdo. Por ejemplo, en el punto que dispone que el monitoreo estará a cargo de técnicos. “Si esos técnicos son de consultoras a mí no me gusta, pero si son de universidades públicas, me quedo tranquilo”, aclaró.
El activista confirmó que la propuesta argentina establece el ingreso a la planta de UPM e insistió en que así está dispuesto en el párrafo 281 del fallo de La Haya. Éste establece que la obligación de cooperación “se extiende al control y al seguimiento de una instalación industrial como la planta de Orión (Botnia)”, aunque en el párrafo 266 del mismo fallo queda claro que corresponde a Uruguay “proseguir el control y el seguimiento de la planta”.
Rivollier señaló que le parece bien que Brasil se incorpore al monitoreo del río Uruguay, pero consideró que concretarlo insumirá “un proceso de cinco o diez años”.
Uruguay formulará la semana próxima una contrapropuesta a Argentina. Almagro adelantó ayer que lo planteado por el vecino país es “positivo desde todo punto de vista”, y que propondrán agregados “en función de las garantías medioambientales que Uruguay quiere dar respecto al monitoreo de la calidad de las aguas del río Uruguay”. El gobierno uruguayo evaluará los nombres de los científicos propuestos y la forma de instrumentación del monitoreo, pero ya hay acuerdo acerca de los puntos centrales.