El conflicto entre Colombia y Venezuela, motivado por la acusación del presidente colombiano, Álvaro Uribe, de que Venezuela alberga guerrilleros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en su territorio y que conllevó la ruptura de relaciones entre ambos países, sólo se solucionará si se garantiza un proceso de paz interna en Colombia. Ésta es la posición que la cancillería uruguaya llevará a Quito, indicaron fuentes de la cartera a la diaria. El encuentro fue solicitado por Venezuela, y Colombia confirmó ayer que asistirá.

Uruguay está en una posición similar a la de Brasil y, en cierta medida, a la de Venezuela. Considera que para garantizar la paz en la región primero hay que lograr que Colombia solucione su situación interna, y le quita responsabilidad al gobierno de Chávez en el asunto. “Si el gobierno de Colombia no controla su problemática interna, ¿por qué le exige a Venezuela que controle?”, preguntó una fuente.

Para el gobierno uruguayo, los problemas del narcotráfico, la guerrilla y los paramilitares trascienden de hecho las fronteras de Colombia y, por lo tanto, deberían ser abordados por la región en su conjunto. Resta ver “qué voluntad hay de trabajar por la paz” por parte del gobierno colombiano, acotaron.

El planteo de Uruguay será parecido al del presidente brasileño, Lula da Silva, según las fuentes. El diario brasileño Folha de São Paulo informó el viernes pasado que el país norteño pretende reducir la incidencia de Estados Unidos en la región y lograr que la Unasur adopte un rol activo en el conflicto.

Sin mediadores

Si bien algunos presidentes, como Lula y el paraguayo Fernando Lugo, se ofrecieron a mediar en el conflicto, Venezuela pretende que sea en “el espacio colectivo de la Unasur” donde se busque una solución al diferendo, explicó a la diaria el embajador del país caribeño en Uruguay, Julio Chirino. En ese contexto, el secretario general de la Unasur, Néstor Kirchner, que también se ofreció a mediar, jugará ese rol pero como titular del organismo, en coordinación de los presidentes y cancilleres. Chirino destacó que su país ya considera la asistencia de Almagro a la reunión de mañana en Quito una muestra de apoyo de Uruguay.

Maduro se reunió ayer por la mañana en Suárez y Reyes con Mujica, en el marco de una gira que emprendió por los países de la región (ver página 8), y le presentó el “plan de paz” que su país entiende viable para solucionar el conflicto. El canciller venezolano argumentó que en su país viven cuatro millones de colombianos y que resulta muy difícil tener un control absoluto de sus actividades.

Maduro, quien también se reunió con dirigentes del Frente Amplio, consideró que el Plan Colombia, financiado por Estados Unidos, fracasó, y que ha llegado el momento de un “plan de paz suramericano” para resolver la situación interna en Colombia. “Unasur ha definido un gran objetivo: Sudamérica tiene que consolidarse como zona de paz.

Solamente queda el conflicto armado colombiano. La guerra de Colombia tiene 60 años y la solución no es [instalar] más bases militares norteamericanas ni [destinar] más dinero para la guerra. La solución tiene que ser un plan de paz. Eso es posible y ha sido el planteamiento central que hemos compartido en la mañana de hoy con el presidente Pepe Mujica”, comentó Maduro.

En Uruguay, tanto la Mesa Política del Frente Amplio como el Secretariado Ejecutivo del PIT-CNT se pronunciaron a favor de la paz en la región. El órgano de conducción de la central obrera expresó ayer su conformidad por el rol que se está dando a la Unasur y denunció “el triste papel que continúa cumpliendo Uribe”, al “permitir el accionar de bandas paramilitares que persiguen y asesinan dirigentes sindicales” y al “autorizar la instalación de siete bases militares de Estados Unidos para operar en la región”.