Antes de partir, el presidente José Mujica dijo en M24 que tanto los países pequeños como los más grandes deben tener la capacidad de “construir unidades mayores que nos permitan la discusión y el peso en el mercado internacional”. Afirmó que “por esto vamos a Perú y por esto luchamos para que Venezuela ingrese al Mercosur”, e inmediatamente hizo un comentario respecto de la “gente [a la] que no le gusta” el presidente venezolano Hugo Chávez: “Que miren con un sentido a largo plazo; los gobiernos pasan, pero las sociedades y los países quedan. No podemos ignorar una parte de esta América tan rica en energía, tan complementaria, tan importadora de alimentos”.

Por la mañana Mujica arribó a Perú, donde fue recibido en el palacio de gobierno de ese país por su presidente, Alan García, y el canciller, José Antonio García Belaúnde. La delegación presidencial incluyó al canciller Luis Almagro, al presidente de ANCAP, Raúl Sendic, y al presidente de la Administración Nacional de Puertos, Alberto Díaz, entre otros jerarcas. Se firmó una serie de acuerdos bilaterales en materia portuaria, de capacitación diplomática, de migraciones, de salud pública y de investigación científica.

Los presidentes dieron una conferencia de prensa en la que hicieron referencia al compromiso de los países en derechos humanos, democracia, desarrollo económico y social y pacificación de la zona. García le propuso a Mujica “levantar la bandera de la paz y el desarme” en la región, por representar a “un pueblo pacífico, democrático, laborioso y profundamente educado”. “Estoy seguro de que la voz de Pepe Mujica tendrá profundas consecuencias en la Unasur”, dijo García, que elogió a Mujica informándoles a los peruanos que tiene “14 años de prisión por su ilusión en pro de la justicia y su lucha en pro de la democracia y la libertad, y ha sabido aprovechar las circunstancias que el mundo actual pone en las manos de cualquier gobernante”.

Mujica dijo que iba a tener en cuenta el consejo. “Hace bien el señor presidente [García], que nos dejemos de ‘bobear’ y estar gastando plata en armas cuando tenemos que gastar mucha plata en redimir a tanta gente pospuesta, aplastada y sometida e ignorada que nos queda”, enfatizó. También recomendó a Uruguay como lugar para que vivan e inviertan empresarios peruanos: “Hay lugar para empresarios, hay lugar para vivir, estamos casi vacíos. América es una, no se queden sólo en Argentina y Buenos Aires, vayan un poco para este lado”.

Más tarde Mujica participó en un encuentro en la Cámara de Comercio de Perú. Allí llamó a no jugar con la inflación y el gasto público y se refirió a la inversión de UPM como un ejemplo que demostró que Uruguay cumple con los inversores. “Nos bancamos un lío de varios años en la frontera, porque le habíamos dado el compromiso a un grupo finlandés para que invirtiera 1.500 millones de dólares en una fábrica de celulosa”, sostuvo.