Entre 2005 y 2006 se llegó a excavar un total de 10.492 metros cuadrados en el predio militar, ubicado en Toledo (Canelones), pero no hubo hallazgos que pudieran confirmar las versiones de que en el lugar se produjeron enterramientos clandestinos durante la dictadura. Durante 2007 y 2008 surgieron nuevos testimonios sobre la exhumación de cuerpos de detenidos-desaparecidos posiblemente realizada entre 1983 y 1985 durante la denominada “Operación Zanahoria”, anteriormente denunciada en la Comisión para la Paz y en otras organizaciones de derechos humanos. “Se sacaron todos los cuerpos de desaparecidos enterrados en el Batallón 14”, llegó a decir el coronel Gilberto Vázquez en entrevista con La República, el 11 de agosto de 2006.

Los testigos presenciales de los supuestos desenterramientos coincidieron en que la operación no fue exhaustiva e identificaron nuevas áreas de posibles hallazgos en las cuales se concentraron las excavaciones realizadas entre setiembre y diciembre de 2009. En ese marco, el GIAF -un equipo que surge de un convenio entre Presidencia y la Universidad de la República- detectó diversas irregularidades en el terreno que corresponderían a la Operación Zanahoria.

En una de estas zonas con “anomalías estratigráficas” y en los últimos días de trabajo en el lugar se realizaron varios hallazgos de fragmentos óseos. Para determinar si pertenecían a humanos se aplicaron técnicas antroposcópicas -que analizan morfología, tamaño y madurez de las piezas-, pero éstas no arrojaron pistas por ser los restos muy pequeños. La técnica bioquímica para determinar el origen de los hallazgos se realiza en Buenos Aires, razón por la cual se enviaron a la Morgue Judicial Argentina.

Así las cosas, el juez penal de 2º Turno, Pedro Salazar, envió en setiembre de 2010 una nota al Poder Ejecutivo solicitando que se reiniciaran las excavaciones en el Batallón 14. La orden judicial se enmarca en la causa que investiga el paradero de María Claudia García de Gelman, desaparecida en 1976, y que el magistrado tiene a su cargo luego de que reabriera las actuaciones en agosto de 2008 y de que la causa fuera archivada dos veces, una en 2003 y otra en 2005.

A la espera

Hasta ahora el equipo no ha tenido novedades de los resultados, dijo López Mazz en entrevista con Radio Uruguay. En Presidencia indicaron a la diaria que “este tipo de trámite” siempre conlleva “demoras burocráticas” pero que está “en proceso”. En tanto, según pudo saber la diaria, el Poder Judicial no recibió todavía una respuesta formal desde Argentina.

Fuentes vinculadas a la causa dijeron que los exámenes aún no se realizaron porque la Morgue todavía no recibió, “por razones burocráticas”, las autorizaciones judiciales correspondientes al vecino país.

“Estamos sorprendidos por la demora”, confirmó López Mazz ayer a la diaria. No obstante, expresó que en la zona donde se encontraron las piezas óseas en cuestión “apenas se hizo un trabajo exploratorio” y que, por lo tanto, existen expectativas de hallazgos más alentadores. “El tema con estos restos es que su fragmentación compromete la identificación, pero nosotros esperamos poder encontrar esqueletos enteros”, resumió.

No obstante, el antropólogo indicó que a raíz de los aplazamientos el equipo analiza implementar en Uruguay la técnica bioquímica para establecer el origen de los huesos que no puedan ser identificados morfológicamente.

Otra de las expectativas es obtener pruebas concluyentes de la existencia de la Operación Zanahoria. Las excavaciones comienzan el próximo martes y se extenderán en principio por seis meses.