La aspiración de las senadoras frenteamplistas Mónica Xavier (Partido Socialista) y Constanza Moreira (Espacio 609), impulsoras del proyecto que busca despenalizar el aborto, e integrantes de la comisión de Salud Pública del Senado, es que tenga media sanción en diciembre, antes de que el Parlamento entre en receso. De aprobarse la iniciativa, “toda mujer mayor de edad tiene derecho a decidir la interrupción voluntaria de su embarazo durante las primeras doce semanas del proceso gestacional”.
Sin embargo, para el presidente de la comisión, el senador frenteamplista Luis Gallo (Asamblea Uruguay) será difícil cumplir con esos tiempos. En diálogo con la diaria explicó que seguramente las consultas con los expertos extenderán su tratamiento. “Uno puede apurar para que pase al plenario, pero si los partidos de la oposición plantean la necesidad de que alguien venga, no se puede negar. Lo importante es empezarlo y tenerlo en el orden”, señaló.
En ese sentido, Gallo adelantó que está previsto que el tratamiento en la comisión se inicie el martes 1º de noviembre, ya que es el tema que en la agenda le sigue en prioridad a las modificaciones de la ley de donación y trasplante de órganos. El proyecto ingresó al Senado el 1º de junio, luego de un proceso de discusión interna en el Frente Amplio (FA). En ese marco estaban planteados dos textos, uno de Xavier y otro del diputado Álvaro Vega (Espacio 609), quien cuestionaba que se obligara a todos los centros de asistencia médica, tanto públicos como privados, a brindar a las usuarias los servicios necesarios para interrumpir su embarazo en forma voluntaria, argumentando la objeción de conciencia.
En la redacción acordada se mantiene la obligación para las instituciones de salud y se establece que “ante la eventualidad de que algún integrante del personal médico o de salud se excusara por razones fundadas de participar en dicho procedimiento” las instituciones deberán asegurar que haya personal calificado para garantizar el cumplimiento de la ley. Asimismo, se prevé que los funcionarios que se excusen de participar del acto médico que implica la interrupción del embarazo no sean objeto de sanciones o actos que afecten su desempeño laboral.
Gallo asegura que los votos en el Senado están. La iniciativa fue presentada con la firma de 14 de los entonces 17 senadores frenteamplistas. Rodolfo Nin Novoa (Alianza Progresista) no puso su rúbrica pero votará afirmativamente; tampoco Carlos Baráibar (Asamblea Uruguay), quien no está de acuerdo con despenalizar el aborto. Sin embargo, Gallo aseguró que, llegado el momento, enviará a su suplente como lo ha hecho en ocasiones anteriores. El tercero que no firmó pero respaldará es Carlos Gamou (CAP-L).
Entre los firmantes también está Jorge Saravia, quien ahora pertenece a la agrupación nacionalista Concertación Republicana Nacional. Consultado por la diaria adelantó que votará favorablemente si la Concertación resuelve dejar en libertad de acción. “Me parece que va a ser ésa la decisión. Fui el primer blanco que votó a favor dentro del FA y ahora podría ser el primero en el Partido Nacional”, señaló. Añadió que si la bancada nacionalista mandata votar en contra de la iniciativa “en este caso” se regirá por lo que decida su grupo, porque es un tema de “libertad de conciencia”. En el Partido Colorado, el senador Ope Pasquet (Vamos Uruguay) manifestó su postura favorable a la despenalización, aunque explicó que estudiará este proyecto.