Mientras se esperan los resultados de ADN que permitan identificar los restos óseos hallados el 21 de octubre en el Batallón Nº 14, se conoció ayer que el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) pudo identificar al uruguayo Marcos Arocena, desaparecido en el vecino país el 9 de julio de 1976 tras ser detenido en su domicilio.

Arocena estaba radicado en Argentina pero no tenía militancia política. Era escritor y dramaturgo, había obtenido su título en la universidad de Filosofía y Letras de ese país y estudiado un par de años de Arquitectura. La información fue publicada ayer por el diario Buenos Aires Herald, que escribe en inglés. El embajador itinerante Milton Romani, quien en su momento fue exiliado político en Argentina, confirmó los hechos a la diaria y explicó que estaba haciendo las gestiones correspondientes en la cancillería uruguaya para establecer una comunicación oficial.

Romani destacó que el firmante del artículo periodístico, el inglés Robert Cox, fue directivo de ese periódico durante la dictadura y que era el único medio que denunciaba los hechos vinculados al terrorismo de Estado en aquellos años. La identificación de Arocena, según Cox, se produjo mediante el cotejo del ADN que hace dos años aportó su hermano Federico, realizado por el EAAF que había hallado los restos en la fosa común en Avellaneda, junto a otros NN.

En una ceremonia simple, el martes 8 de noviembre, Arocena fue inhumado junto a la tumba de su madre, Helena Guimarães, quien lo buscó incansablemente durante más de 30 años. La identificación se había producido dos meses antes. Las fuentes vinculadas a la comisión de seguimiento consultadas por este medio afirmaron que estaban en conocimiento de los avances en el caso pero que aún no tenían información oficial sobre éste. De hecho, en la ficha de Arocena de la "Actualización de la Investigación Histórica sobre Detenidos-Desaparecidos", dada a conocer el 1º de noviembre, ya se añadía que "se reanudan las investigaciones" respecto al hallazgo de restos, algo que no aparecía en la edición de 2007.

Despertares

“Marcos Arocena había sido de algún modo un precursor: politizado, culto, refinado, bisexual. Cúmulos de discos de música clásica en el piso del living de su casa de Santa Fe y Uriburu, tercero o cuarto piso, Irupé no recuerda con precisión. Al entrar, dos banderas de tamaño natural, la argentina y la uruguaya, recibían a los visitantes”. Así lo describe la uruguaya Esperanza Casco en su novela histórica recién editada Si al despertar no me encontraras, que ya presentó en Argentina y que presentará el 1º de diciembre en el departamento de Florida.

Casco, ex militante del Frente Estudiantil Revolucionario (FER), se exilió en Argentina con 21 años, y fue recibida por Arocena, quien le dio refugio, como a tantos otros. “Hoy [por ayer] estaba en mi casa en Buenos Aires y una persona que leyó la novela y es profesora de inglés me escribió en un mensaje de celular: 'qué terrible, tú debes ser la chica de la que habla la nota del Herald”, relató ayer a la diaria. Casco salió a comprar un ejemplar y trasladó la noticia a varios uruguayos, entre ellos Romani.

“Por un lado estoy contenta, pero más que nada estoy triste”, expresó. Casco relató que, como tenía militancia política y estaba radicado en Buenos Aires, no tiene vínculos con Uruguay. “Lo peor es que cuando llegaba a la a casa [el día de su detención], le avisaron que estaba la cana adentro, pero dijo 'yo no tengo nada que ocultar si no hice nada incorrecto'. Actuó con la ingenuidad de que esto no era una masacre”, recordó.