El presidente de la República ha invitado para hoy a un primer encuentro de trabajo del Consejo de Ministros con la Comisión Coordinadora del Sistema Nacional de Educación Pública, integrada por el Ministerio de Educación y Cultura, la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) y la Universidad de la República (Udelar).
La situación actual de la educación en su conjunto es altamente preocupante. Si no se la mejora decididamente, no se podrá disminuir sostenidamente la desigualdad ni aprovechar la bonanza de hoy para asegurar el progreso de mañana. Mayor vigencia que nunca tiene la convicción de que la defensa de la enseñanza pública pasa ante todo por su profunda reforma. De ciertos esfuerzos, todavía débiles, que la Udelar realiza en esa dirección da cuenta el documento que se presenta al encuentro de hoy.
A largo plazo, el desarrollo integral de Uruguay pasa por la generalización de la enseñanza avanzada conectada con el trabajo durante toda la vida. Ésa debe ser una meta nacional para colaborar con la cual la Udelar debe formar mejor a más estudiantes en más lugares del país. Al respecto registra avances como la expansión de la oferta educativa, que de 2004 a 2010 pasó de 66 a 92 carreras de grado y de 133 a 172 opciones de posgrado, e incluye además 32 “carreras cortas”. Algunas de las nuevas opciones se dictan sólo en el interior, donde la oferta educativa incluye varias carreras completas y alcanza a unos 7.000 estudiantes. En el período indicado el egreso de carreras de grado pasó de 4.000 a 4.900 al año. Apuntando a mejorar considerablemente esos resultados, entre otros esfuerzos la Udelar respalda más directamente a los estudiantes que ingresan, diversifica las modalidades de enseñanza (teniendo en cuenta especialmente que tres de cada cuatro estudiantes trabajan o buscan trabajo), hace mayor uso de la enseñanza “semipresencial” y avanza en la construcción de los centros universitarios regionales y de otros espacios académicos.
A mediano plazo, el país debe universalizar la enseñanza media, por su valor intrínseco y porque ella debe capacitar tanto para el trabajo como para seguir aprendiendo a nivel terciario, sin lo cual se hace difícil acceder a ocupación de calidad. Los jóvenes lo saben, por lo cual uno de los factores fundamentales para que quieran culminar la enseñanza media es ofrecerles perspectivas reales de continuar sus estudios luego. Esto conecta directamente la meta mencionada en este párrafo con la enunciada en el anterior.
A corto plazo hay que atender a la demanda social de enseñanza técnica media. A la vez, hay que multiplicar los accesos desde esa modalidad educativa a la enseñanza avanzada. La colaboración entre ANEP-UTU y la Udelar creando tecnólogos y un sistema conjunto de Enseñanza Agraria constituye una semilla de futuro, que puede germinar con la creación del Instituto Terciario Superior.
La transformación pasa por el fortalecimiento de todo el sistema educativo y por una coordinación cada vez más profunda entre todas sus instituciones, las ya existentes y las que es necesario crear. Para fortalecer el sistema es imprescindible formar mejor a más docentes de todos los niveles, desde la enseñanza inicial a la universitaria, abriendo oportunidades a más gente. Por eso es clave sumar esfuerzos en torno a la creación del Instituto Universitario de Educación.
Los docentes que la nueva educación necesita tienen que tener siempre en cuenta la verdad vieja que define la enseñanza activa: en los procesos de aprendizaje el protagonismo fundamental corresponde, individual y colectivamente, a quienes aprenden. Sólo estimulando las ganas y el gusto por estudiar se puede ayudar a que los estudiantes aprendan a seguir aprendiendo siempre, que es lo más importante de todo. Para eso hay que aprender en las aulas y, más aun, fuera de ellas. Por consiguiente, no es sólo el sistema educativo sino toda la diversidad de actores institucionales y sociales la que puede y debe contribuir al proyecto transformador, que podría caracterizarse como la construcción de un país de aprendizaje.
Grandes carencias tiene nuestra educación. El encuentro de hoy puede contribuir a afrontarlas, en particular afirmando la emergente convergencia en torno a tres metas fundamentales:
• Fortalecimiento de todo el sistema educativo, reformando las instituciones existentes, creando nuevas instituciones y profundizando la coordinación entre todas ellas.
• Universalización de la enseñanza media, por su valor en sí misma y porque debe capacitar tanto para la ocupación como para acceder a mayor formación.
• Generalización de la enseñanza avanzada conectada durante toda la vida con el trabajo, el ejercicio de la ciudadanía, el acceso a la cultura y la mejora de la calidad de vida.