El senador Eleuterio Fernández Huidobro (CAP-L) recomienda ir “despacito y por las piedras” al momento de analizar la viabilidad del emprendimiento minero de Aratirí en la zona de Valentines, y reclama que el gobierno analice “con siete lupas” esta inversión, a la que ya se oponen “sectores” de la oposición y de la academia.

Fernández Huidoboro quiere asegurarse de que la empresa india Zamin Ferrous sea efectivamente una minera y no “la fachada de otra cosa”. “Hoy está en tela de juicio, hay versiones que indican que la empresa se dedica a intermediar minerales y a hacer prospecciones para luego venderlas a otras empresas mineras. Es algo que la empresa niega, pero hay que mirar todo con mucho cuidado”, dijo.

El legislador oficialista considera que un yacimiento a cielo abierto con las dimensiones proyectadas “ya es un problema en sí mismo”, y además “sobran los ejemplos” en el mundo de los impactos ambientales que provoca esta actividad.

Uruguay debería, según Fernández Huidobro, “evaluar qué posibilidad tiene de generar algún valor agregado y que no sea una exportación de materia prima. Otro problema es la logística, se habla de un mineroducto que recorrería una cantidad de kilómetros a campo abierto rumbo a la costa de Rocha, de un muelle para el atraque de grandes embarcaciones y hasta de una central eléctrica a carbón, algo que en el resto del mundo hoy es mala palabra”, advirtió el senador, quien piensa que todo el debate por la reforma del Código Minero ha estado “teñido” por esta inversión.

En entrevista con la diaria, efectuada el viernes pasado, antes de la reunión de la dirección nacional de la CAP-L (ver nota en esta página) el líder del sector opinó que los cambios tributarios que impulsan sectores frentistas son “pequeños retoques”, y que en la situación actual no hay margen “para un modelo económico alternativo”. “No creo que se pueda plantear algo más a la izquierda, como se dice por ahí, dentro de este paradigma. Nada es más de izquierda porque lo presenten así”, agregó.

Fernández Huidobro prefiere centrar la discusión en la viabilidad de un paradigma que hoy, según dijo, aceptan tanto la derecha como la izquierda. “Este modelo lleva al planeta al desastre y basta mirar la televisión. Antes decíamos que los enemigos eran el imperialismo y la burguesía, y lo siguen siendo, pero nadie hablaba de ecología, agotamiento de los recursos o crisis alimentaria. Este modelo es para una minoría y el resto de la humanidad sobra. Es un futuro sin porvenir”, continuó. El mayor problema, en su opinión, es que a la izquierda uruguaya “se la ha comido la táctica” y tiene problemas para reflexionar con una mirada a largo plazo. “Hay que saber elegir los amigos y también los enemigos, cuando elegís enemigos muy chicos te empequeñecés vos mismo, y algo de eso nos ha pasado”, sostuvo.

Admitió que durante muchos años la izquierda ignoró los planteos que se efectuaban desde el ecologismo, quizás porque “nunca pensamos que la estupidez humana podía llegar a esto”. Para Fernández Huidobro, las discusiones que se llevan adelante en lugares como la conferencia sobre cambio climático de la ONU no se trasladan a la política uruguaya porque “estamos todos en otra cosa”. “En realidad estamos todos locos si no atendemos estas cosas”, señaló.

Mirando al Pepe

Ferndández Huidobro conoce muy bien al presidente José Mujica. La primera vez que se vieron fue en 1961 en la base Pinela de La Teja, a través de “amistades comunes” que tenían en la juventud comunista. Mujica recién abandonaba el Partido Nacional. “Él era el secretario de Enrique Erro en el Ministerio de Industria y militaba en la lista 31 del PN, donde también era referente Ángel María Gianola, que después sería ministro del Interior cuando lo del Filtro. Las vueltas que da la vida”, recordó.

Para el senador de la CAP-L Mujica es el mismo que conoció por aquellos años. “Era así como ahora, la misma manera de ser y de hablar. Pepe es un tipo auténtico. Andaba mejor vestido que ahora porque tenía novia y andaba muy enamorado, pero es lo único”, bromeó.

Dice que le gusta mucho hablar con Mujica “y a él conmigo”, y que en algunas cosas “nos entendemos de memoria”. “Seguimos teniendo una relación muy cercana, casi nunca discrepamos o, por lo menos, en esas diferencias que parten agua. No nos vemos con la asiduidad de antes, de encontrarnos tranquilos en el boliche”, añadió.

La Reforma del Estado y la educación son para Fernández Huidobro los mayores desvelos del mandatario. “Es un hombre muy pragmático y el aparato burocrático del Estado lo va a hacer sufrir mucho. El choque entre las ganas de cambiar cosas y esa realidad es una tragedia nacional”, reflexionó.

La salida de la CAP-L del Movimiento de Participación Popular generó heridas entre la dirigencia, pero según el senador no afectó la relación con mantiene con Mujica o incluso con referentes emepistas como Julio Marenales. “Con el viejo Julio mantenemos una buena relación. Tiene la virtud de separar las diferencias políticas de las relaciones humanas”, concluyó.