Este domingo se elige la Dirección Nacional del Movimiento de Participación Popular (MPP), que estará integrada por 41 autoridades. Diez de esos lugares corresponderán a los denominados “institucionales” (integrantes del Ejecutivo o legisladores). En ese contexto, Lucía Topolansky, que encabezó la lista al Senado del sector en las elecciones de 2009, conversó con la diaria sobre la relación del MPP con el gobierno y sus liderazgos. Consideró que el ministro del Interior, Eduardo Bonomi, el senador Ernesto Agazzi y ella conforman “un equipo” y que Julio Marenales es un “compañero que tiene algunas dificultades para entender algunas cosas del hoy”.

¿Hay distintas corrientes en el MPP?

En todos los grupos políticos es una virtud que no haya homogeneidades, porque si no la democracia estaría agujereada. En el MPP hay opiniones variadas porque además es un movimiento y hay mucha más flexibilidad que si fuera un partido. Obviamente en algunos temas queda alguna gente agrupada de algún modo y en otros temas queda de otro. Pero todo eso de la línea oficialista y la otra no es verdad: todos apoyamos a Pepe porque salió de nuestras filas. Ahora, después podrá haber más o menos acuerdo con cosas concretas, y eso es natural.

¿Hay dirigentes del MPP que no asumen plenamente el rol de defensa del gobierno?

No es lo mismo ser oposición que ser gobierno. Cuando tú pasás muchos años en la oposición y pasás a ser gobierno, es obvio que tenés una dificultad y nosotros la tuvimos. Nos pasó con la primera intendencia [del Frente Amplio] y con el gobierno de Tabaré, y todavía queda un remanente de compañeros a los que les cuesta entender que son el oficialismo, pero yo soy optimista de que con el tiempo y el ejercicio de la responsabilidad eso se va a ir salvando. Desde la oposición idealizás o te parece que las cosas son más simples. A veces los tiempos demoran y puede haber un compañero que no esté tan informado y diga “pah, no empiezan nunca la obra, no tiene goyete”, y haga comentarios.

-¿Considera que el MPP debe controlar el rumbo del gobierno?

No. La palabra “controlar” yo la sacaría del diccionario. No es controlar, de lo que se trata es de hacer un seguimiento que permita ver que las pautas del programa se vayan cumpliendo, que vayamos generando entre todos, en una construcción en positivo, lo que nos propusimos. Si nosotros vemos un problema grave en nuestro gobierno, tendremos que ir a hablar con el presidente o con quien corresponda y decirle: “veo este problema”, pero nada más.

-¿Qué prioridades debería tener la nueva dirección?

Tenemos ya algunas pautas. Queremos agilizar algunas cosas del Fondo Raúl Sendic, sería el momento de hacer un balance de los proyectos que pasaron y ver cuáles redituaron más para la gente. Además, queremos transformar nuestro instituto Cadesyc [Centro Artiguista por los Derechos Económicos, Sociales y Culturales del Uruguay] en una herramienta más profunda de formación política. También tenemos que mejorar las comunicaciones con todo el interior, y hay que reflotar algunas coordinadoras de Montevideo donde estamos flojos. Le queremos dar todavía más vuelo a nuestra juventud. Y tenemos además un agujero a nivel de los trabajadores. Tenemos muchos compañeros que participan en sindicatos como afiliados de base pero no conducen, y tenemos muy poca incidencia en la central obrera. Ése es un punto de preocupación.

-¿Hay liderazgos claros en el MPP luego de la partida de Mujica?

Pepe siempre ha dicho que el mejor dirigente es el que logra dejar una barra que lo suplante con ventaja. No sé si lo suplantamos con ventaja, pero hemos trabajado para conformar un equipo en el que nos complementamos entre nosotros. Tanto Bonomi como Agazzi o yo, que encabezamos la lista 609 por el MPP, hemos tratado de trabajar muy unidos en equipo, porque lo que no tiene uno lo tiene el otro. Obivamente, a mí muchas veces la gente me asocia con Pepe y me traslada el cariño, y yo no me debo confundir, aunque tengo gente que me sigue a mí, pero no me subo al caballo. En el caso de Marenales, es un compañero veterano, tiene 81 años, y recoge una experiencia que nace de un Uruguay muy distinto del de hoy, y ese Uruguay está... ha ido cambiando, y hay veces que el compañero tiene algunas dificultades para entender algunas cosas del hoy. Si alguien quiere leer eso como liderazgos o distintas posiciones, para mí se equivoca. Yo puedo tener más afinidad con uno que con otro, eso es obvio.

-¿Hay diferencias ideológicas con Marenales?

No. Él tiene un modo muy frontal de comunicarse y nunca te la va a vender en papel celofán. Hay otros compañeros que son más políticos, te la pintan más adornada. Y está bien, cada uno con su modalidad. La prensa busca a Marenales porque busca la frontalidad, porque le sirve como noticia, pero en realidad nosotros no tenemos ninguna discrepancia ideológica.

-Astori anunció algunos cambios tributarios. ¿Es la postura del gobierno?

No, no. Todos los frenteamplistas hemos estado hablando y hasta por demás de las cuestiones tributarias. Ahora el equipo económico, junto con el presidente, va a concretar la propuesta. Astori tiene todo el derecho de opinar, porque además de haber sido ministro de Economía es contador y es vicepresidente de la República.