En abril de 1972 ocho dirigentes comunistas fueron fusilados en la seccional 20 del PCU (Agraciada y Valentín Gómez), sin motivo aparente, por militares y policías. Ayer, en ese mismo lugar, más de 500 personas recordaron este hecho, con el tinte particular de que el martes el proyecto interpretativo de la Ley de Caducidad había sido aprobado por el Senado.

Según el secretario de organización del PCU, Carlos Tutzó, lo ocurrido el martes en la cámara alta es un hecho “muy trascendente y muy vinculado con este acto”. “La votación nos da un nuevo impulso por la verdad y la justicia. No se trata sólo de un tema de memoria, sino también de qué futuro vamos a construir”, aseguró. Respecto a la masacre que se conmemoró en la oportunidad, el ex edil capitalino también sostuvo: “En estos días, nuestra encargada de derechos humanos [Lille Carusso] está haciendo una denuncia ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos” por el caso. Según pudo saber la diaria, la dirigente comunista viajó a Estados Unidos para presentar el caso ante el organismo.

En línea con lo dicho por Tutzó, el coordinador general del PCU, Juan Castillo, expresó que la media sanción del proyecto interpretativo “es algo que pesa mucho en función de las demandas que el FA tiene y de los compromisos con los familiares de los desaparecidos”. El presidente del Frente Amplio, Jorge Brovetto, envió una carta que fue leída en el acto; en ella invitó a las “compañeras y compañeros a eliminar de nuestro marco jurídico esa oprobiosa Ley de Caducidad de la Pretensión Punitiva del Estado”. Otros saludos similares llegaron por vía postal, como el del diputado socialista Roque Arregui y el del senador nuevoespacista Rafael Michelini, entre otros. El ministro de Salud Pública, Daniel Olesker, se hizo presente en el acto y se sentó junto al senador suplente de Lorier, Óscar López Goldaracena, quien no se cansó de recibir elogios de los presentes.

Entre chorizos y tortas fritas, se proyectó un breve documental que arrancaba con el nazismo de Hitler y culminaba con los mártires de la 20. Luego cantaron el himno -“tiranos temblad” con los puños cerrados- y “La Internacional”. Posteriormente, Lorier fue el encargado de entregarle un nuevo carné de socio del PCU al único sobreviviente de la masacre que aún vive, José Antonio Machado, tras lo cual pronunció su discurso.

Lorier profundizó en varios temas. Entendió que la jornada de ayer fue “histórica”, debido a que se trató del día “después” de que el Senado comenzó el “proceso parlamentario para anular la ley [de Caducidad]”. “La patria está más cerca de Artigas”, disparó, y luego propuso que se cree una “comisión” dedicada a “estudiar este tipo de crímenes en nuestro país”.

Tras ello volvió a referirse al debate de la redistribución de la riqueza y fustigó a los partidos “tradicionales”, al Partido Independiente y a las cámaras empresariales, por entender que “no quieren colaborar con el debate” sobre ese tema. “Para ellos se queda como está o hay más concentración”, dijo. También reclamó que “debería estar funcionando, tal como lo menciona el presupuesto, la comisión para estudiar la viabilidad del frigorífico nacional” y que “debería estar estudiándose el ente marítimo y la flota pesquera”. Respecto a las modificaciones del proyecto de ley de contratos de participación público-privada, se preguntó si las modificaciones hechas por el gobierno “serán suficientes para sacarle el caracú de capitalismo a esas asociaciones”. No obstante, consideró “destacable” la forma como se dio el proceso de discusión de la distribución de la riqueza, y destacó la decisión del gobierno de que se exonere del IVA a un sector de la población.