El índice de conflictividad que elabora mensualmente la Universidad Católica del Uruguay Dámaso Antonio Larrañaga (UCUDAL) reflejó un descenso de 40% en abril respecto a marzo, pero un aumento de 21% si se lo compara con el resultado de abril de 2010. Según se dice en el índice, el descenso se explica porque en marzo “hubo un paro en la construcción por fallecimiento de trabajador en accidente de trabajo, hecho que no se repitió en abril”. “Sin embargo, si en marzo se aíslan las jornadas perdidas por dicha causa, la conflictividad se mantuvo en los mismos niveles del mes anterior”, sostiene el informe de la UCUDAL.
En total fueron 18 conflictos, “que involucraron 19.129 trabajadores y por los que se perdieron 32.317 jornadas laborales”. El informe también sostiene que la conflictividad fue en su mayoría en el sector privado (93%) y preferentemente en los sectores de industria (38%) y comercio (35%). Entre las causales del conflicto, 90% tuvo como motivo causas salariales, “y se explica porque llegando a la finalización de la ronda salarial, en varios Consejos no se había podido llegar a acuerdos, como en los taxis, las radio operadoras de taxis, los molinos de arroz, distribuidores de supergás, tiendas, supermercados, estaciones de servicio y transporte de carga”. Según se vaticina, la conflictividad tenderá a bajar en los próximos meses, dado que, si bien quedan algunos sectores sin acordar en los Consejos de Salarios, “las negociaciones que aún no lograron acuerdo son cada vez menos”.
La otra cara
Al subsecretario del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS), Nelson Loustaunau, no lo “desvela” el índice. “Miro más otros indicadores, como el empleo, el desempleo y la inflación”, sostuvo. Según dijo, para saber si se trata de un índice confiable habría que “contrastarlo con otros indicadores, que no hay”. También destacó que “los datos de conflictividad son relativos”: “Es un índice fácil de interpretar para los que estamos en el tema, pero otros se pueden alarmar”. “Si se perdieron 50.000 horas de trabajo, parece algo muy alarmante, pero no se sabe cuál es el total”, expresó, y agregó que “cada vez que hay una negociación colectiva en un área hay más conflictividad porque los sindicatos involucrados salen a reclamar y quieren mejorar su situación, pero si no tuvieran por qué reclamar sería porque la situación es algo caótica”.
Según dijo, también hay que tener en cuenta el nivel de desempleo -ya que “en 2004 la conflictividad era muy baja, pero había 16% de desocupación”- y el volumen de la negociación colectiva: “La conflictividad se ata mucho al volumen de negociación colectiva que hay en un país. Cuanto más negociación colectiva hay, más se consagran derechos para los trabajadores y también se logra homogeneizar la competencia, ya que dos empresas no se pueden sacar ventaja porque uno no paga y otro sí”. “Hoy hay alrededor de 1.400.000 trabajadores registrados en el Banco de Previsión Social. Esto hace que los trabajadores ejerzan más sus derechos colectivos y también da un campo de mayor conflictividad y de mayor justicia social”, agregó.
Loustaunau también confirmó que el MTSS realiza un trabajo de relevamiento de datos, “no tanto sobre conflictividad sino viendo los resultados de algunas cláusulas que aparecen o no en los convenios”. “Más que con la conflictividad tiene que ver con la prevención de conflictos. Ven la efectividad de algunas cláusulas y qué resultados tuvieron”, resaltó.