El presidente de la República, José Mujica, reafirmó ayer en su audición radial la necesidad de luchar contra los especuladores y defender a los pequeños y medianos productores rurales. Se refirió a la tierra como uno de los bienes que más han aumentado su valor en los últimos tiempos. El presidente indicó que en sociedades estables como la uruguaya su precio tiende a dispararse principalmente debido a los buenos indicadores que el país tiene. Indicó que hay quienes "hicieron una torta de guita" gracias a la estabilidad del país, y ahora se les está pidiendo "una manito".

La propuesta de gravamen que impulsan Mujica y el director de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP), el economista Gabriel Frugoni, apunta a 1.200 empresarios rurales (algo así como 10% de los productores del país), que, según estimaciones de Mujica, concentran 64% de las tierras del país.

Al mismo tiempo que el presidente hablaba en su audición, el vicepresidente de la República, Danilo Astori, dijo a Radio El Espectador que el impuesto propuesto no sólo no consigue luchar contra la concentración de la tierra, sino que además puede constituir un retroceso al respecto. Su principal argumento es que la propuesta de Mujica no distingue entre las distintas realidades que presenta el agro. Astori sostuvo que el impuesto sólo contemplaría a los productores laneros y de carne, y deja por fuera a los agropecuarios. A modo de ejemplo planteó que "un productor sojero de 1.999 hectáreas, con altísimos niveles de productividad y altísimos ingresos, no pagaría este impuesto; en cambio, un ganadero muy modesto, con 3.000 o 4.000 hectáreas en el basalto, estaría pagando este impuesto, y le va a doler mucho si se le instala así”.

La iniciativa del presidente propone gravar las propiedades con un mínimo de 2.000 hectáreas índice Coneat 100. Mujica sostuvo que este indicador se basa en un sistema antiguo del agro, pero que "es el único índice de productividad que hay". Astori criticó esta afirmación y sostuvo que se está queriendo poner un impuesto general a todo el agro, sin tener en cuenta sus diversidades. Agregó que con esta propuesta el gran perjudicado va a ser el sector ganadero, y más concretamente el pequeño productor.

Astori planteó que su principal diferencia con la propuesta está en cómo se determinan las capacidades contributivas. "Por la vía tributaria no se frena la concentración de la tierra", sentenció.

La propuesta de Mujica incluye además la creación de una comisión compuesta por las intendencias, el Ministerio de Vivienda y Obras Públicas, y los empresarios rurales, para definir qué se hace con los rubros recaudados por el impuesto. Una de las demandas que se atenderían sería la construcción y mejora de las vías de comunicación terrestres en el agro. Para comenzar con estas obras se necesitarían unos 60 millones de dólares, de los que además se extraerían rubros para "pelear contra las viarazas del clima".

El juego de exponerse

Astori evaluó que la propuesta cambia las reglas de juego. Consideró que ya está definido que el sistema tributario uruguayo grava a las personas en función de su ingreso y no de su propiedad. Sobre este punto Mujica expresó que “no hay ningún cambio de reglas”. El presidente se mostró abierto a escuchar distintas posturas, siempre y cuando sean realizadas con respeto. “Todo se puede discutir, pero lo importante es no insultar y no decir disparates. Algunos economistas se dan el lujo de calificarnos de ignorantes cuando ellos nunca en la vida se han subido a un tractor. No se puede ser tan arrogante.”

Sobre la forma de llevar adelante las discusiones, Astori opinó que “no tendrían que tener tanta exposición pública”. “Lo malo no es la discusión, sino que tenga tanta exposición”, añadió.

Las repercusiones en la interna frentista se siguen manifestando. Consultado al respecto, el legislador comunista Hugo Dávila, que integra la Comisión de Ganadería, Agricultura y Pesca de la Cámara de Representantes, indicó que la forma no fue la correcta. “Se lanzó la discusión a la opinión pública antes de pasar por los mecanismos internos de discusión del Poder Ejecutivo”, entendió. El Partido Comunista valora favorablemente la propuesta de Mujica, pero está abierto a considerar alternativas. El diputado socialista Yerú Pardiñas manifestó su punto de vista en una columna de opinión en Montevideo Portal. Planteó que los recursos de impuestos a la propiedad deben ser destinados a garantizar el acceso a la tierra a “marginados del mercado” y a fortalecer a pequeños productores, y no a mejoras de infraestructura.

En el Consejo de Ministros del próximo lunes, Astori presentará una propuesta alternativa junto con el ministro de Economía, Fernando Lorenzo, que tendrá como objetivos “disminuir los efectos negativos de la original y distribuir con equidad los 60 millones de dólares necesarios”. A su vez, entendió que ese monto alcanza solamente para una modesta mejora de infraestructura y que el resto debe ser financiado a través de convenios público-privados, y no a través de impuestos. Astori descartó la posibilidad de que finalmente lleguen dos propuestas al Parlamento, y además entendió que sea lo que sea que se termine aprobando, “modifica en una pequeñísima e irrelevante proporción la actual carga tributaria”.