Unidad no fue sólo la palabra más utilizada por el ex presidente Tabaré Vázquez en un discurso que duró casi de 40 minutos. Hasta la disposición de la mesa en la que se ubicó enfatizaba ese término: la senadora emepepista Lucía Topolansky cenó al lado del senador comunista Eduardo Lorier, acompañados de referentes del PS: la senadora Mónica Xavier, el ex director de Aduanas Ricardo Prato y el presidente socialista, Reinaldo Gargano. La concurrencia acompañó el mensaje; estuvo presentes gran parte de los ministros del gabinete, pertenecientes a sectores distintos del FA (Roberto Kreimerman-Industria, Luis Almagro-Relaciones Exteriores, Tabaré Aguerre-Ganadería, Eduardo Bonomi-Interior, Eduardo Brenta-Trabajo y Héctor Lescano-Turismo).

El discurso de Vázquez no soslayó el “conflicto” -el ex presidente prefirió este término antes que “crisis”- por el que atraviesa el FA. “No minimizo las carencias actuales del FA, pero no nos autoflagelemos con ellas ni ofrezcamos un espectáculo de streaptease político mediático. [Debemos] resolverlas por los mecanismos orgánicos que tenemos, que son muy buenos y que nos permitieron llegar adonde hemos llegado”, opinó.

Enfatizó que se debe cuidar la unidad y debe haber “respeto” entre compañeros. Remarcó que el FA tiene “el mejor proyecto político” y que en Uruguay “no hay porvenir sin proyecto frenteamplista”. Reiteró que entre los frenteamplistas debe haber un apoyo “irrestricto” al gobierno e hizo referencia indirecta a las críticas que surgen dentro de la propia izquierda al gobierno de José Mujica. “Una cosa era avanzar hace cinco años atrás y otra es avanzar hoy, cuando hace casi siete años que tenemos nuestro gobierno nacional”, puntualizó.

La agenda

Vázquez consideró que más que “renovación” el FA debería avanzar hacia una “actualización ideológica”. “Creo que el FA no tiene que renovarse ideológicamente, tiene una ideología clara y pura”, consideró. Fue más allá y propuso incluso una agenda de actividades: sugirió discutir la actualización ideológica en 2012 y empezar a elaborar el próximo programa de gobierno en 2013. Remarcó que para su elaboración los dirigentes y militantes frenteamplistas tienen que “escuchar a la gente”.

En cambio, consideró que no sería conveniente “a esta altura del partido, cuando va un año de gobierno nacional”, que el FA se encierre “en una discusión de reestructura”. Opinó que el objetivo debe ser “fortalecer a la fuerza política para que respalde al gobierno nacional” y que para ello es “imprescindible el compromiso de los compañeros de las bases” pero también abrir “todos los caminos posibles de participación”. “Abramos puertas y ventanas de nuestro FA, para que entre oxígeno”, sugirió.

“Unidad, compañeros, unidad, ésa es la fuerza fundamental, el corazón que mantiene a nuestra fuerza política”, exclamó, motivando los aplausos de los presentes. “Pero no una unidad resignada a tolerar a los demás, como quien tolera a un borracho ocasional o a un loco bueno. Unidad con confianza y con convicción, éste es el objetivo fundamental que tenemos que defender porque ése es el objetivo fundamental que persigue la derecha: quiere romper la unidad de nuestra fuerza política. La derecha no les teme a nuestros gritos y pataleos, le teme a nuestra unidad, y ya lo ha demostrado”, concluyó.