"No hemos trabajado en profundidad y suficientemente sobre este tema, es más, creo que tenemos contradicciones", reconoció la diputada Daisy Tourné, que dijo que hay "compañeros frenteamplistas" que piensan que "la izquierda procedió con absoluta ingenuidad en el gobierno pasado, que pelotudeó, que estuvo aferrada a un discurso antiguo. Yo no estoy de acuerdo con eso", aseguró. La ex ministra reconoció que hubo "errores, pero una lógica había. No pensábamos en el 'policiamiento' de la seguridad", aseguró.

Para la diputada, "la derecha ya escribió todo y la tiene clara", pero "los que no la tenemos clara somos nosotros". Dijo estar convencida de que en la izquierda hay "una equizofrenia absoluta" en materia de seguridad: "Somos los grandes reivindicadores de los derechos humanos pero por otro lado, nosotros, los principistas, la gente de izquierda, pedimos más represión, 'sacame a estos gurises de acá, no quiero verlos muriéndose en la calle". Para Tourné, en la materia "no hay un proyecto" de la fuerza política -"yo la viví y me sentí más sola que el uno", recordó-, y consideró que en el Ministerio del Interior (MI) "cada maestro con su librito y termina mandando la Policía". "Es verdad que es un discurso policial, porque cada uno agarra lo que chapa en la vuelta", cuestionó.

Refiriéndose a la falta de elaboración sobre la seguridad desde la izquierda, Tourné dijo no creer que Julio Guarteche, actual director nacional de Policía, "tenga la cabeza de izquierda como para conducir los destinos de la Policía", pese a que aseguró que tiene por él "enorme admiración". Sobre los operativos de saturación que viene haciendo el MI, la ex ministra consideró que "pueden poner contentos a los vecinos un rato, pero después van a volver a la realidad porque a los chorros importantes ya les avisó algún milico, esos no van a caer, pero como el Estado va y se retira no están solucionando los problemas de seguridad".

Tourné se mostró preocupada por el aumento del miedo y la "espiral de la violencia". Para la diputada, incluso, la ley se convirtió en "un chicle" por "la presión popular": "Antes si una persona mataba a otra que no tenía un arma iba presa, hoy queda en libertad".

Pienso de qué

Los otros tres integrantes de la mesa, los sociólogos Rafael Bayce y Rafael Paternain (ex director del Observatorio de Violencia y Criminalidad del MI), y el ex subsecretario del MI, Juan Faroppa, coincidieron en que el discurso actual sobre criminalidad es “simplista” y que no es abordado desde la academia o con mirada progresista. Para Faroppa, en ciertos casos el debate “se parece más a un programa deportivo de mala calidad”.

Dijo que si un extranjero viniera a nuestro país vería un discurso “bélico” sobre la seguridad desde los formadores de opinión, “un discurso de combate, de 'ellos y nosotros', de echarle flit a los planchas. Es un discurso de estigmatización del otro que incrementa los niveles de violencia”, consideró. Para el abogado, actualmente se ha “demonizado cualquier referencia a los factores que posibilitan la violencia o el delito, se toma como un romanticismo”, y tampoco “se escuchan referencias a la necesidad de políticas integrales”. “Eso se ha perdido y lleva a que sea un discurso estrictamente policial”, aseguró Faroppa, “donde no habla la política sino la Policía”.

Bayce recordó que, si bien desde 2003 a 2008 disminuyeron los delitos cometidos por menores de edad, “la gente cree que aumentaron”, fundamentalmente, según Bayce, porque los medios de comunicación aumentaron en un 259% la cobertura de noticias policiales en las que estaban involucrados niños y adolescentes. Bayce se preguntó “de qué lado está la izquierda, los héroes ahora son los comerciantes”. “¿Por qué creemos que hay que hacerle caso a la gente cuando pide más medidas de esto y lo otro? La labor del gobierno es deconstruir ese discurso, educar a la gente”.

Por su parte, Paternain dijo estar preocupado por “la consolidación de una hegemonía conservadora” en materia de seguridad. Cuestionó que las políticas públicas se elaboren “sobre la base de un actor central que es la Policía”, y que la “lógica política se subordine al sentimiento de inseguridad”. “¿Cómo podemos planificar cuando la política cae rendida ante el sentimiento de inseguridad?”, se preguntó.