El director general de Rentas, Pablo Ferrari, o "algún jerarca" del Ministerio de Economía y Finanzas deberían "dar la cara" ante la Junta Departamental de Florida para explicar los cambios previstos para el sistema de zonas francas, según dijo en ese ámbito el presidente de Zona Franca Florida, Luis Calachi.

Calachi opinó que los integrantes del equipo económico "saben mandar desde sus escritorios", pero "no salen a la calle". "Conocen el camino a Punta del Este o saben ir al free shop pero lo que no saben es dónde quedan los centros de trabajo del país y decretan con cabeza de capital", aseveró el administrador de M24, la emisora que transmite el espacio del presidente José Mujica Hablando al Sur.

En una visita concretada el 15 de julio, y cuya versión taquigráfica completa está publicada en el sitio de la Junta de Florida, Calachi arremetió contra los inspectores de la Dirección General Impositiva (DGI), dijo que "parecen unos beodos" y que actúan "fuera de la Ley". También los comparó con "hutus degollando en África" o con "cosacos emborrachados haciendo un pogromo", un término que refiere a episodios violentos y linchamientos registrados en la Rusia zarista a fines del siglo XIX.

Según Calachi, quien concurrió a ese ámbito para advertir los riesgos que implicarían los cambios propuestos para el sistema de zonas francas, los enclaves de este tipo que están en el interior están librados "a la mano de Dios" y deben ver "con bastante dolor" cómo "otros señores gozan de privilegios que nosotros no hemos conseguido".

El emprendimiento de Calachi, que se fundó durante la presidencia de Luis Alberto Lacalle, no integra la Cámara de Zona Franca, que sí participó recientemente en un discusión en la Cámara de Diputados para analizar la propuesta gubernamental, tendiente a evitar que las "empresas de papel" evadan impuestos amparadas bajo este sistema. La cámara empresarial que estuvo en la cámara baja, según Calachi, representa "a los señores de la capital", que "siempre" son convocados al Parlamento. "Van abogados famosísimos y dialogan con los señores parlamentarios", agregó el empresario, quien considera que a las zonas francas del interior les tocó "bailar con la más fea".

A los últimos gobiernos, según dijo, les "vino un frenesí loco" por otorgar zonas francas en la capital, y en paralelo la DGI ha asumido una "torcida lectura e interpretación de la ley", algo que ha provocado que los clientes de Florida se vayan "como tropel" a la capital. En la sesión de la junta aseguró que "15 o 16 empresas" han abandonado Florida para instalarse en Aguada Park. "Es razonable que se vayan, si yo puedo tener una Zona Franca pegada al aeropuerto, si puedo vivir en Carrasco, estoy en camino a Punta del Este, tengo preciosos edificios y no pago impuestos, ése es el sueño del pibe [...] los clientes de Zona Franca Florida están siendo perseguidos, multados y denunciados por tener oficinas, no dentro de la zona franca", explicó a los ediles.

Clave la guampa

Para el empresario floridense, el titular de la DGI, Pablo Ferreri, “miente y miente y vuelve a mentir hasta el cansancio” cuando dice que en algunas zonas francas hay “empresas de papel”, ya que éstas “están en otro lado”.

“Con estas reglas de juego no jugamos y les decimos a los vecinos de Florida que somos honrados, que vinimos con la voluntad de trabajar en serio, que pusimos nuestro dinero, que no fuimos al Banco de la República a mendigar nada, que estuvimos demasiadas noches sin dormir, y que hicimos infartos construyendo”, continuó.

En caso que el Poder Ejecutivo continúe con esta política desde la DGI, Calachi anunció cuáles son sus planes: “Cierra Zona Franca Florida y tiro la llave, en estas condiciones no juego, porque no son correctas [...] Éste no es el país que soñé ni por el que dejé los últimos años de mi vida, para dedicarme al interior, hubiera sido más fácil dedicarme a otra cosa.

Para el administrador de M24, el gobierno está “expulsando empresarios de lujo, para enriquecer la capital”. “Claro, para Botnia seguramente que sí, para Ence seguramente que sí, pero para el capital nacional, clave la guampa señor, para usted no hay esto, es para el extranjero”. Más adelante, uno de los ediles le preguntó si no eran demasiado gruesos los términos que utilizó para referirse a los funcionarios de DGI. Y Calachi le respondió: “Le agradezco enormemente su pregunta, porque esclarece donde hay que esclarecer. He sido corto cuando dije 'hutus' y he sido corto de palabra cuando dije 'cosacos emborrachados', asolando pogromos en la época zarista y me he quedado corto cuando dije lo que dije. Los adjetivos que se merecen desde mi punto de vista, es eso y mucho más.